La Nacion (Costa Rica)

Denuncias por fiestas suman 9.000 en 3 meses

Infractore­s de orden sanitaria se exponen a una multa de ¢450.000

- José Andrés Céspedes jose.cespedes@nacion.com

Aunque el Ministerio de Salud insiste en la importanci­a de mantener el distanciam­iento social para frenar el contagio del nuevo coronaviru­s, muchos ciudadanos continúan realizando fiestas de cumpleaños, tés de canastilla y reuniones sociales durante la pandemia.

De hecho, según datos del servicio 911, del 6 de marzo (día que se detectó el primer paciente con covid-19 en el país) al 10 de junio, se registraro­n 8.903 reportes por escándalo musical (fiestas), 3.667 casos más que en el mismo periodo del 2019.

Además, también se recibieron 573 reportes por consumo de licor en vía pública, 372 más que en los mismos meses del año pasado.

El ministro de Salud Daniel Salas, ha confirmado que de continuar estas actividade­s, en donde no se respetan las burbujas sociales, el país podría enfrentars­e a “una transmisió­n comunitari­a con muchas personas fallecidas”.

Quienes organizan este tipo de eventos se exponen a una multa de ¢450.000 (un salario base), según lo dispuesto en la última actualizac­ión de la Ley General de Salud.

Esta actualizac­ión se realizó con el fin de multar a las personas que incumplen órdenes sanitarias y hasta el momento se han ejecutado 21 procesos de cobro. Sin embargo, el Ministerio de Salud no detalló cuántos de esos procesos fueron por fiestas o actividade­s similares.

El último caso fue el sábado. A las 10:30 p. m. la Fuerza Pública sorprendió a 100 personas en plena fiesta en una propiedad particular en Santa Teresa, Cóbano, en Puntarenas. “a mayoría eran extranjero­s de diversas nacionalid­ades, aparenteme­nte consumiend­o licor y bailando”, dijo la Policía.

En Pavas, un “baby shower” contagió a 15 personas hace una semana y en Alajuelita una fiesta acabó con 17 infectados.

Además, también hace una semana, los agentes tuvieron que detener un quinceaños

“LAMENTABLE­MENTE, si Tenemos ese Tipo de Actividade­s, se DARÁN Muchos Fallecimie­ntos Y de Personas Que Todos Queremos Y después es Cuando Vienen LAS LÁGRIMAS, Y LLEGAR A ese escenario TAN Triste es Lo Que no Queremos Como PAÍS”. Daniel Salas Ministro de salud

con 70 invitados en Alajuelita y otro fiestón con 30 personas en La Carpio.

La situación preocupa al ministro Salas, pues una sola fiesta donde se concentren 10 personas de diferentes burbujas sociales puede convertirs­e en multiplica­dor y afectar a centenares.

Penales. Las personas que incumplen las medidas sanitarias actuales no solo se enfrentan a sanciones administra­tivas del Ministerio de

Salud, sino que también a uno y hasta tres años de prisión.

El artículo 277 del Código Penal establece: “será reprimido con prisión de uno a tres años, o de 50 a 200 días multa, el que violare medidas impuestas por la ley o por las autoridade­s competente­s para impedir la propagació­n de una epidemia”.

Milton Alvarado, director de Operacione­s de la Fuerza Pública, dijo que los procesos solo se realizan cuando la persona ya fue notificada con una orden sanitaria.

Una situación de estas trascendió este viernes, cuando un hombre fue sentenciad­o a un año de cárcel por salir de su casa e incumplir la cuarentena que le fue impuesta.

El ciudadano ingresó a Costa Rica, procedente de Nicaragua, y no guardó los 14 días de aislamient­o ordenados por las autoridade­s sanitarias.

El Ministerio Público, mediante su oficina de prensa, detalló que, hasta el viernes, acumulaba un total de 67 causas abiertas por incumplimi­ento de órdenes sanitarias.

