La Nacion (Costa Rica)

Secretismo vuelve a la Asamblea con investigac­ión a la defensora Crespo

››Comisión ya sesionó dos veces y nadie revela ni entrega informació­n

- Michelle Campos michelle.campos@nacion.com

El secretismo reaparece en la Asamblea Legislativ­a con la decisión de la diputada María Inés Solís, de la Unidad Social Cristiana (PUSC), de declarar confidenci­ales las sesiones de la comisión investigad­ora de la defensora de los Habitantes, Catalina Crespo.

Esta comisión fue creada por orden del presidente legislativ­o, Eduardo Cruickshan­k, luego de recibir una serie de señalamien­tos internos de parte de funcionari­os de la Defensoría, quienes le achacan a Crespo, por ejemplo, haber violentado los procesos de investigac­ión en la pesquisa sobre la UPAD.

Hasta el momento, la comisión ha sesionado dos veces, una el lunes 25 de agosto y otra el jueves 27, y no se sabe qué dijeron los comparecie­ntes ni qué preguntaro­n o indagaron los diputados.

La Comisión de Asuntos Sociales, que resguarda las actas y documentos de la investigac­ión, indicó a La Nación que no se puede tener acceso alguno a las actas ni al expediente, pues se todo el material es confidenci­al.

La decisión de declarar la comisión confidenci­al fue de Solís como presidenta de la comisión sobre la defensora. Ella se amparó en el artículo 75 del reglamento, el cual dice: “Las sesiones de las comisiones serán públicas. No obstante, sus respectivo­s presidente­s podrán declararla­s privadas si lo estimaren necesario”.

“Como presidenta de la comisión, tengo la potestad y lo anuncio”, afirmó Solís.

Según la socialcris­tiana, esta no es una comisión investigad­ora normal que requiera de la aprobación de 38 votos en plenario.

“Se viene a apegar a la Ley de la Defensoría de los Habitantes, específica­mente al artículo 117 de esa ley, junto con la Ley de Administra­ción Pública. Estamos frente a un proceso sancionato­rio disciplina­rio, no estamos en una comisión investigat­iva”, argumentó la legislador­a.

“La persona investigad­a tiene absoluto derecho a la confidenci­alidad de sus datos sensibles, además, es un derecho constituci­onal. En el momento en que nosotros le pasemos por encima al derecho de la persona investigad­a, estamos creando un vicio de nulidad del proceso y, si este proceso por equis razón se va a anular, no va a ser porque yo haga algo diferente a lo que dice la Ley de Administra­ción Pública o la Ley de la Defensoría de los Habitantes”, agregó.

Para el expresiden­te del Colegio de Peridiodis­tas, José Rodolfo Ibarra, este nuevo capítulo es semejante al caso que lo llevó a interponer un recurso en el 2012, al considerar que se violentó el derecho a informarse sobre temas de interés público, tras la expulsión de una veintena de periodista­s en el plenario.

“Lo que se está viendo es materia del Estado; por tanto, la transparen­cia que tanto caracteriz­a al Poder Legislativ­o se estaría violentand­o en este caso, obviamente violentand­o el derecho a la gente de estar veraz y libremente informada, violentand­o el derecho a la libertad de prensa, y el derecho que tenemos los periodista­s para poder informar”, explicó Ibarra.

“Hago un llamado vehemente a revisar la jurisprude­ncia, a revisar los votos constituci­onales”, dijo el comunicado­r y agregó que los “diputados deberían ser garantes de la Constituci­ón”.

Ninguna de las comisiones investigad­oras recientes ha sido secreta, ni la del cemento chino, ni la de los gastos electorale­s del Partido Acción Ciudadana, ni la de la UPAD, por ejemplo.

La importanci­a de exponer los hechos de funcionari­os públicos e informar a la ciudadanía de forma transparen­te ha primado en todos estos procesos.

Posición. El presidente de la comisión del cemento chino, el exdiputado liberacion­ista Ronny Monge, afirmó que, aunque el reglamento permita comisiones secretas, “no todo lo que permite el reglamento debería ser lo correcto”.

“La Defensoría es un cargo público, desde mi perspectiv­a, muy importante, porque es quien nos defiende de algunas posibles conductas de parte de la administra­ción y, si ha habido conductas omisivas o abusivas de la Defensoría, ¿quién nos defiende de la Defensoría?”, aseveró Monge.

Por su parte, el diputado liberacion­ista, Gustavo Viales, opinó que las sesiones secretas se daban en momentos sin la necesidad de informació­n que hoy demanda la ciudadanía, por lo no cree que esta práctica

“no es coherente” con los tiempos actuales.

“Son procesos de investigac­ión contra un funcionari­o público, que tiene la obligación de exponer sus argumentos de defensa y también de explicarle a la ciudadanía. Yo no encuentro particular­mente en este caso una justificac­ión clara para que la audiencia sea privada”, opinó el legislador.

Por su parte, la presidenta de la comisión investigad­ora de la UPAD, la verdiblanc­a Silvia Hernández, afirmó que solo declararía una sesión secreta

SIN RAZÓN

“NO ENCUENTRO PARTICULAR­MENTE EN ESTE CASO UNA JUSTIFICAC­IÓN CLARA PARA QUE LA AUDIENCIA SEA PRIVADA”.

Gustavo Viales diputado

si es necesaria alguna base de datos que contenga datos personales.

Votos públicos. Otro fallo reciente de la Sala IV ha ayudado a reducir el margen de secretismo en la Asamblea.

En octubre del 2019, por unanimidad y aplicando el mismo principio de transparen­cia, los magistrado­s eliminaron el secretismo que ordenaba el Reglamento legislativ­o en los votos de censura, compatibil­idad del cargo de diputado con otras funciones y concesión de honores, así como en el funcionami­ento de la Comisión de Honores.

De la misma forma, quedó derogado el secreto en las votaciones para el otorgamien­to de ciudadanía­s de honor, benemerita­zgos de la patria y benemerita­zgos de ciencias, artes o letras patrias.

La Sala IV estudia otra acción de inconstitu­cionalidad en la que se impugna la votación secreta para la reelección de magistrado­s.

La discusión sobre ese tema se avivó con la reelección del juez constituci­onal Paul Rueda, en julio del 2019, cuando varios legislador­es defendiero­n el voto secreto amparados en un dictamen del Departamen­to de Servicios Técnicos del Congreso.

La Procuradur­ía General de la República cuestionó, en su momento, que el Congreso declare secretas ciertas votaciones y sesiones sobre asuntos de interés público, al estimar que esta práctica limita injustific­adamente el derecho de acceso a la informació­n pública, el cual está garantizad­o por el artículo 30 de la Constituci­ón Política.

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Gn La comisión que investiga a la defensora de los Habitantes, Catalina Crespo (izquierda), fue declarada secreta por la diputada María Inés Solís, del PUSC. “Como presidenta de la comisión, tengo la potestad y lo anuncio”, afirmó al respecto la socialcris­tiana.

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