Fiscalía de El Salvador investiga pacto entre Bukele y pandilla MS-13
››mandatario logró reducir crímenes y apoyo electoral a cambio de privilegios, reveló ‘el Faro’
SAN SALVADOR. GDA. El fiscal general de El Salvador, Raúl Melara, anunció el viernes que investigará las negociaciones entre el gobierno de Nayib Bukele y la Mara Salvatrucha (MS-13) para reducir homicidios y favores electorales a cambio de privilegios, según lo estableció el periódico digital El Faro.
“Si nosotros descubrimos legalmente, y tras las investigaciones que haga la Fiscalía, que hay personas que están aprovechando para negociar con pandilleros, los vamos a procesar, no importa quién sea”, dijo Melara ayer en una breve intervención televisiva.
Sin embargo, el fiscal general tildó de “rumores” la publicación del medio, que logró documentar con los libros de novedades y reportes de inteligencia penitenciaria que desde hace un año han existido reuniones entre miembros del Ejecutivo con jefes de pandillas recluidos en centros penitenciarios.
“Hay políticos y expolíticos procesados por negociaciones con pandillas. Han surgido rumores que se está dando nuevamente esta situación y vamos a investigar, nadie puede aprovecharse de la institucionalidad para negociar con terroristas”, reiteró Melara.
De acuerdo con la publicación periodística, el gobierno de Bukele ha mantenido negociaciones con la pandilla MS13 desde que llegó al poder en junio del 2019. Los documentos señalan ingresos irregulares del director de Centro Penales, Osiris Luna, a dos cárceles de máxima seguridad acompañado de encapuchados sin identificar, para sostener reuniones con cabecillas de la pandilla.
El Faro documentó unas 14 de esas reuniones; el director de Tejido Social, Carlos Marroquín, habría participado en algunas de ellas.
Marroquín ha sido señalado por tener un encuentro con pandilleros en el 2015, cuando Bukele era alcalde de San Salvador. El actual ministro de Gobernación y candidato a alcalde capitalino por Nuevas Ideas, Mario Durán, también fue fotografiado esa vez.
Por esas reuniones, en el 2019 un juez recomendó a la Fiscalía incluir a Marroquín y Durán en una investigación sobre negociaciones de políticos con pandillas.
Concesiones. De acuerdo con la investigación periodística basada en documentos oficiales, uno de los beneficios que el gobierno ha cedido a los pandilleros es permitir la venta de comida rápida dentro de las prisiones, así como el traslado de algunos custodios que los pandilleros consideraban “agresivos”.
Además, dio marcha atrás a la medida de mezclar a miembros de pandillas rivales en las celdas, una de las medidas más reivindicadas por el gobierno este año.
El acuerdo, según El Faro, también contendría una promesa de los funcionarios a los pandilleros: “Reblandecer el régimen de máxima seguridad, derogar leyes y dar a los pandilleros beneficios en caso de que el gobierno logre control del Legislativo” luego de las elecciones del 2021.
Bukele lo niega. Desde la noche del jueves, Bukele negó las negociaciones. El mandatario publicó una serie de tuits en los que se desligó de la situación: “¿Por qué no hay vídeos, fotos, audios, investigaciones formales, juicios, requerimientos fiscales, ni nada, de la supuesta tregua?”, publicó.
“¿Nos acusan de violar derechos humanos de los terroristas y ahora dicen que les damos privilegios?”, agregó y pidió pruebas de “uno solo” de los privilegios recibidos por los pandilleros.
El director de Centros Penales también reaccionó a la publicación. Osiris Luna dijo que se trata de una noticia “tendenciosa” que “quiere llegar a hacer politiquería para desvirtuar un Plan Control Territorial que se ha hecho con todas las de la ley y con todas las fuerzas vivas del país”.
Luego organizó una visita guiada a un grupo de periodistas para que pudieran “constatar” que el Gobierno no ha dado beneficios a los pandilleros recluidos.
Mientras tanto, Carlos Marroquín no se enfocó en la veracidad de los documentos que sustentan la nota sino que los atribuyó a funcionarios que quedaron de la administración anterior. “La nota es muy tediosa, ni la leí”, señaló.
En abril, después de varios días de violencia callejera en los que murieron más de 60 personas, Bukele ordenó que los miembros de pandillas rivales fueran mezclados en celdas, ordenó la instalación de láminas metálicas para sellar celdas y evitar que los presos pudieran comunicarse con personas afuera y distribuyó fotografías de pandilleros en calzoncillos y obligados a sentarse en el suelo, a horcajadas, uno detrás del otro.
“Dejen de matar inmediatamente o los que pagarán las consecuencias serán ustedes mismos y sus homeboys. Están cerca de ustedes, de sus casas, de sus caletas, les quedan algunas horas”, dijo en un tuit en esos momentos.
Bukele se refirió a esas acciones el viernes señalando que las versiones de que estaba negociando con una pandilla eran absurdas, incluso vinculándolas a las declaraciones de preocupación por sus duras acciones expresadas por representantes de Naciones Unidas y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Según datos oficiales, entre el 1.° de enero y el 2 de setiembre hubo 829 homicidios, una reducción del 56% en relación al mismo periodo del 2019.
En el 2012, el Gobierno del expresidente Mauricio Funes negoció con los cabecillas de la MS-13 y las dos facciones del Barrio 18 una reducción drástica de los homicidios a cambio de beneficios carcelarios.