BCIE y Banco Mundial autorizan créditos para apoyar a la banca estatal y la pesca sostenible
Costa Rica logró dos préstamos millonarios para afrontar parte de la crisis provocada por el covid-19.
El primero de ellos es una línea por $90 millones que autorizó el Banco Centroamérica de Integración Económica (BCIE) para la banca estatal costarricense y el segundo es otro por $75,1 millones, aprobado por el Banco Mundial (BM) para promover la pesca sostenible.
Los recursos del préstamo del BCIE tendrán como uso prioritario la atención de los sectores industrial, agrícola y de servicios, ante los efectos del covid-19 en la economía del país, informó el BCIE, en un comunicado de prensa de este miércoles.
El Banco Nacional recibirá $50 millones y el Banco de Costa Rica (BCR), $40 millones.
“Estos recursos son solo una de las acciones que, junto a los $8 millones desembolsados para acciones inmediatas, se están llevando a cabo en el marco de un plan integral para contener los impactos negativos en la economía de los países de la región”, detalló Dante Mossi, presidente ejecutivo del BCIE.
Del 2012 al 2019, el BCIE efectuó desembolsos a instituciones financieras de Costa Rica por un monto de $2.196 millones, un promedio de $274,5 millones anuales.
Banco Mundial. Con respecto al crédito del BM, los recursos proceden del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, y se invertirán en programas a siete años.
De acuerdo con un comunicado de la institución multilateral, el préstamo otorgado ayudará a la gestión sostenible del atún y otros sectores pesqueros domésticos de alto valor, a la vez que permitirá la recuperación de la pesca costera, para mejorar las oportunidades de empleo de los residentes
de esas regiones.
Dentro de los programas específicos por desarrollar con el crédito del Banco Mundial están la coordinación más estrecha entre las autoridades centrales y locales, el desarrollo de la capacidad empresarial en las comunidades pesqueras, identificar y abordar las necesidades de infraestructura resiliente para la descarga y preservación de la calidad y el valor agregado de los productos de origen marino.
Además, se pretende como objetivo central, identificar y aprovechar los mercados de mayor valor para la exportación de productos pesqueros y de acuicultura, así como mejorar la calidad del producto destinado a consumo interno.
El Banco aseguró en el comunicado que los 24 cantones donde la actividad pesquera es la base de la economía se encuentran entre los más pobres de Costa Rica.