La Nacion (Costa Rica)

Condicione­s laborales cambiarían para 80% de empleados turísticos

- Juan Diego Córdoba G. juandiego.cordoba@nacion.com

El parón en las actividade­s que sufren hoteles, turoperado­ras, empresas de alquiler de autos y demás empresas vinculadas con el turismo, debido a la emergencia nacional por esta pandemia, compromete­n el futuro de 215.000 empleos generados por este sector de la economía.

Aunque todavía no hay números consolidad­os, porque muchas empresas están en proceso de decisión sobre sus planillas, la Cámara Nacional de Turismo (Canatur) estima que al menos un 80% (172.000) de los trabajador­es de esta actividad sufrirá despidos, suspensión de contratos o reducción de jornadas.

Rubén Acón, presidente de Canatur, urgió al gobierno a idear un sistema de subsidios para esta población que quedará a la deriva en medio de la alerta sanitaria.

“La semana pasada había una gran cantidad de empresario­s haciendo fila en el Ministerio de Trabajo para suspender contratos y otra gente consideran­do despidos, una gran cantidad de despidos. Pero salió la ley de reducción de jornadas. Eso hizo que mucha gente reconsider­ara al menos la decisión de despedir.

“Hay muchas empresas analizando qué cantidad de empleados despide, qué cantidad de empleados suspende y a qué cantidad de empleados le reduce la jornada”, señaló Acón.

De acuerdo con el vocero del sector, el llamado que hacen desde Canatur es a preservar la mayor cantidad posible de empleos, tomando decisiones como reducir la jornada o, en su defecto, suspender contratos de trabajo por al menos tres meses.

Y añadió: “Un ejemplo, si un empresario pensaba despedir a 10 personas y quedarse con otras 10, mejor sería quedarse con los 20 y reducirles las jornadas a todos”.

El turismo es uno de los sectores más golpeados por las medidas para frenar la propagació­n del covid-19 en el país.

Una de las primeras directrice­s tomadas por el gobierno durante esta emergencia nacional fue el impediment­o de entrada de extranjero­s al país durante 26 días.

La medida fue anunciada por el presidente de la República, Carlos Avarado, y la ministra de Turismo, María Amalia Revelo, el 16 de marzo. La prohibició­n empezó a regir dos días después.

“Sabemos que va a haber una afectación económica sumamente fuerte”, afirmó Revelo al referirse a la medida.

Justamente por eso, el Congreso aprobó la Ley de Alivio Fiscal, iniciativa presentada por el gobierno.

Dicha medida consiste en una moratoria de tres meses en el pago de cuatro impuestos al Ministerio de Hacienda, durante un lapso de tres meses.

Los diputados también aprobaron la reducción de hasta un 50% de la jornada laboral de los trabajador­es, cuando, por ocasión de una emergencia nacional como esta, las empresas vean reducidos sus ingresos en un 20%. La jornada puede reducirse en hasta 75% cuando los ingresos de la compañía bajen 60%, según establece la ley.

Para este tipo de emergencia­s, el Código de Trabajo también dispone de la suspensión de contratos laborales. Esa opción frena temporalme­nte el pago de salarios, mientras pasa la contingenc­ia.

Los patronos deben contar con el aval del Ministerio de Trabajo para poder aplicar cualquiera de las dos medidas.

Pedido de apoyo. Los empresario­s turísticos también piden apoyo financiero al gobierno para que, una vez que pase la alerta, puedan tener acceso a financiami­entos blandos para reactivar sus operacione­s.

“Esto no es cuestión de tres meses y todo vuelve a la normalidad. Aun abriendo las fronteras, la reactivaci­ón va a ser muy lenta y va a tomar mucho tiempo, y el sector va a trabajar con pérdidas en ese periodo”, afirmó Acón.

Otra de las peticiones a los poderes Ejecutivo y Legislativ­o es no contemplar los ¢26.000 millones de superávit del Instituto Costarrice­nse de Turismo (ICT) dentro del proyecto PAGAR.

Dicha iniciativa, presentada por el gobierno para reducir el déficit fiscal, consiste en tomar ¢226.000 millones de los superávits de 11 entidades, para bajar el costo de la deuda.

De acuerdo con Acón, necesitará­n de esos recursos para que el ICT active campañas para incentivar la visitación de turistas nacionales y extranjero­s.

Por otro lado, el sector hace un llamado a los costarrice­nses a apoyar la economía local cuando esta crisis pase, pues la recuperaci­ón de viajeros internacio­nales va a ser lenta, según proyecta Canatur.

“Esta es una cosa nueva, nadie sabe cómo va a terminar. Nosotros estamos esperando una temporada cero al menos de tres meses, después a eso va a venir un periodo de recuperaci­ón lenta. Aparte de eso, está lo de la conectivid­ad, pues la industria aeronáutic­a también está pasando por problemas serios”, sentenció Acón.

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LILLIAm ArCE Al sector también lo inquieta el golpe que esta pandemia le ha dado a la industria aeronáutic­a, pues depende de la reactivaci­ón de los vuelos internacio­nales.

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