‘Tiger King’: la docuserie más increíble de Netflix
Enloquecida serie alrededor de un rocambolesco “coleccionador de tigres” ficción hubiera creado la historia de Joe the exotic, seguro habría sido un gran fracaso... por increíble.
Es cierto: ni la foto que anuncia la serie ni el resumen tan sin gracia con que se promociona en Netflix le guiñen el ojo al espectador de primera entrada. Su estreno coincidió con las primeras medidas de confinamiento en las casas para buena parte de la población mundial, incluida Costa Rica, y por ahí estuve posponiéndola unos días hasta que la marejada de comentarios y críticas, tanto en redes sociales como en prensa especializada, me hicieron darle la oportunidad, aún así, sin tenerle mucha fe.
Y es que lo que uno espera de primera entrada es una historia relacionada con un tipo que “colecciona” tigres y otros animales salvajes en cantidades que se cuentan por centenas, pero basta con avanzar la primera media hora para percatarse de que el caso va mucho más allá de su protagonista, conocido como Joe the exotic y su flamante y polémico zoológico en Oklahoma.
Y es que desde el minuto uno, el experimentado director y productor Rick Kirkham presenta con un tono totalmente sombrío, lo que hoy constituye una obra maestra (rara vez hay tanto consenso entre la crítica, entre la que abundan los casos de cinco estrellas y, como mínimo, cuatro, en la califiación) pero que tras cinco años de realización terminó por salpicar al propio Kirkham, quien perdió todo su patrimonio y estuvo al borde del suicidio. Visto lo visto, no era de extrañar que Kirkham terminara siendo uno más en la madeja de esta siniestramente “divertida” o “divertidamente” siniestra trama.
Y es que, si bien es cierto, la línea conductora avanza de principio a fin alrededor de Joe, pronto se van incorporando otras decenas de personajes reales que permiten también el acceso total a sus vidas, su intimidad, las intrigas entre unos y otros, las amenazas de muerte, potenciales homicidios, estafas, sexo, transacciones de millones de dólares, fiestas en Las Vegas con felinos incluidos, todo tamizado por los testimonios de los empleados del zoológico y claro, por los shows y giras del zoológico ambulante de Joe, en medio del clamor de muchos grupos de defensa de los animales.
Esta pincelada sobre la trama que se desarrolla durante siete episodios aunque al final resultan ser 14 para muchos, pues hay tantísimo detalle en medio del tremendo caos, fascinantemente documentado, que siempre está la tentación de repetir cada capítulo.
Si la con un puntaje de crítica positiva del 98 por ciento y un puntaje de aceptación de la audiencia del 93 por ciento”.
Por su parte La Vanguardia, de España, tampoco se guarda nada: “El documental cuenta con siete episodios de menos de una hora que no podrás dejar de ver, porque cada giro de guion lleva a una nueva sorpresa. La serie se ha convertido en un éxito en las redes sociales (de ahí que hayas visto fotos de Exotic y su cabellera aquí y allá desde hace unos días), y parece que va para rato, porque gracias a su emisión, Joe the exotic está buscando nuevas vías para salir de prisión, su peculiar zoológico tiene un número de visitantes nunca vistos (al menos, hasta el pasado fin de semana, obligados a cerrar por la crisis sanitaria)”.
Y así podríamos seguir con decenas de reseñas de sitios rendidos ante lo que muchos auguran, aún en tiempos en que el planeta está casi paralizado por el covid-19, que ‘Tiger King’ arrasará (o arrasaría) con innumerables premios en también incontables galas de galardones a lo mejor de la producción audiovisual mundial.
Para empezar, por el propio director Rick Kirkham (quien merece su propio prontuario ¡qué personaje!), quien casi perdió la vida en el intento de contar la historia de Joe y demás engendros, y finalmente logró lo que jamás hubiera hecho en tiempos de televisión convencional, el cual era su plan al inicio, con un supuesto reality. Hoy, vía Netflix, Kirkham se ha vuelto una celebridad casi del calibre de los insólitos personajes a los que siguió durante cinco años, en un periplo que, hoy entendemos todos, era imposible de terminar.
Mucho menos hoy, cuando todos los reflectores están puestos en Tiger King y en Joe, quien al parecer nació con la estrella de ser mediático a cualquier costo: por estos días se dio la noticia de que, mientras empieza a purgar su condena de 22 años de cárcel, recién fue puesto en aislamiento porque al parecer, padece el nuevo coronavirus.
Aunque parezca imposible, ante los nuevos hechos que se decantaron tras el estreno de la serie, apenas 10 días atrás, la historia continúa... más pulposa todavía, que su temporada primaria. Inimaginable.