‘Mi sueño era poder ir a la Vuelta a Costa Rica’
El nacional evalúa su última ronda gala y, de paso, hace un recuento: ha participado más veces en torneos de alto prestigio internacional que en la tradicional competencia tica
Después de 91 horas con 9 minutos y 9 segundos de pedaleo en la edición 107 del Tour de Francia, el ciclista costarricense Andrey Amador (Ineos) está de vuelta en su casa.
Ahí se reencontró con su primogénita Gretta, con su esposa Laura Segú y también vio cómo en el vientre de ella ya se nota más Abril, su segunda hija que nacerá en noviembre.
El pedalista de 34 años contó a La Nación que terminó muy cansado y que necesita tomarse un respiro. Sin embargo, ese receso será de apenas una semana, o diez días máximo.
Sus planes son hacer una concentración de altura y decir presente en la Vuelta a España, que se disputará del 20 de octubre al 8 de noviembre.
––Fue la primera vuelta grande que disputó con el Ineos, ¿cómo vivió la carrera y qué le deja esta ronda gala?
—La verdad que el Tour fue diferente como todos, porque es la carrera a la que todos los equipos llegan con todas las bazas, con todo, por así decirlo, que van con todo. Entonces, siempre se le agrega la dureza y un poco la diferencia que este año empezaba con etapas un poquito más duras.
”Fue hasta lluvioso, se dieron caídas, pero fue un Tour en otra fecha. Menos mal todo salió bien, se pudo terminar pese a la preocupación que había por el tema de la covid-19”.
––¿Qué conclusiones saca de este Tour de Francia?
—Al final, las conclusiones hay como una parte buena y una parte mala. La parte buena es que el equipo pudo estar, se pudo correr, se pudo terminar, se consiguió una victoria de etapa que a veces para un equipo así parece que es poco, pero fue muy emotiva.
”Entraron dos corredores solos a la meta: Michal Kwiatkowski y Richard Carapaz, que yo creo que desde hace muchísimo no se hacía eso en el Tour de Francia.
”Y la parte mala fue por supuesto que la baja de Egan Bernal, que sí afecta al equipo, porque era el líder de cara a la general y, bueno, era el objetivo del equipo”.
––¿Cuán duro fue el Tour en sí ante una situación atípica totalmente de encarar una competencia de tres semanas sin muchos kilómetros en las piernas?
—Fue extraño este año, porque venimos de correr bastante poco. En el caso mío no estuve en el Critérium du Dauphiné, que es la carrera previa al Tour de Francia.
”Venimos de un año de estar haciendo rodillo y es cierto que esto ha sido un poco general para todos; así que en ese aspecto estamos parecidos, en las mismas condiciones. En algunos países, tal vez, un poco más estrictos, en otros menos.
”Pero sí, ha sido un año atípico y ahora ya viene el Giro de Italia y después la Vuelta a España, entonces se están salvando las principales competencias”.
––En lo personal, ¿qué significa pensar que ya son 16 vueltas grandes que ha hecho y todas las ha completado, porque registra siete Giros de Italia, seis Tour de Francia y tres Vueltas a España?
—Es un poco de todo, es emoción y alegría de que cuando empecé en el ciclismo, jamás pensé esto.
”Mi sueño era poder ir a la Vuelta a Costa Rica; nunca imaginé que iba a correr tantas vueltas grandes, llámese Giro de Italia, Tour de Francia y Vuelta a España, más que Vueltas a Costa Rica.
”Si eso me lo hubieran dicho hace 15 años, no me lo hubiera creído. El aspecto malo es saber que ya estoy viejo, porque si he hecho 16 grandes es porque ya llevo años aquí (ríe...) y bueno, así es.
”Pero contento, yo creo que he tenido la suerte de poderlas terminar. En algunas más cansado, en otras menos, en unas hasta lesionado, osea que ha habido de todo”.
––Ahora hay mucha carrera seguida en poco tiempo. Imagino que se dará unos días de descanso, pero, ¿tiene alguna otra carrera en la mira ya?, ¿quizás ir a la Vuelta a España con Richard Carapaz?
—Sí, me gustaría poder estar en la Vuelta a España. Después de este Tour de Francia en el que terminé un poquito cansado, que entrené eso y hasta demasiado, me gustaría eso, hacer un receso de una semanita, unos 10 días tranquilamente y hacer una concentración de altura para lo que es la Vuelta.
––Después de tres semanas tan duras, ¿cómo describiría en ese momento de la etapa 21 en el que ya entran a París?,debe ser una sensación muy distinta a las otras etapas...
—Siempre, el último día es emotivo, salir del pueblo que está a unos 60 kilómetros de París y la entrada a los Campos Elíseos siempre es increíble.
”Al final, a veces, se habla de paseo, que es paseo en los primeros 30, 40 o 50 kilómetros, pero luego en el circuito sí es totalmente a tope. De paseo no hay nada.
”Y, sí, es una emoción, es un día muy bonito, muy emotivo, de fiesta, que este año fue un poco diferente por el tema de la pandemia.
”Había menos gente, estaba todo más regulado, pero es bonito, es uno de los momentos en una vuelta grande que es como un triunfo, saber que se terminó, que no es fácil.
”Estar ahí, en los Campos Elíseos, que yo me acuerdo verlo cuando era pequeño por la televisión el último día de la premiación, veía cómo era el podio y saber que hasta hemos estado subidos ahí. Yo creo que es bonito”.
“Estar ahí, en los Campos Elíseos, que yo me acuerdo verlo cuando era pequeño por la televisión el último día de la premiación, veía cómo era el podio y saber que hasta hemos estado subidos ahí. Yo creo que es bonito”.