Alvarado: ‘Los más pudientes serán los que más apoyen’
El presidente de la República, Carlos Alvarado, declaró este jueves que el plan de consolidación económica que el Gobierno negociará con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y que contemplaría la introducción de cuatro impuestos con el fin de aumentar los ingresos del sector público, es una “propuesta balanceada” que reparte las cargas.
“Una propuesta balanceada quiere decir repartiendo las cargas. Los distintos sectores aportarán, pero los más pudientes serán los que más apoyen. Y el Gobierno seguirá zocándose la faja y haciendo los cambios necesarios, algunos de los cuales han esperado por muchos, muchos años”, advirtió.
“El Gobierno ha hecho su tarea y tiene una propuesta balanceada para salir adelante como país, la cual fue enriquecida con aportes ciudadanos. Hemos presentado esta propuesta a las jefaturas de fracción legislativas. Y esta misma tarde (ayer) será hecha pública al país, antes incluso de plantearla al FMI en la negociación a inicios de octubre”, agregó.
“Y en la búsqueda del equilibrio, tenemos contempladas medidas para reducir el peso de las cargas sociales para estimular la creación de empleo, para devolver el IVA (impuesto al valor agregado) a la canasta básica a los más vulnerables y para abonar el equivalente a 6 por ciento del PIB (producto interno bruto) a la deuda pública”, aseveró.
En un video colgado en sus redes sociales, el mandatario dijo: “Los próximos meses serán decisivos para el bienestar del país y será necesario adoptar medidas difíciles”.
Añadió que el coronavirus golpeó fuertemente la economía de Costa Rica, cuyo efecto sería una caída del 5% del PIB en el 2020, según las proyecciones del Banco Central.
“Tenemos más de medio millón de personas desempleadas, y los ingresos que sostienen al Estado y sus servicios también se han caído, al mismo tiempo que han incrementado los gastos en salud, atención a la emergencia y en protección social para quienes han perdido sus empleos”, justificó el mandatario.
Según dijo, la pandemia revirtió “parte los avances” en el saneamiento de las finanzas públicas, que se veían desde inicios del 2020 producto de la reforma fiscal aprobada en 2018.