BAC cerrará tarjetas de crédito a 80.000 clientes
Atribuye decisión a ley aprobada por diputados que pone tope a las tasas
BAC Credomatic informó, mediante un comunicado, que después de realizar profundos análisis de viabilidad como resultado de la entrada en vigencia de nuevos topes a las tasas de interés para las operaciones financieras, comerciales y de microcréditos, suprimirán 187.526 tarjetas de crédito a 79.789 clientes, cuyas operaciones se vuelven deficitarias para la empresa.
Lo anterior, junto con una reducción en el crecimiento esperado en el grupo para este año, llevó a prescindir del servicio de 373 colaboradores directos y al cierre de 11 puntos de servicio en los próximos días, argumentó la entidad financiera.
La firma detalló que el impacto de los nuevos topes a las tasas, según lo dispuesto en la Ley 7472 (Promoción de la Competencia y Defensa Efectiva del Consumidor), combinado con el bajo crecimiento actual y esperado para este año, obliga a la institución a tomar estas acciones, para adaptar la organización a la nueva situación del mercado.
“Nos vemos obligados a tomar estas decisiones con responsabilidad y respeto por la ley. Desafortunadamente, hay una gran cantidad de personas que se verán afectadas y a las que no podremos seguir sirviendo”, subrayó Federico Odio, gerente de BAC Credomatic Costa Rica
La nueva legislación, que define las tasas de usura en
Costa Rica, entró en vigencia el 20 de junio pasado y establece que el Banco Central establecerá las tasas máximas sobre las cuales se considera que hay usura.
El cálculo de la primera tasa máxima que utilizaron los diputados, en la preparación del decreto legislativo, arrojó un resultado de 39% para el crédito normal en colones y de 55% para microcrédito en colones y de 31,35% para crédito normal en dólares y de 44,37% para microcrédito en dólares.
Consultado sobre si las tasas máximas sobre las cuales se considera que hay usura rigen tanto para créditos nuevos como vigentes, el Ministerio de Economía Industria y Comercio (MEIC) respondió: “La ley rige a partir de su publicación y no es retroactiva. A las operaciones nuevas se les aplica la nueva ley y a las ya existentes, se les mantendrían las reglas que tenían, hasta que se negocie un nuevo contrato”.
“Como la ley es tan importante desde el punto de vista de consecuencias, hay interpretaciones y, en este caso, nosotros estamos con una interpretación del equipo legal, más conservadora”, señaló Odio a La Nación e insistió en que el motivo de los cierres de sucursales, despidos y cancelaciones de tarjetas fue por la ley de intereses de usura.
Sin embargo, los efectos de la pandemia también se perciben en resultados del banco. BAC Credomatic tuvo, en abril pasado, una reducción relevante en sus ganancias. Ese mes solo registraron ¢147 millones en la utilidad, mientras que en marzo fueron ¢6.439 millones.
En ese momento, Laura Moreno, vicepresidenta de Relaciones Corporativas de la empresa, confirmó a este diario que este resultado fue debido al periodo de gracia brindado a los deudores a raíz de la pandemia del coronavirus.
En relación con los cierres de los puntos de atención, las 41 sucursales grandes se mantendrán y la clausuras se concentrarán en los Rapibancos (generalmente presentes en centros comerciales), de los cuales quedarán solo dos de 13 que tenían.
El Banco informó a los clientes de que serán contactados de manera directa y, en principio, se determinó una etapa de transición de 60 días para concretar el cierre de sus tarjetas.
“A partir del 3 de setiembre del 2020, los saldos que estén pendientes entrarán en un proceso de cobro decreciente, para cuya cancelación dispondrán de hasta cinco años de plazo. Todos los canales de servicio de BAC Credomatic estarán disponibles para acompañar a los clientes en este proceso”, recalcó el ente.
El Banco advirtió, además, de que los nuevos topes afectarán también los beneficios para otros tarjetahabientes, tales como los programas de lealtad, las promociones, los puntos y las facilidades que se ofrecen según el tipo de tarjeta y el perfil de cada cliente.
