BCCR: Negociación con FMI será ágil, concreta y tardará dos semanas
Las conversaciones del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) serán muy ejecutivas, aterrizadas, y en un plazo de dos semanas estarán concluidas.
Así lo estima Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), quien será uno de los altos jerarcas estatales que se sentarán, al final de setiembre, a negociar con el organismo multilateral un financiamiento por $1.750 millones por los próximos tres años.
“Las negociaciones tendrán que ser muy aterrizadas, muy concretas y relativamente ágiles. Estas negociaciones normalmente se concluyen en un periodo de dos semanas. De manera que hay que moverlas con agilidad, seriedad y responsabilidad”, confirmó Cubero a La Nación.
El jerarca, quien es el representante del país ante el FMI, también explicó que el Gobierno solicitó un financiamiento mediante la figura denominada facilidad de fondo ampliada (Extended Fund Facility, EFF), en vez de un acuerdo stand-by, pues así lo sugirió el organismo al país.
“El equipo técnico del Fondo nos indica que el EFF es más apropiado para el plazo que solicitamos, que es de tres años. Inicialmente, nos habían indicado que se podría hacer con un acuerdo stand-by, pero en los últimos días nos indicaron que veían más factible utilizar este otro instrumento, que es de más largo plazo”, explicó Cubero.
El EFF es para atender problemas de largo plazo, más estructurales, mientras que el stand-by está diseñado para problemas de corto plazo, típicamente un choque fuerte en la balanza de pagos (una caída en ingresos externos por turismo, por ejemplo).
Consolidación fiscal. Sobre la propuesta que llevarán al FMI, Cubero enfatizó en que se iniciarán las conversaciones con un planteamiento concreto para la agenda de consolidación fiscal del país.
El Gobierno costarricense envió, el 30 de agosto, la solicitud formal al Fondo para comenzar las negociaciones, luego de que en el Congreso se aprobara el crédito rápido por $508 millones. La misiva la enviaron Cubero y Elian Villegas, ministro de Hacienda, a Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI.
El objetivo del Poder Ejecutivo es que un acuerdo con ese organismo internacional ayudaría a atender las necesidades de apoyo presupuestario y de balanza de pagos del Gobierno Central, ante la caída de ingresos corrientes generados por la pandemia.
“El acuerdo brindaría un ancla de política para nuestros planes de consolidación fiscal durante el periodo necesario para lograr un superávit primario y colocar la deuda en una clara trayectoria descendente”, señala la carta.
El Poder Ejecutivo se comprometió con el Fondo, en abril anterior, cuando se aprobó el crédito por $508 millones, a llevar el nivel de endeudamiento público al 50% del producto interno bruto (PIB) en el 2034.
La proyección del FMI a comienzos de año fue que la deuda pública cierre, en el 2020, en el 67,2% del PIB y que alcance el 70% de la producción en el 2023, en parte por las consecuencias de la pandemia.
Pero la profundización del impacto ocasionado por la crisis sanitaria llevó a Hacienda a proyectar un mayor deterioro. La nueva previsión, que incluye el impacto de la pandemia, implica que la deuda pública sea del 70,2% de la producción para 2020, en lugar del 61% previsto en enero anterior, en las estimaciones del Programa Macroeconómico 2020-2021.