36 diputados mantienen a defensora de los Habitantes
PLN, PUSC, PRN y Nueva República descartan destitución
Luego de una serie de tropiezos, de polémicas y de una tarde de discursos, a favor y en contra, los diputados tomaron la decisión de mantener a Catalina Crespo Sancho como jerarca de la Defensoría de los Habitantes.
La resolución se dio cuando los legisladores aprobaron el informe de mayoría de la comisión investigadora de las denuncias contra Crespo y, en consecuencia, desecharon el de minoría.
A favor de no destituir a la defensora votaron 36 diputados, mientras que 12 se pronunciaron en contra de que ella siguiera.
“Se declara improcedente el cese del cargo de Catalina Crespo Sancho como defensora”, anunció Eduardo Cruickshank, presidente de la Asamblea Legislativa, una vez tomado el acuerdo.
Los votos a favor de Crespo fueron 15 del Partido Liberación Nacional (PLN), seis del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), seis de Restauración Nacional (PRN), uno del Partido Integración Nacional (PIN), cinco del bloque independiente Nueva República y tres independientes.
Los votos negativos fueron ocho del Partido Acción Ciudadana (PAC), uno del PIN, uno del Frente Amplio, uno del PUSC y uno del Partido Republicano Social Cristiano (PRSC).
A raíz de que la discusión sobre la continuidad de la defensora se centró, en los discursos de varios legisladores, en torno a la investigación a la Unidad Presidencial de Análisis de Datos (UPAD) y le achacaron al PAC un deseo de revanchismo, el diputado Víctor Morales Mora anunció que se saldría del plenario para no votar.
Morales Mora es uno de los investigados en torno a ese caso, puesto que era el ministro de la Presidencia cuando el Poder Ejecutivo publicó el decreto que creaba la UPAD.
Alabanzas y ataques. Congresistas como Patricia Villegas, del PIN; María Inés Solís, del PUSC; la fabricista Carmen Chan y el independiente Erick Rodríguez Steller combinaron en sus intervenciones alabanzas a Crespo y ataques al PAC.
Mientras tanto, las oficialista Nielsen Pérez y Paola Vega, así como la socialcristiana María Vita Monge y el frenteamplista José María Villalta, sí se centraron en criticar varios aspectos del desempeño de la funcionaria.
Solís, afirmó que la investigación fue seria, responsable, transparente y objetiva, “a pesar de que a algunos diputados y diputadas no les guste”.
Villegas, por ejemplo, aseguró que no hubo una acusación sólida en contra de Crespo y achacó muchos de los problemas institucionales a un “clima estresante y una gran falta de comunicación”.
“La rendición de cuentas es débil y choca con una ingobernanza, cuando la defensora adquiere un compromiso de revisar la estructura”, argumentó la jefa del PIN.
En un tono similar, la liberacionista Karine Niño dijo que la denuncia no tenía ni pies ni cabeza, ni técnica, ni jurídica ni legalmente. “Es lamentable que seamos una generación que no ha entendido que la política se debe hacer de forma diferente”, apuntó.
Si bien Chan reconoció, en su discurso, que la defensora se “ha equivocado algunas veces”, alegó que la UPAD está dejando huella en todo el orden institucional del país.
“Se ha equivocado ciertas veces, pero ha sido víctima de una estrategia del Gobierno del PAC y sus aliados, que tienen una falta de madurez y torpeza política”, comentó la vocera de Nueva República.