Clases presenciales deben ser prioridad en cuanto sea seguro
››inquietud por consecuencias a largo plazo de las lecciones virtuales
“Las clases virtuales se están dando en 192 países. Un tercio de los niños no ha podido tener enseñanza remota debido a falta de acceso a Internet, a computadoras o a dispositivos móviles”.
Estas palabras, dichas ayer por Henrietta Fore, directora general del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), resumen la preocupación de muchos especialistas en educación, niñez y adolescencia. Lo ratifica también Audrey Azule, directora general del Fondo de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
“Cuanto más tiempo pasen los niños sin volver, peores serán las consecuencias, especialmente para los más vulnerables, que no tienen acceso a educación a distancia y que, muchas veces, su alimentación depende de clases presenciales. A esto se suma el que están más expuestos a violencia física, psicológica y sexual y a trabajo forzado”, manifestó.
En Europa y Estados Unidos, varios centros educativos han reabierto. En ciertos casos, se han visto brotes de covid-19 en escuelas, lo que lleva a exigir mayores precauciones.
En Costa Rica, las lecciones presenciales se suspendieron en marzo y, desde entonces, se dan solo clases virtuales, aunque todavía hay 372.000 estudiantes sin acceso a Internet, mientras que otros 91.000 alumnos abandonaron los estudios. La ministra de Educación, Guiselle Cruz, adelantó que aunque se retorne en algún momento del próximo año a las aulas, las lecciones no serán totalmente presenciales. De ahí, la urgencia de asegurar conectividad para más jóvenes y niños.
Entretanto, escuelas y colegios privados consideran combinar clases virtuales con presenciales, al momento del regreso.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) es consciente de que las clases presenciales deben volver, pero no puede hacerse de cualquier forma. Debe primero controlarse la transmisión del virus, y luego, ir poco a poco.
“La escuela no solo es el lugar de aprendizaje, también es un lugar de socialización, donde se convive y se aprende de los maestros y de los compañeros. Es posible regresar a las aulas, pero debe hacerse de forma segura”, explicó María Van Kerkhove, jefa técnica para covid-19 de la OMS.
Guía técnica. Unesco, Unicef y OMS lanzaron este lunes una guía sobre cómo pueden reabrirse los centros educativos.
El documento incluye recomendaciones para países o regiones según sus escenarios de transmisión. Donde hay transmisión comunitaria, debe haber un monitoreo diario según los riesgos específicos de cada localidad, e incluso barrio.
“Las escuelas no trabajan en aislamiento, son parte de las comunidades, y si en una comunidad hay un brote, este puede llegar a la escuela y la transmisión continuar ahí”, expresó Van Kerkhove.
“Pero sí hemos visto ejemplos exitosos en varios países, ese regreso presencial se ha hecho lentamente y escalonado. Seleccionan grupos de edad específicos, o buscan habilitar solo las aulas más grandes y más ventiladas, o tener menos personas en clase para facilitar el distanciamiento físico”, añadió.
Mike Ryan, jefe de Atención de Emergencias de la OMS opina igual: “El lugar para que un niño estudie es su escuela. No todos los países, o todas las regiones del un país, están en el mismo escenario. Es posible que a veces caminemos hacia delante, y a veces, debamos dar pasos atrás, según se comporte el virus. Sin embargo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, indica que lo ideal es no dar muchos pasos atrás.
De acuerdo con la OMS, en este momento se sabe que niños y adolescentes no son inmunes a la covid-19. Ellos, usualmente, tienen una enfermedad mucho más leve que los adultos, pero algunos pueden complicarse y morir.
Por eso, la posibilidad de infectar a adultos en sus casas o de transmitirles la enfermedad a sus maestros también debe tomarse en cuenta en cualquier decisión que se tome.