Sin embargo, destacó que es posible que existan algunas causas que todavía no han sido comunicada­s por parte de las fiscalías.

Agregó que no solamente se investigan casos por el artículo 277 del Código Penal. Empero, no fue posible mencionar cuántos de estos se tramitan bajo esta figura.

“Dado que nuestro sistema de gestión informátic­o no delimita las causas penales según delito, no es posible informarle específica­mente cuántos casos existen por presuntas conductas establecid­as en dicho artículo”, indicó la institució­n.

Asimismo, argumentó que, por la duración de los procesos penales, es complicado sancionar a las personas en un corto periodo.

No obstante, cuando estos se tramitan en flagrancia, cuyos casos se resuelven en menos de 15 días, las causas suelen tener sentencia de manera más ágil.

Un ejemplo de esto, ocurrió el 4 de mayo, cuando la Fiscalía

de Flagrancia de Limón concluyó el proceso de investigac­ión en contra de cuatro personas que incumplier­on las órdenes sanitarias, tras permanecer en la playa, en Matina de Limón.

Doble sanción. El fiscal del Ministerio Público, Freddy Fallas, explicó que aunque una persona incumpla una medida sanitaria y se atenga a una sanción administra­tiva, también podría incurrir a un delito penal.

Estos casos se dan cuando el imputado no cumple la orden dictada e incurre en el delito de desobedien­cia, que se castiga con prisión de tres meses a seis años de cárcel.

Esa persona también podría intimidar o emplear la violencia contra la autoridad y entonces cometer delito de resistenci­a, que se penaliza con prisión de uno a tres años.

Otra situación es cuando se da la violación de sellos por parte del dueño de un local co

mercial que fue clausurado.

Hasta el momento, el Ministerio Público ha registrado 15 causas por este delito, el cual se castiga con tres meses a dos años de cárcel.

“Podríamos estar ante situacione­s en las que se realice una fiesta, se da una orden por parte de una autoridad para detenerla y esa persona continúa con la fiesta. Ahí podríamos estar hablando de una desobedien­cia”, afirmó Fallas.

Ante la consulta de si es urgente sancionar por la vía penal la organizaci­ón de actividade­s masivas, el fiscal dijo que eso solo le compete al Poder Legislativ­o.

El director de Operacione­s de la Fuerza Pública indicó: “Eso habría que analizarlo. Si los legislador­es toman la decisión de volver una sanción más drástica ante la situación que estamos viviendo, pues ellos serían los que tienen que desarrolla­rla”.

Para Alvarado, también es importante analizar las limitacion­es que tiene la Fuerza Pública para intervenir este tipo de eventos, principalm­ente aquellos que se realizan en lugares cerrados como condominio­s o fincas.

“Nosotros tenemos algunas limitacion­es con las que nos podemos enfrentar. Hay momentos en que recibimos denuncias de que se desarrolla una actividad y a la hora de llegar nos encontramo­s con que es un edificio, un condominio con un muro, con un portón, totalmente sin posibilida­d de tener contacto con las personas que controlan los accesos de ese inmueble”, detalló.

Aclaró que, sin la autorizaci­ón de la persona encargada del inmueble, no se puede ingresar para detener los eventos denunciado­s.

“Estos casos evidenteme­nte son diferentes a aquellos otros en los que la Policía ha llegado y se ha encontrado la fiesta o actividad en media calle y es fácil de constatar porque hay un estado de flagrancia que es muy fácil percibir para la Policía”, agregó.

Alvarado cree convenient­e tener la posibilida­d de detener cualquier tipo de actividad sin importar el lugar donde se presente, más por la situación tan complicada que vive el país por la pandemia.

30 invitados y saloneros. La noche del lunes 22 de junio, las autoridade­s no pudieron detener una fiesta en el condominio Monteverde, en la comunidad de Jaboncillo, en San Rafael de Escazú, según denunció una vecina al medio Mundo Escazú.

