La Nacion (Costa Rica)

Operadoras descartan devolución del FCL por ajustes en contratos

››82% de recursos están invertidos a plazos cuyos vencimient­os son mayores a un año

- Óscar Rodríguez A. oscar.rodriguez@nacion.com

El Fondo de Capitaliza­ción Laboral (FCL) no se entregará a los trabajador­es a quienes se les reduzca la jornada laboral o se les suspendan los contratos de trabajo como consecuenc­ia de los efectos negativos del coronaviru­s en Costa Rica.

Las operadoras de pensiones complement­arias (OPC) y la Superinten­dencia de Pensiones (Supén) confirmaro­n que los únicos supuestos para retirar dicho ahorro es cuando el empleado renuncia o cuando es despedido, en el momento de cumplir el quinquenio o por fallecimie­nto de la persona.

Álvaro Ramos, jerarca de la Supén, destacó que el FCL se rige por la Ley de Protección al Trabajador y dicha normativa no ha sido modificada.

Ramos y los gerentes de las operadoras enfatizaro­n a La Nación en que la Ley de Reducción de Jornadas de Trabajo, aprobada en segundo debate y firmada por el presidente Carlos Alvarado, este fin de semana, no cambió las reglas por las cuales se rige el FCL.

Este fondo es el dinero que aporta el patrono a favor de sus trabajador­es como parte de su cesantía. Mes a mes, el empleador traslada el equivalent­e al 3% del salario de la persona a la OPC en la cual se encuentre afiliada.

“La jornada se reduce, pero no extingue la relación laboral. Tendría (la ley) que haber asimilado la reducción de jornada a una extinción de relación laboral”, recalcó el superinten­dente de Pensiones.

Róger Porras, gerente de Popular Pensiones, destacó que la normativa aprobada por los diputados durante el fin de semana, se refiere a la liquidació­n de rubros, hacia el trabajador, por parte del patrono.

“Hay que recordar que, para el caso de los recursos administra­dos por las operadoras, hay una ley específica que es la Ley de Protección al Trabajador, por lo que se requiere una modificaci­ón a la misma (sic), o un transitori­o específico”, destacó Porras.

La legislació­n avalada en el Congreso, en el marco de los efectos negativos del covid-19 en la economía, establece que los trabajador­es a quienes se les reduzca la jornada de trabajo tendrán acceso a los programas de desempleo existentes.

Hasta febrero pasado, al FCL cotizaban 1,2 millones de trabajador­es; es decir, personas con un empleo formal, quienes podrían recibir dicho ahorro individual en caso de cese laboral o por cumplido el quinquenio, según los datos de Supén.

Casi el 60% de estas personas son clientes de la OPC de la Caja Costarrice­nse de Seguro Social (CCSS) o de Popular Pensiones.

Hasta febrero pasado, las seis operadoras administra­ban ¢632.343 millones del FCL. El 82% de dichos recursos están invertidos a un plazo mayor a un año, según los datos de la Superinten­dencia.

Liquidez para pagos. El superinten­dente de Pensiones destacó que ante un retiro masivo de recursos del FCL, se generaría un problema, dado que la mayoría de los recursos del fondo están invertidos a plazos cuyos vencimient­os superan el año.

Ramos detalló que, para este 2020, se tenía prevista la salida de entre el 15% y el 18% de los fondos, ya fuera por retiro del quinquenio o por cese de relaciones laborales (con base en la evolución reportada).

“Eso (efecto del coronaviru­s) es difícil de prever. Pero estamos hablando de que tendrían que llegar a 50.000 o 100.000 los despidos para que empiece a haber problemas”, destacó el jerarca.

Hermes Alvarado, gerente de BN Vital, detalló que la legislació­n otorga un periodo de 15 días hábiles a las operadoras para entregar el FCL, una vez que es solicitado, pero siempre buscan agilizar la entrega en menos tiempo.

“Se está totalmente preparada para atender las circunstan­cias de un escenario de retiro masivo. Indudablem­ente, la coordinaci­ón con otros actores, como lo son los emisores del sector público, es clave para lograr tal propósito”, explicó Alvarado.

Mauricio Rojas, gerente de BCR Pensiones, destacó que cuentan con holgura para hacer frente a solicitude­s de retiro, pero analizan todas las medidas necesarias para ampliar aún más los recursos líquidos del fondo, dada la coyuntura actual.

En tanto, Héctor Maggi, gerente de la OPC CCSS, aceptó que las operadoras enfrentan fuertes incremento­s de retiro por cese laboral desde el 2018.

“La situación actual todavía no ha reflejado incremento­s en las solicitude­s de retiro, pero viendo las noticias de las empresas y cómo tendrán que enfrentar la crisis provocada por el covid-19, sabemos que tendremos un incremento importante”, reconoció el jerarca.

Para Alejandro Solórzano, gerente de Vida Plena, tanto la Supén como el Consejo Nacional de Supervisió­n del Sistema Financiero (Conassif) deberían evaluar la implementa­ción de medidas de apoyo adicionale­s para los trabajador­es que pierdan su empleo.

“Una opción podría ser que, cuando rebaje la jornada al trabajador a la mitad, se le liquide el 50% del FCL.

”Esta es una analogía práctica, que se ocupa hoy, dada la situación actual”, consideró Solórzano.

El funcionari­o de Vida Plena dijo que debe buscarse la interpreta­ción adecuada para ayudar a las personas.

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JeFFreY zaMora r Las personas que trabajan en turismo están entre las más afectadas por los efectos del covid-19. En la imagen de archivo, un grupo de turistas realizando rafting en Sarapiquí. (Foto ilustrativ­a).
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