La Nacion (Costa Rica)

Preso por caso de Allison ‘acorralaba’ a mujeres

Vecinos: le gustaban muchachas más jóvenes que él

- Katherine Chaves R. y Keyna Calderón Vecina de ujarrás

redactora y correspons­al de Gn Tres días después de que un hombre, de apellidos Sánchez Ureña, confesara que asesinó a Allison Bonilla Vásquez, las preguntas que rodean el caso son muchas, pero entre ellas resaltan quién es él, cuál era su comportami­ento y cuáles eran sus costumbres.

En un recorrido que realizó un equipo de La Nación por Ujarrás de Paraíso, Cartago, donde vivían tanto el agresor como la víctima, los vecinos fueron directos: Sánchez, de 28 años y quien es conocido como Sukia, solía ser una persona aparte, antisocial y con un “gran gusto” por las muchachas más jóvenes que él, a quienes solía “acorralar” por redes sociales.

Precisamen­te, una de las muchachas a las que él contactó fue Allison Bonilla. Según recordó su tía, Xiomara Vásquez, el mensaje él se lo envió una semana antes del 4 de marzo, día en el que la joven desapareci­ó cuando regresaba a su vivienda.

Él le preguntó que por qué ella no le hablaba, que si le caía mal, a lo que la muchacha le respondió que no le caía ni bien ni mal “porque era una persona con la que nunca había tenido una conversaci­ón antes”, puntualizó Vásquez, quien agregó que, hasta donde tiene entendido, él se dedicaba a vender frutas en San José.

Otra de las jóvenes a las que supuestame­nte Sánchez contactó fue la hija de una lugareña llamada Cindy Valverde, quien también reside en Ujarrás de Paraíso. Esta muchacha tiene 17 años.

“Obviamente, uno escucha muchos comentario­s, de que sí, que les llevaba ganas a las chiquillas y cosas así (...), a varias chiquillas del barrio, como mi hija, que tiene una edad parecida a la de Allison. Era con las compañerit­as de crianza de Allison, se podría decir”, afirmó la mujer.

Detalló que, por ejemplo, su hija le contó que, “antes de lo de Allison (la desaparici­ón), (él) era muy de estarle mandando ‘Hola’ por Messenger (de Facebook). Ella lo bloqueaba y así, era como una necedad. Pero mi hija no le daba pelota. Ella siempre ha sido muy desconfiad­a y, más bien, cuando algo así pasa, inmediatam­ente me llama y me enseña”.

Agregó que “nunca tuvo la oportunida­d” de reclamarle al sujeto puesto que, las pocas veces que lo veía, él iba en su carro.

Sobre este comportami­ento, otra muchacha, quien pidió reservar su identidad por temor, dijo que sí es de “conocimien­to del barrio” que él les escribía a las muchachas de forma insistente y hasta les pedía que se vieran. “Eran menores que él, no sé si menores de edad, pero sí menores que él”, dijo.

El pulpero del barrio, Víctor Sandoval, por su parte, contó que él siempre vio a Sánchez acompañado de muchachas que, asumía, eran “las noviecilla­s”.

“Siempre lo vi con noviecilla­s, siempre traía a muchachas que vivían hasta en otros lados o de aquí mismo, siempre andaba acompañado en ese sentido, siempre las traía”, dijo Sandoval, quien no ocultó su impresión por lo ocurrido.

“Obviamente, uno ESCUCHA muchos Comentario­s, de Que sí, Que Les LLEVABA GANAS A LAS CHIQUILLAS Y COSAS ASÍ (...), A Varias CHIQUILLAS del barrio, COMO mi HIJA, Que tiene una edad Parecida A LA de ALLISON. era CON LAS Compañerit­as de CRIANZA de ALLISON, se PODRÍA decir”. Cindy Valverde

Desde marzo dejó de salir.

Pese a que, según los vecinos, una caracterís­tica de él, desde niño, era ser solitario, se volvió “más antisocial” después del 4 de marzo.

Para empezar, relataron, nunca se sumó a la búsqueda de la muchacha desapareci­da y eso llamó la atención, ya que todo el pueblo estaba volcado en esa misión.

Sin embargo, mencionaro­n, no le tomaron tanta importanci­a y pensaron que podía estar con algún asunto personal, ya que, justo después de ese mismo día, dejó de salir de su vivienda. Algunos, de hecho, aseguran que no lo vieron más.

Una de las personas que conversó con este medio y quien pidió reserva de su identidad por ser cercana a la familia del sospechoso, dijo que Sukia “nunca más volvió a salir” de la casa donde, en apariencia, vivía con un hermano suyo.

En ese mismo sentido, Cindy Valverde relató que, en estos seis meses, lo vio pocas veces manejando su carro. “Pero poquísimas veces”, insistió. “Iba ahí con su mal modo de siempre, porque él sociable no era. Siempre andaba malencarad­o”, dijo.

Sin embargo, ella sí se percató de que, después del allanamien­to que hizo la Policía Judicial en su casa a finales de marzo, el comportami­ento de Sánchez fue más hermético aún. “Desde que lo allanaron no lo volví a ver más”, afirmó.

Un antes y un después. Desde la desaparici­ón de Allison, el pueblo ya no es el mismo, y de eso los lugareños están consciente­s. Antes, aseguran, era un lugar “muy tranquilo”; ahora, la tensión y la desconfian­za reinan.

“Ahora, cuando se ve un vehículo que no es de la zona, uno se asusta. Cuando pasa gente que no es de la zona, aumenta la tensión. Ahora, uno espera que pase cualquier cosa aquí”, lamentó Cindy Valverde.

Otra lugareña fue más allá y dijo que la desconfian­za ahora es “pareja”. “Sea un carro conocido o desconocid­o, ya uno desconfía, hay mucho temor. Todo es diferente”, dijo.

El pulpero Víctor Sandoval indicó que, en su caso, ha tomado medidas extremas, al no dejar salir sola “para nada” a su hija de 10 años. A duras penas, dijo, deja que salga a jugar en la calle con sus amigos; eso sí, siempre vigilada. “Ahora los papás estamos más atentos, todo cambió muchísimo”, concluyó.

 ?? RAFAEL PACHECO ?? El sujeto, de apellidos Sánchez Ureña y conocido como Sukia, fue detenido el miércoles 2 de setiembre luego de que, meses antes, la Policía Judicial le allanara la casa en Ujarrás de Paraíso, Cartago. El joven pasará seis meses en prisión preventiva.
RAFAEL PACHECO El sujeto, de apellidos Sánchez Ureña y conocido como Sukia, fue detenido el miércoles 2 de setiembre luego de que, meses antes, la Policía Judicial le allanara la casa en Ujarrás de Paraíso, Cartago. El joven pasará seis meses en prisión preventiva.

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