Prestar oídos
Con respecto a la nota “Confinamiento sube el riesgo de ansiedad en adolescentes”, del martes 21 de julio, me permito agregar que durante la adolescencia se desarrolla la identidad personal a través de las diversas interacciones sociales. Los adolescentes están acostumbrados a ir a las instituciones educativas de lunes a viernes, reunirse con sus amigos y relacionarse con sus compañeros de clases y profesores.
También tienen una rutina, reciben clases de manera presencial y en ocasiones estas son más interactivas o participativas. De pronto, sin esperarlo, su estilo de vida cambió y se les dijo que la suspensión de clases sería por un tiempo determinado, pero este se prolongó y ahora pasa a ser indefinido.
Incluso en el ámbito familiar hay afectación, pues si no viven juntos, las visitas familiares se limitan. La nueva normalidad pasó a ser virtual, así como las clases y las compras, entre otros.
El ajuste significa una desestabilización de sus vidas, y cuando esto sucede podrían sufrir diversas crisis, que podrían agravarse debido a la incertidumbre.
Por tanto, si un adolescente le comenta sus preocupaciones, no lo tome como que quiere llamar la atención, por el contrario, dedíquele tiempo, bríndele apoyo y un espacio para ser escuchado. Ellos están aprendiendo y reforzando las herramientas necesarias para seguir adelante.
Ana Lucía Núñez Picado san José