Gobierno 1998-2002 sí se atrevió a presentar reformas para el IVM
El Régimen de Pensiones de In‑ validez, Vejez y Muerte (IVM) es el fundamento de nuestra seguridad social. Con la Ley de Protección al Trabajador le dimos el mayor apoyo a la seguridad social desde la creación, junto con la Caja Costarricense de Se‑ guro Social (CCSS), en 1941.
El editorial de La Nación del 23 de agosto señala que, como es cierto, para garanti‑ zar la solvencia del sistema, ahora es insuficiente la mo‑ dificación de los beneficios del régimen.
También asevera que en el pasado esas medidas pudieron haber sido mucho más efica‑ ces para solucionar el proble‑ ma financiero del IVM.
Pero de inmediato afirma que en ese pasado nadie se atrevió a sugerir la modifica‑ ción de los beneficios “por te‑ mor a las obvias repercusiones políticas”. Eso no es acorde con los hechos. Nosotros sí lo hicimos.
Se difundió en su tiempo, y consta en mi obra del 2003 La solución costarricense, que después de la puesta en mar‑ cha de la Ley de Protección al
Trabajador tan solo quedaban pendientes, en cuanto a la se‑ guridad social básica, lo que entonces eran pequeños ajus‑ tes en la edad de retiro y en las contribuciones al Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte de la CCSS.
Los estudios esenciales fue‑ ron preparados para la aproba‑ ción de la Junta Directiva de esa institución, a fin de garan‑ tizar la solvencia y solidez de nuestro sistema de seguridad social para el siglo XXI.
En el período entre las elec‑ ciones y el cambio de poderes —por respeto a la instituciona‑ lidad democrática— se le co‑ municaron al gobierno electo las medidas y se le ofreció apro‑ barlas para asumir “las obvias repercusiones políticas”. Pero la oferta no fue aceptada.