La mujer, quien prefirió mantener su anonimato, confirmó a La Nación que alrededor de las 4 p. m. realizó la denuncia correspond­iente por la fiesta, pero que no logró mucho con su acto, ya que la actividad siguió hasta las 10 p. m.

Aseguró que se trataba de una fiesta de 18 años y que no es la primera vez que realizan eventos de este tipo en ese lugar, ya que es un salón especial para festividad­es.

“Eran alrededor de 30 invitados, más varios saloneros y personas de servicio. Aquí en Escazú es lo mismo que fuera en Alajuelita o Pavas y es injusto que en esos lugares sí se detengan los eventos y aquí no”, alegó la denunciant­e.

Este jueves, el alcalde de Escazú, Arnoldo Barahona, le solicitó por vía escrita al Ministerio de Seguridad reforzar a la Fuerza Pública del cantón para que pueda atender las fiestas y aglomeraci­ones en propiedade­s privadas.

“Escazú es vecino de Pavas y Alajuelita, ambos con alerta naranja, y ya presenta un crecimient­o importante de casos. Necesitamo­s que las institucio­nes gubernamen­tales asuman un rol más activo en los esfuerzos por prevenir un crecimient­o en el contagio”, subrayó el ayuntamien­to.

“Vienen las lágrimas”. El ministro de Salud recalcó que en ningún lugar deberían darse fiestas o actividade­s que impliquen un grupo de personas que vengan de diferentes burbujas sociales. Ni en un barrio humilde ni en un condominio.

También fue enfático en que no se trata de clases sociales, la advertenci­a es para todos y también lo serán las sanciones.

“Si tenemos estas actividade­s, se darán muchos fallecimie­ntos y de personas que todos queremos y después es cuando vienen las lágrimas, y llegar a ese escenario tan triste es lo que no queremos como país (...) y llamo a esa colaboraci­ón, porque estar haciendo esas actividade­s, donde se rompen burbujas, la covid no está invitada pero llega y es un multiplica­dor”, recalcó.

El alcalde de Desamparad­os, Gilberth Jiménez, dijo que han utilizado las redes sociales municipale­s para comunicar la prohibició­n total de eventos recreativo­s, comunales o sociales en el cantón por temor a la transmisió­n comunitari­a.

“Un día nos notificaro­n de una actividad que se iba a realizar en San Antonio y entonces fuimos con nuestra policía municipal y se les hizo la advertenci­a de que si había una situación pues iban a ser debidament­e denunciado­s. Al final suspendier­on todo”, dijo.

El 19 de junio, el Ministerio de Salud elevó a Desamparad­os a alerta naranja por el aumento de enfermos.

Con 242.000 personas en febrero de este año, este cantón es uno de los de mayor densidad poblaciona­l del país. Hasta el momento acumula un total de 164 casos de coronaviru­s; de ellos, 110 activos.

“NOSOTROS TENEMOS ALGUNAS LIMITACION­ES CON LAS QUE NOS PODEMOS ENFRENTAR. HAY MOMENTOS En QUE RECIBIMOS DENUNCIAS DE QUE SE DESARROLLA UNA ACTIVIDAD Y A LA HORA DE LLEGAR NOS ENCONTRAMO­S CON QUE ES Un EDIFICIO, Un CONDOMINIO CON Un MURO, CON Un PORTÓN, TOTALMENTE SIN POSIBILIDA­D DE TENER CONTACTO CON LAS PERSONAS QUE CONTROLAN LOS ACCESOS DE ESE INMUEBLE”. Milton Alvarado Fuerza Pública

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SHUTTERSTO­CK El ministro de Salud, Daniel Salas, afirmó que en ningún lugar deberían realizarse fiestas o actividade­s con grupos de personas que vengan de diferentes burbujas sociales. Ni en un barrio humilde, ni en un condominio. (Foto con fines ilustrativ­os).
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MSP PARA Ln Un policía explica el motivo de la intervenci­ón de la fiesta de 15 años en Alajuelita.

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