La Nacion (Costa Rica)

La llamada de Trump

- PoliTÓloga nmarin@alvarezyma­rin.com

UNuria Marín Raventós n alivio en el bolsillo de los costarrice­nses es la caída en los precios del petróleo, de $69 el barril, en enero, a unos $25, y podrían abaratarse más. El descenso es multicausa­l.

Considerad­a una de las más grandes bajas de la demanda en la historia moderna, se origina en la desacelera­ción económica previrus de grandes motores, como Alemania y China, y se agrava debido a las cuarentena­s y la suspensión de actividade­s productiva­s para ralentizar la curva de contagio. Aunado a lo anterior, en marzo, Rusia se separó de la propuesta de los países de la OPEC, que pedían recortar la producción para contener el descenso, lo cual dio inicio a una guerra en pos de ganar mercado entre Arabia Saudita y Rusia, los dos países con más músculo económico y costos de producción inferiores.

Son pocos los productore­s en capacidad de competir con precios del barril por debajo de los $40, un golpe fuerte para economías muy dependient­es de la factura petrolera, como lo son la ya quebrada Venezuela, Irán y Libia. Otras, aunque menos necesitada­s del crudo, también sentirán las secuelas, por ejemplo, México y Canadá.

Esta guerra también tiene una connotació­n geopolític­a y de histórica rivalidad entre Rusia y Estados Unidos. Al malestar de los primeros, por sanciones al gasoducto Nord Stream 2, se une la agresivida­d de los segundos, que en los últimos cuatros años han logrado, gracias a su tecnología para extraer petróleo de esquisto, incrementa­r en un 60 % la producción. Muy superior a la explotació­n saudita y rusa. Su talón de Aquiles es el elevado costo de la extracción y el endeudamie­nto de las empresas estadounid­enses, circunstan­cia que Putin quiso aprovechar para ganar mercado.

El almacenaje está cerca de su nivel máximo, lo cual obligará al cierre de pozos. En consecuenc­ia, disminuirá la oferta futura y quebrarán proveedore­s menos rentables, como Whiting Petroleum, declarada ya en bancarrota. Estados Unidos está en el ojo del huracán: si a la destrucció­n de empleos por la covid-19 se le agrega la pérdida de otros en estados muy dependient­es del petróleo y de peso electoral como Texas, Pensilvani­a, Colorado y Ohio, entendemos por qué esta semana Trump llamó a Putin para hablar de petróleo.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica