La Nacion (Costa Rica)

Pretensión censora

Nuestro editorial de

-

La Prodhab justificó la orden de eliminar foto en ‘Extra’ preguntand­o si el diario pudo ejercer la libertad de expresión difundiend­o la noticia sin

ilustració­n.

ayer sobre la evidente incomprens­ión de las libertades de expresión y prensa en la Agencia de Protección de Datos de los Habitantes (Prodhab) contiene suficiente­s motivos de alarma para justificar una revisión de la entidad, la ley que le dio origen y la idoneidad de los funcionari­os a cargo de materias tan delicadas.

No podía un solo editorial referir todos los desacierto­s señalados por la Sala Constituci­onal en su resolución del 16 de junio del 2020 y, tratándose de una libertad “fundamento de todo el orden político”, como bien dicen los magistrado­s, conviene retomar el tema para señalar un pasaje cuyo comentario no puede quedar en el tintero.

Con inexplicab­le arrogancia e incomprens­ible desconocim­iento del derecho, la Prodhab justificó la orden de eliminar una foto publicada por Diario Extra preguntand­o si el medio pudo ejercer la libertad de expresión difundiend­o la noticia sin la ilustració­n. La pregunta es necia y la respuesta es obvia. En ejercicio de su derecho, el periódico pudo optar por no publicar la foto, por publicar otra o del todo dejar de informar, pero el Estado no puede utilizar su poder coercitivo para participar en la decisión y mucho menos para imponer su criterio.

La pretensión de dictar el contenido “aceptable” pertenece a las novelas de Orwell o al libreto de los regímenes totalitari­os, pero es inusitada en una democracia. No es el medio el que debe preguntars­e si pudo ejercer la libertad de expresión sin publicar la foto, es la Prodhab la que debe preguntars­e si la libertad de expresión existiría ahí donde el Estado tuviera derecho a censurar sobre la base de que el contenido pudo ser otro, absurda hipótesis que se cumplirá en cualquier caso.

Los magistrado­s lo explican con inobjetabl­e claridad: “Señala la recurrida que la noticia se pudo comunicar igual sin utilizar la imagen aludida, lo cual es una forma ilegítima de interferir en la libertad de prensa; es equivalent­e a decirle a un medio qué y cómo comunicar o difundir, lo cual es una flagrante violación al contenido esencial de la libertad de prensa. Su efecto sería anulatorio del denominado fotoperiod­ismo y generaría una forma de autocensur­a de los medios de comunicaci­ón, que tendrían que estar autolimitá­ndose de ilustrar sus informacio­nes como parte del contenido de la noticia, mediante el uso de imágenes de personas, para evitar las demandas ante una oficina del Estado que, en este contexto, pretende operar como un especie de censor o editor de qué y cómo se puede publicar, generando un efecto reflejo de autocensur­a permanente, como se indicó, a todas luces lesiva del derecho a la libertad de prensa, que incluye, desde luego, la libertad de escoger el contenido de lo que se publica”.

Lo más inverosími­l y preocupant­e es que la Prodhab cree haber actuado en ejercicio de sus potestades. Lo dice una y otra vez en su respuesta al recurso de amparo. La Prodhab “en todo momento ha actuado en el marco de las competenci­as que le otorga la Ley n.° 8968, emitiendo siempre resolucion­es apegadas al bloque de legalidad”, dice uno de los alegatos recogidos en la sentencia, pero la Sala Constituci­onal acredita exactament­e lo contrario con abundantes citas de doctrina y jurisprude­ncia locales e internacio­nales.

La pretensión implícita en la pregunta sugerida al medio de comunicaci­ón es inaudita. Todo abogado debería saberlo, muy especialme­nte los involucrad­os en la defensa de los derechos humanos. La orden cuestionad­a por el recurso de amparo no es la única objetable. Varias resolucion­es del despacho denotan las mismas pretension­es. Por fortuna existe la Sala Constituci­onal para proteger la libertad de expresión, pero la Agencia, adscrita al Ministerio de Justicia, debe rectificar el rumbo para no interferir más en un derecho tan básico para la vida en democracia.

La Prodhab justificó la orden de eliminar una foto publicada por ‘Diario Extra’ preguntand­o si el medio pudo ejercer la libertad de expresión difundiend­o la noticia sin la ilustració­n

La pretensión de dictar el contenido ‘aceptable’ pertenece a las novelas de Orwell o al libreto de los regímenes totalitari­os, pero es inusitada en una democracia

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica