Los Ruiz harán realidad sueño de su ‘papi’, el abuelo Rubén
››Él quería verlos jugar profesionalmente, aunque con colores distintos
Hace 30 años, Bryan Ruiz y Yendrick Ruiz compartían, como niños, en un humilde equipo de San Felipe de Alajuelita llamado Los Nietos del Abuelo. Ahí, junto a un primo y su hermano menor, Rolbin, eran la base de la famosa escuadra de liga menor.
Aquel plantel dominaba los diferentes torneos de la zona con facilidad, sobre todo por el aporte de dos jugadores: Bryan y Yendrick. El entrenador de aquel club de niños era don Rubén González, su abuelo y a quien ellos llaman “papi”.
Ahora, tres décadas después de aquel juego de niños, los dos principales talentos de ese cuadro se volverán a ver las caras; empero, no en el mismo equipo, sino frente a frente.
Bryan Ruiz defenderá los colores de Alajuelense, mientras que Yendrick Ruiz, los de Herediano, este sábado, a las 8 p. m., en el Cuty Monge.
La presencia de Bryan y Yendrick en un mismo terreno de juego es el sueño que siempre han tenido en la casa de ambos, aunque lo ideal era verlos con la misma camisa, como ya sucedió con la Selección Nacional, el 15 de agosto del 2013 contra República Dominicana.
“Mis abuelos viven en San Felipe de Alajuelita. En un play de la zona, íbamos a jugar. Con tres o cuatro años, él ya nos llevaba de la mano con un balón de fútbol. Él siempre quiso que alguien fuera profesional”, recordó Yendrick.
“Yo quería un jugador formado por mí y ojalá fuera alguien de la familia”, agregó don Rubén.
El estadio de Alajuelita fue el escenario donde comenzó la carrera de los dos. En ese terreno de juego, Yendrick Ruiz empezó como volante de contención y Bryan como ese futbolista diferente, el habilidoso que resolvía cualquier duelo.
“Nosotros jugábamos para divertirnos, pero, bueno, si había que darle la bola a alguien para ganar, era a Bryan”, contó entre risas Yendrick.
Por su parte, el capitán de la Selección Nacional reveló que para aquellas épocas, su hermano no era delantero, sino más bien un “perro de traba” de la zona medular.
Aunque físicamente no era el más dotado, el goleador del Team no se arrugaba cuando peleaba una pelota.
“Yendrick no era delantero, era contención, y le decían cuecha loca, porque pasaba solo en el piso. Yendrick se pasaba gorreando a Rolbin (risas). Sorry, Yen”, dijo Bryan.
Juntos, estos dos protagonistas también vivieron alegrías y tristezas en el plano deportivo. Por ejemplo, de la mano los dos intentaron llegar a un equipo más profesional por primera vez; empero, ninguno de los dos llenó el ojo de Carlos Santana y Enrique Rivers, ambos visores del Saprissa en la juventud de los hermanos.
“Yo los llevé a Saprissa, pero los vieron llegar y los veían como diciendo: ‘Vea aquella menudencia’, y no los dejaron”, recordó don Rubén González.
Por su parte, Yendrick añadió: “No nos aceptaron y salió la oportunidad de ir a la Liga, las cosas salieron bien y nos quedamos”.
Entre los hermanos Ruiz, nunca han escondido la admiración que se tienen, es un sentimiento mutuo.
“Nunca fue fácil para nosotros. En el caso de Bryan, él desde pequeño luchó por ir a un Mundial, estar en la Selección, jugar en Europa, ser capitán de la Selección, y lo logró”, reflexionó Yendrick.
Los hermanos viven un juego especial para ellos y sus familias. Normalmente, con Bryan en el exterior, los Ruiz González vestían los colores rojiamarillos. Ahora se enfrentarán.
La semana en Alajuelita, ciudad de donde son, ha sido diferente, Yendrick prometió cuidarse para estar disponible para jugar contra su hermano, luego de una dolencia muscular. En las comidas en casa de su madre, doña Rosa, o donde sus abuelos, solo se habla de que ojalá ya sea sábado a las 8 p. m., para que el sueño de don Rubén se haga realidad en una cancha tica: dos nietos jugando profesionalmente. DECLARACIONES BRYAN RUIZ: 10 AÑOS LEJOS DEL BARRIO Y el Programa #LOQUENOSESABE SOBRE BRYAN RUIZ.