Muerte de Ruth Bader Ginsburg podría abrir intensa batalla política en EE. UU.
WASHINGTON. AFP. La magistrada de la Corte Suprema de Estados Unidos Ruth Bader Ginsburg, un ícono progresista, falleció este viernes a los 87 años, hecho que podría abrir una intensa batalla política a menos de dos meses de las elecciones.
La jueza progresista falleció de un cáncer de páncreas, rodeada por su familia, anunció el máximo tribunal.
Esta defensora de la causa de las mujeres, las minorías y el ambiente había sido hospitalizada dos veces este año y su estado de salud era seguido de cerca por los demócratas, que temen que el presidente Donald Trump se apure a nombrar a su sucesor.
Trump, quien está haciendo campaña en Minnesota, se encontraba sobre una tarima cuando se supo la noticia. “¿Acaba de morir?”, dijo. “No lo sabía, ella tuvo una vida increíble, ¿qué más se puede decir?”, añadió.
Mas la oposición expresó sus preocupaciones. El líder demócrata del Senado, Chuck
Schumer, pidió no apresurar la designación de su relevo. “El pueblo debe tener voz en la selección del próximo juez de la Corte. Su puesto no debe asignarse hasta que tengamos un nuevo presidente”, tuiteó.
Según la radio NPR, la magistrada había confiado su último deseo a una nieta. “No quiero ser reemplazada hasta que un nuevo presidente preste juramento”, le habría dicho.
Trump ya publicó una lista de jueces, la mayoría opuestos al aborto y a favor de la portación de armas, de la que elegiría al próximo magistrado.