Rastro de sangre liga a vecino con desaparición de Allison
OIJ descubrió en auto de sujeto de Ujarrás gotas que coinciden con ADN de la joven
Un rastro de sangre encontrado dentro de un vehículo se convirtió en pieza clave para vincular a su propietario, de apellidos Sánchez Ureña, con la desaparición y el posible asesinato de Allison Pamela Bonilla Vásquez.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informó de que los trabajos que hicieron como parte del caso les permitieron establecer que este sujeto, al parecer, fue el último en tener contacto con la joven de 18 años antes de que se perdiera el rastro de su paradero, el 4 de marzo.
La muchacha se dirigía a su casa, en urbanización Florencio del Castillo, en Ujarrás de Paraíso, Cartago, cuando fue vista por última vez.
Ese día, ella se bajó de un bus, le avisó a su mamá que ya se encontraba cerca y alertó, por medio de un audio, a su novio, Harold Segura Solano, de que unos “pintiticas” la perseguían.
Sin embargo, nunca llegó a su vivienda y por ello, el 5 de marzo, su familia interpuso la denuncia.
Ese mismo día, en las labores de búsqueda, se localizaron unos anteojos medicados que pertenecían a Bonilla. Por ello, la Policía Judicial trabajó en toda la zona y fue así como dio con un rastro de sangre de 140 metros que condujo a una finca.
A partir de eso, se realizaron estudios de perfilado, entrevistas a personas y análisis de datos, manifestó el director del OIJ, Wálter Espinoza.
Después de analizar la información, identificaron a Sánchez como un potencial sospechoso, por eso, el 26 de marzo, allanaron su vivienda, ubicada en Ujarrás.
Ahí decomisaron un automóvil, el cual fue llevado a laboratorios especializados para realizar los análisis criminalísticos correspondientes.
“Logramos ubicar, dentro del automotor, sangre que era compatible con el ADN de la joven, al igual que el rastro que se había localizado el 5 de marzo, cerca de donde estaban sus anteojos.
”Por ello, seguimos con prueba científica y de orden técnico para la investigación y ayer (miércoles 2 de setiembre) se detuvo a Sánchez, un vecino de la zona, de 28 años”, explicó Espinoza.
Posible homicidio. En una declaración enviada a los medios de comunicación, el jerarca judicial reconoció que, a partir de ahora, los trabajos están dirigidos a hallar el cadáver de la muchacha, ya que todo apunta a un crimen.
“La hipótesis de trabajo se identifica con un homicidio”, dijo Espinoza, quien admitió que en el caso ha sido vital la comunicación con la familia.
Precisamente, este jueves por la tarde, un grupo de agentes del OIJ se movilizó hasta San Jerónimo de Cachí, en Paraíso, Cartago, después de recibir un informe sobre el presunto paradero del cuerpo de Allison.
La comunidad de San Jerónimo queda camino a Tucurrique de Jiménez y, según algunas personas de la zona, en el trayecto hay un botadero clandestino.
Es ahí donde los agentes judiciales hicieron un primer descenso; no obstante, por la cantidad de basura que hay en el sitio, la labor se complicó y ellos reconocieron que podría extenderse hasta este viernes.
Como parte del trabajo articulado, también hubo funcionarios de la Fuerza Pública y de la Cruz Roja, quienes colaboraron con las autoridades.
Trascendió que Sánchez, conocido como Sukia, fue quien indicó el sitio donde se encontraba el cuerpo, pero esa versión no fue confirmada por las autoridades.
La Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos realizó la indagatoria del sospechoso la mañana de ayer, por lo que en las siguientes horas estaba previsto que el joven fuera pasado al Juzgado Penal de Cartago para la audiencia de solicitud de medidas cautelares.
Hasta ahora, no se sabe cuáles medidas pedirá la representación fiscal. Sin embargo, está confirmado que Sánchez figurará como sospechoso de homicidio calificado.
De momento, las autoridades no se han referido al móvil del crimen.
El caso permanece en investigación bajo el expediente 20000825-058-PE.
COLABORARON
“la Hipótesis de TRABAJO se identifica CON Un Homicidio”.
Wálter Espinoza director del OIJ