Vía fácil
La propuesta de cinco respetables expertos en finanzas, publicada en “Página quince” (La Nación, 20/3/20) no debe aceptarse como verdad absoluta. Hay algunos aspectos válidos: revisar y reducir tamaño de instituciones, varias de las cuales, por la pandemia, están prácticamente sin hacer nada, como el Ministerio de Cultura y otras instituciones que carecen de coordinación entre ellas como se señala en el artículo.
No obstante, reducir salarios a los empleados públicos causaría más daño. La rebaja solo traerá más hambre y desolación y, posiblemente, afectará la economía nacional, incluida la seguridad social.
Durante muchísimos años, gran parte del sector privado ha obtenido exenciones, condonaciones y subsidios. Muchas compañías no cotizan a la Caja Costarricense de Seguro Social o le deben sumas astronómicas. Entonces, la pandemia está emparejando el suelo.
El sector privado, ante todo asomo de crisis, pide al Estado correr con sus deudas y angustias financieras, pero, en tiempos de bonanza, no socializa ganancias. No hace sacrificios y es muy fácil pedir condonaciones y no moratorias.
Sí, hay que revisar beneficios, como los bonos por utilidades de los bancos estatales o las comisiones que cobra el sistema bancario. Sí, hay muchos aspectos que deben revisarse, pero no para generar más beneficios a empresas que no aportan esfuerzos en este momento, cuando el país lo requiere.
Freddy Coto Varela
Cartago