“Enfrentamos y nos adaptamos a los cambios buscando preservar la confianza que hemos construido y asegurando la sostenibilidad saludable de la organización en el nuevo contexto”, dijo el gerente.
El jerarca añadió que la situación también obliga al banco a rediseñar y redimensionar el modelo de servicio y de atención, razón por la cual desvincularán a 373 colaboradores directos y cerrarán 11 sucursales.
“Estas son decisiones muy difíciles para nosotros, pero necesarias y responsables”, puntualizó Odio.
“nos Vemos obligados A TOMAR estas decisiones Con responsabilidad Y respeto Por la ley. desafortunadamente, HAY una Gran Cantidad de Personas Que se Verán AFECTADAS Y A las Que no Podremos seguir sirviendo”. Federico Odio Gerente de BAC Credomatic Costa rica
El grupo financiero BAC Credomatic informó, este jueves, de que suprimirá 187.526 tarjetas de crédito a 79.789 clientes, cuyas operaciones se vuelven deficitarias para la empresa, debido a la entrada en vigencia, el sábado 20 de junio, de la nueva ley que regula las tasas de usura.
Con el anuncio, también informaron de que prescindirán de 373 colaboradores directos y cerrarán 11 puntos de servicio.
El gerente general de la entidad, Federico Odio, reconoció, en una entrevista por videoconferencia con La Nación y El Financiero, que si bien la ley no es retroactiva, y el Ministerio de Economía comunicó que esta se aplica solo para créditos nuevos, ellos prefirieron hacer una interpretación más conservadora y ajustar todas las tasas de interés debido a las sanciones legales que conlleva quebrantar esta legislación.
––El Banco informó de que deberá desvincular a 79.789 clientes, despedir a 373 colaboradores y cerrar 11 puntos de servicio. ¿Puede contextualizar esos datos? —Tenemos alrededor de 5.400 colaboradores en el grupo y estarían saliendo, más o menos, 370. Del total de clientes, son casi 80.000, a nivel de BAC tenemos alrededor de 1.100.000 clientes en todos los productos, y de tarjeta de crédito son alrededor de 550.000.
––¿Y lo puntos de servicio? —Los puntos de servicio son 41 sucursales completas de las grandes, esas se mantienen y lo que teníamos con más alcance, un concepto que nosotros llamamos Rapibancos, son las sucursales más pequeñitas, las que se pueden encontrar en centros comerciales; de esos teníamos 13 y ahorita nos vamos a quedar con dos.
––Ha habido dos interpretaciones de la ley: si las tasas máximas van a regir para los nuevos desembolsos o para los nuevos contratos. Nosotros hicimos la consulta al Ministerio de Economía y nos dijo que era para los nuevos contratos. Se entendería que si una persona tiene un contrato y tiene una tasa que sobrepasa la tasa máxima, puede continuar así.
—Es un tema importante y, como la ley es tan importante desde el punto de vista de consecuencias, hay interpretaciones y, en este caso, nosotros estamos con una interpretación del equipo legal más conservadora.
”Es correcto que no es retroactiva y es correcto que se podría interpretar que la tarjeta, siendo una línea de crédito, tiene compras o piezas que se hicieron antes de la promulgación de la entrada en vigencia de la ley y lo que venga después.
”Esas compras nuevas que se financien deberían venir con las nuevas condiciones, eso tiene complejidades desde el punto de vista técnico de separar, de un sistema que tiene una línea revolutiva, las compras antes de la promulgación de la ley, de las compras después (de la ley), entonces, nosotros estamos tomando la posición conservadora y estamos ajustando las tasas para cumplir con el marco legal de la nueva ley”.
––¿No hubiera sido oportuno esperar una interpretación auténtica de la ley antes de tomar la decisión?
