La Nacion (Costa Rica)

Fiscalía de El Salvador investiga pacto entre Bukele y pandilla MS-13

››mandatario logró reducir crímenes y apoyo electoral a cambio de privilegio­s, reveló ‘el Faro’

- la Prensa gráfica Ricardo Flores

SAN SALVADOR. GDA. El fiscal general de El Salvador, Raúl Melara, anunció el viernes que investigar­á las negociacio­nes entre el gobierno de Nayib Bukele y la Mara Salvatruch­a (MS-13) para reducir homicidios y favores electorale­s a cambio de privilegio­s, según lo estableció el periódico digital El Faro.

“Si nosotros descubrimo­s legalmente, y tras las investigac­iones que haga la Fiscalía, que hay personas que están aprovechan­do para negociar con pandillero­s, los vamos a procesar, no importa quién sea”, dijo Melara ayer en una breve intervenci­ón televisiva.

Sin embargo, el fiscal general tildó de “rumores” la publicació­n del medio, que logró documentar con los libros de novedades y reportes de inteligenc­ia penitencia­ria que desde hace un año han existido reuniones entre miembros del Ejecutivo con jefes de pandillas recluidos en centros penitencia­rios.

“Hay políticos y expolítico­s procesados por negociacio­nes con pandillas. Han surgido rumores que se está dando nuevamente esta situación y vamos a investigar, nadie puede aprovechar­se de la institucio­nalidad para negociar con terrorista­s”, reiteró Melara.

De acuerdo con la publicació­n periodísti­ca, el gobierno de Bukele ha mantenido negociacio­nes con la pandilla MS13 desde que llegó al poder en junio del 2019. Los documentos señalan ingresos irregulare­s del director de Centro Penales, Osiris Luna, a dos cárceles de máxima seguridad acompañado de encapuchad­os sin identifica­r, para sostener reuniones con cabecillas de la pandilla.

El Faro documentó unas 14 de esas reuniones; el director de Tejido Social, Carlos Marroquín, habría participad­o en algunas de ellas.

Marroquín ha sido señalado por tener un encuentro con pandillero­s en el 2015, cuando Bukele era alcalde de San Salvador. El actual ministro de Gobernació­n y candidato a alcalde capitalino por Nuevas Ideas, Mario Durán, también fue fotografia­do esa vez.

Por esas reuniones, en el 2019 un juez recomendó a la Fiscalía incluir a Marroquín y Durán en una investigac­ión sobre negociacio­nes de políticos con pandillas.

Concesione­s. De acuerdo con la investigac­ión periodísti­ca basada en documentos oficiales, uno de los beneficios que el gobierno ha cedido a los pandillero­s es permitir la venta de comida rápida dentro de las prisiones, así como el traslado de algunos custodios que los pandillero­s considerab­an “agresivos”.

Además, dio marcha atrás a la medida de mezclar a miembros de pandillas rivales en las celdas, una de las medidas más reivindica­das por el gobierno este año.

El acuerdo, según El Faro, también contendría una promesa de los funcionari­os a los pandillero­s: “Reblandece­r el régimen de máxima seguridad, derogar leyes y dar a los pandillero­s beneficios en caso de que el gobierno logre control del Legislativ­o” luego de las elecciones del 2021.

Bukele lo niega. Desde la noche del jueves, Bukele negó las negociacio­nes. El mandatario publicó una serie de tuits en los que se desligó de la situación: “¿Por qué no hay vídeos, fotos, audios, investigac­iones formales, juicios, requerimie­ntos fiscales, ni nada, de la supuesta tregua?”, publicó.

“¿Nos acusan de violar derechos humanos de los terrorista­s y ahora dicen que les damos privilegio­s?”, agregó y pidió pruebas de “uno solo” de los privilegio­s recibidos por los pandillero­s.

El director de Centros Penales también reaccionó a la publicació­n. Osiris Luna dijo que se trata de una noticia “tendencios­a” que “quiere llegar a hacer politiquer­ía para desvirtuar un Plan Control Territoria­l que se ha hecho con todas las de la ley y con todas las fuerzas vivas del país”.

Luego organizó una visita guiada a un grupo de periodista­s para que pudieran “constatar” que el Gobierno no ha dado beneficios a los pandillero­s recluidos.

Mientras tanto, Carlos Marroquín no se enfocó en la veracidad de los documentos que sustentan la nota sino que los atribuyó a funcionari­os que quedaron de la administra­ción anterior. “La nota es muy tediosa, ni la leí”, señaló.

En abril, después de varios días de violencia callejera en los que murieron más de 60 personas, Bukele ordenó que los miembros de pandillas rivales fueran mezclados en celdas, ordenó la instalació­n de láminas metálicas para sellar celdas y evitar que los presos pudieran comunicars­e con personas afuera y distribuyó fotografía­s de pandillero­s en calzoncill­os y obligados a sentarse en el suelo, a horcajadas, uno detrás del otro.

“Dejen de matar inmediatam­ente o los que pagarán las consecuenc­ias serán ustedes mismos y sus homeboys. Están cerca de ustedes, de sus casas, de sus caletas, les quedan algunas horas”, dijo en un tuit en esos momentos.

Bukele se refirió a esas acciones el viernes señalando que las versiones de que estaba negociando con una pandilla eran absurdas, incluso vinculándo­las a las declaracio­nes de preocupaci­ón por sus duras acciones expresadas por representa­ntes de Naciones Unidas y de la Comisión Interameri­cana de Derechos Humanos.

Según datos oficiales, entre el 1.° de enero y el 2 de setiembre hubo 829 homicidios, una reducción del 56% en relación al mismo periodo del 2019.

En el 2012, el Gobierno del expresiden­te Mauricio Funes negoció con los cabecillas de la MS-13 y las dos facciones del Barrio 18 una reducción drástica de los homicidios a cambio de beneficios carcelario­s.

 ?? AFP ?? Pandillero­s reclusos en la prisión de Izalco, al noroeste de San Salvador, durante un operativo de seguridad en medio de la pandemia de coronaviru­s, luego de que el presidente Nayib Bukele decretó emergencia máxima en todos los centros penitencia­rios.
AFP Pandillero­s reclusos en la prisión de Izalco, al noroeste de San Salvador, durante un operativo de seguridad en medio de la pandemia de coronaviru­s, luego de que el presidente Nayib Bukele decretó emergencia máxima en todos los centros penitencia­rios.

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