¿Cómo protegerse de una estafa?
-¡Siempre desconfíe! No dé información sensible por teléfono, ni la escriba en algún sitio web dudoso.
Si le solicitan datos personales, pida los datos del contacto y corrobore por su cuenta si es cierto.
Ninguna instancia seria le solicitará información confidencial por teléfono ni virtualmente.
-Si algún “amigo” le escribe por una red social pidiéndole algún tipo de ayuda, llámelo por teléfono y pregúntele si, efectivamente, tiene algún problema.
-Averigüe los niveles de seguridad que tienen las plataformas electrónicas como redes sociales y perfiles en línea de entidades financieras. En el caso de los bancos, busque uno que le otorgue el máximo grado de seguridad a la hora de validar sus datos. Por ejemplo, la contraseña, un número aleatorio a través de un dispositivo o una tarjeta, y envío de un código de verificación.
-Las contraseñas. Utilice contraseñas complicadas, compuestas por números, caracteres especiales y letras mayúsculas y minúsculas. Procure cambiarlas periódicamente y no compartirlas con terceros. No utilice la misma contraseña para todo: redes sociales, correos electrónicos y servicios bancarios por Internet.
-Trate de utilizar varias cuentas de correo electrónico para los diversos servicios en línea. Por ejemplo, no vincule el correo con el que ingresa a su red social de uso común, con el servicio bancario que más emplea.
-Si su correo electrónico o alguna de sus redes sociales son vulneradas, vaya a la sede del OIJ más cercana y ponga la denuncia. Trate de recuperar el acceso a los perfiles o servicios comprometidos y cambie las contraseñas de ingreso. -En relación con el punto anterior, no elimine los correos electrónicos o demás información que almacene en los servicios vulnerados. Si el OIJ confirma que el hecho se consumó, esto servirá como insumo de la investigación.
-Al hacer clic en algún anuncio en sitios web o en redes sociales, fíjese bien en la dirección electrónica a la cual lo lleva ese clic. El nombre de la página tiene que leerse con claridad. No deben ser direcciones extrañas. Identifique potenciales errores ortográficos en la redacción o imágenes mal colocadas. Un sitio confiable debe mostrar una apariencia seria.