—Lo que pasa es que como entró a regir la ley y las consecuencias de no cumplirla son muy severas, entonces, la verdad es que hicimos el ejercicio con el equipo de abogados nuestro y tomamos la decisión de hacerlo (los ajustes). Si hubiera alguna rectificación de eso, ahí lo veríamos, pero la realidad es que la ley ya empezó a funcionar, teníamos que tomar la decisión y no podíamos esperar la aclaración sin asumir consecuencias que no estamos dispuestos a asumir.
––¿Este recorte obedece completamente a la entrada en vigencia de la nueva ley o también está influyendo la situación económica que les ha generado menos utilidades? —El ejercicio es por la entrada en vigencia de la ley y cómo afecta nuestros negocios. Todo el ejercicio es analizar los segmentos de clientes, qué va a pasar con los ingresos de esos clientes hacia adelante y qué va a pasar con los costos del modelo de servicio.
”Va a haber que operar de una forma más eficiente; el componente de digitalización va a tener que ser más amplio y más profundo y, también tenemos que esforzarnos por diseñar productos nuevos de microcrédito y de crédito que sean rentables en esas condiciones y que tal vez podemos servir digitalmente y, seguimos con las propuestas de valor del resto de productos”.
––Una persona que tiene una tarjeta y que tiene una deuda (y le eliminan la tarjeta), ¿entraría a hacer un arreglo de pago con el banco?
—Es bastante gente y hemos trabajado con todo el esmero y el cuidado para hacer esto de la mejor forma posible. Entonces, lo que diseñamos fue un periodo de transición, que va a ser de 70 días, donde ellos pueden seguir utilizando el producto de forma normal y le estamos anunciando con 70 días de antelación que, después de esa fecha, no lo vamos a poder seguir atendiendo con el mismo producto y, al llegar ahí, si hay un saldo financiable, eso se lo transformamos en un crédito que va a poder pagar hasta en un periodo de cinco años.
”Seguimos con las cuentas, con los productos de débito y pensando en soluciones para temas de crédito y, efectivamente, el microcrédito automático podría ser uno en los puntos de venta”.
––En la información que nos facilitaron dice que el tema de los topes de las tasas, junto con un efecto combinado de bajo crecimiento actual y esperado para este año, obliga a la entidad a este tipo de acciones. ¿Podría darnos alguna referencia a qué se refiere con bajo crecimiento?, ¿a las utilidades de este año?
—En realidad, sí estamos en un escenario desafiante, pero la principal razón y el análisis de estas 373 personas y los 11 Rapibancos está, principalmente, ligado al tema de que seguir sirviendo a estos clientes no es sostenible y tenemos que ajustar el modelo de atención.
––¿Y cuál es la proyección de caída en utilidades para este año?
—El impacto para este 2020 de la ley, en la utilidad neta, es de alrededor de 26% y, con estas acciones que mitigan costos, logramos recuperar 40% de ese 26%. Entonces sí, vamos a tener una disminución en la utilidad, tenemos un estimado de alrededor de 30% de impacto si asumimos que la situación (económica) no sigue muy negativa y que hay un rebote hacia la última parte del año.
––¿Las tarjetas que se están recortando son de los clientes más riesgosos?
—No tan así, el análisis que hicimos fue: ¿Qué nos aportan a nosotros esos clientes? Y ahí incluimos temas como baja transaccionalidad, vinculación con otros productos del Grupo (…).
”Tenemos un concepto que se llama el valor potencial del cliente, puede ser que ahorita no sea rentable y es porque tiene solo una parte de su servicio con nosotros.
”Seguimos pensando en esos clientes, que seguirán siendo clientes de cuentas de débito y de cuentas, ver cómo les ofrecemos otras soluciones de crédito”.
“El impacto para este 2020 de la ley, en la utilidad neta, es de alrededor de 26%”.
––Mucha gente se estará preguntando: ¿estaré en la lista? ¿Qué hacen las personas: llaman o esperan que les comuniquen?
—Lo primero es que estén tranquilos, porque hay hasta 70 días para la transición, pero adicionalmente les estaremos informando a todos con la información de contacto, de los correos registrados y va una nota explicándoles el tema.