La Nacion (Costa Rica)

Crisis sanitaria acelera mora y deteriora préstamos

74% de créditos se consideran ‘buenos’, hace un año era 80%

- Óscar Rodríguez A. oscar.rodriguez@nacion.com Efecto en entidades

››Efecto covid-19 en economía y más desempleo afectan cartera de entidades

La crisis de la covid-19 provocó que se acelerara el deterioro de la cartera de crédito de las entidades financiera­s y se comenzara a incrementa­r la morosidad de los deudores.

A julio anterior, el 74% del saldo de los préstamos otorgados en el sistema financiero nacional estaba catalogado como de poco riesgo o cartera buena. Sin embargo, 12 meses antes era el 80%, según la Superinten­dencia General de Entidades Financiera­s (Sugef).

La porción de crédito en buen estado se mantuvo, en valores cercanos a este último porcentaje, hasta febrero pasado. A partir de ese momento comenzó a reducirse, muestra la informació­n de la Superinten­dencia.

A los efectos económicos de la covid-19 se unen otras razones que se arrastraba­n previo a la pandemia, pero se profundiza­ron aún más, como el el alto desempleo y el escaso crecimient­o del crédito, explicó Bernardo Alfaro, el pasado 28 de agosto, previo a su salida de Sugef.

“La pandemia aún no impacta de modo importante en los niveles de cartera al día o en morosidad. Esto se debe a que una operación prorrogada o readecuada, por efecto covid-19, que se encontraba al día antes de la crisis, seguirá mostrando cero días de atraso”, advirtió Alfaro.

Además, destacó que para las entidades financiera­s la manera de protegerse de los efectos de la crisis es la constituci­ón de provisione­s para créditos malos, y una mayor holgura patrimonia­l permitirá resistir la crisis.

Para determinar la cartera de crédito en buen estado, la Sugef mide la proporción que representa­n las operacione­s de crédito al día y con atraso máximo de 90 días, sobre el activo productivo.

A julio, las entidades financiera­s tenían colocado un saldo de ¢20,8 billones en créditos a hogares y empresas, es decir casi un 2% menos frente a los ¢20,5 billones al mismo periodo del 2019.

En el caso de la mora, el indicador se ubicó en 2,56% en todo el sistema financiero, en julio pasado, y registró un incremento respecto a los meses previos, luego de que se comenzaran a eliminar las prórrogas en pagos de deudas en algunos bancos.

El indicador estaba en 2,44% previo a la pandemia y las medidas de restricció­n implementa­das, y en 2,36% doce meses antes de julio anterior.

La morosidad es el porcentaje del saldo de crédito con más de 90 días de atraso en el pago y en cobro judicial. Para la Sugef, el porcentaje de normalidad de la cartera de crédito es cuando la mora llega hasta el 3%.

Por institucio­nes financiera­s, los bancos públicos y privados con mayor peso en el sistema financiero tuvieron una desmejora en sus carteras. Pero el Banco Popular reportó el retroceso más relevante.

En julio anterior, la cartera menos riesgosa de la entidad representa­ba el 64%, frente al 80% en el mismo periodo del año 2019. Mientras que, a inicio de este año, era del 70%, según datos de Sugef.

Maurilio Aguilar, director de Riesgo Corporativ­o de la entidad, explicó que el impacto en la entidad se genera por la estructura de clientes de la institució­n, pues se concentra en asalariado­s (públicos y privados), trabajador­es independie­ntes; y micro, pequeñas y medianas empresas.

“En los últimos meses, se han incrementa­do los atrasos en los pagos de las cuotas de los préstamos; sin embargo, nuestras carteras de crédito tienen un nivel adecuado de cobertura de estimacion­es y se encuentran altamente diversific­adas”, explicó Aguilar.

La entidad está entre las que más se elevó el indicador de mora en los últimos meses. En julio se ubicó en 3,14% comparado con el 2,37%, 12 meses antes.

En el caso del Banco de Costa Rica (BCR), la entidad pública estuvo entre las que más se elevó la mora. En julio se ubicó en 3,94% es decir casi un punto porcentual más frente al mismo periodo del año pasado.

“La morosidad se afecta porque a pesar de que BCR construyó una serie arreglos específico­s para sus clientes, bajo los cuales se instrument­alizan las readecuaci­ones o prórrogas, las condicione­s de otros deudores se han ido deterioran­do y teniendo efecto en el indicador”, detalló Douglas Soto, gerente del BCR.

El jerarca enfatizó que si los efectos de la pandemia se prolongan haya más incidencia en el indicador.

En el Banco Nacional (BNCR) informaron que la desacelera­ción económica, en el último año, provocó una reducción en el saldo de la cartera de crédito de 2,77%, con lo cual se aceptan indicadore­s de la entidad.

La mora para el BNCR se ubicó en 3,81%, en julio pasado, y la cartera con poco riesgo, según la medición de Sugef, fue de 71,1% casi seis puntos por debajo comparado con un año antes.

“El indicador de mora mayor a 90 días presenta un crecimient­o de 0,43 puntos porcentual­es debido a clientes que, antes de la pandemia ya presentaba­n problemas de pago, vieron deteriorad­a su situación ante la compleja coyuntura económica”, explicó la entidad por escrito.

En el caso de BAC Credomatic, la morosidad se ubicó en 1,98% y mostró una tendencia a reducir en el último año.

Laura Moreno, vicepresid­enta de Relaciones corporativ­as BAC Credomatic, dijo que las medidas de contención de la pandemia ayudaron a la entidad a reducir el indicador.

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RAFAEL PACHECO Granados El aumento del desempleo a raíz de la pandemia es una de las razones señaladas por las entidades financiera­s que explican el deterioro del crédito.
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FUENTE: SUGEF INFOGRAFÍA / LN
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FUENTE: SUGEF INFOGRAFÍA / LN

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