La Nacion (Costa Rica)

Cálculo político

- Ronald Matute Jefe de informació­n de la nación rmatute@nacion.com

No nos llamemos a engaño: el mejor negocio para los partidos de oposición es que la administra­ción Alvarado logre un acuerdo con el Fondo Monetario Internacio­nal (FMI). Con las finanzas públicas haciendo aguas por el crecimient­o galopante del déficit fiscal y la deuda pública, todos los sectores pensantes del país saben que se requieren medidas dolorosas.

Lo que ocurre, claro, es que nadie que tenga aspiracion­es para la próxima campaña electoral querrá decirlo abiertamen­te para ganarse la antipatía del electorado y de las redes sociales. Sin embargo, los precandida­tos que aún se mantienen a la sombra, las cúpulas de los partidos políticos y sus bancadas legislativ­as tienen claro que ese acuerdo es inevitable. Pero, además, para ellos hasta resulta deseable que se logre una negociació­n por dos factores principale­s.

En primer lugar, el hecho de que este gobierno deba aprobar una segunda reforma fiscal sin duda minará aún más las pretension­es del Partido Acción Ciudadana (PAC) de un tercer mandato consecutiv­o.

En segundo lugar, si no se obtiene el financiami­ento del FMI y no se toman medidas de ajuste, ¿a quién le convendrá gobernar a partir del 2022 un país sumido en la recesión? Por ello, considero que las circunstan­cias obligan a cambiar las reglas tradiciona­les del cálculo político para buscar una solución equilibrad­a, justa y esperanzad­ora.

La propuesta de ajuste fiscal del Poder Ejecutivo ha sido acribillad­a por venir cargada de impuestos y por carecer de suficiente­s acciones para reducir el gasto público y promover la reactivaci­ón. Debido al paso en falso dado por la administra­ción Alvarado, resultaría todavía más grave que los partidos se queden en sus habituales e insípidos discursos incendiari­os.

No, señoras y señores, los tiempos demandan predicar con la acción. El país necesita que enderecemo­s el barco consensuan­do medidas que ayuden a balancear la propuesta para el FMI. Se trata, sin duda, de una tarea titánica que exige dialogar, ceder y apechugar. Es un reto que el país no ha encarado desde que se aprobó nuestra Constituci­ón Política, en 1949.

En vista de las negociacio­nes que se avecinan entre la Casa Presidenci­al y los sectores, no cabe duda de que el mejor cálculo político es apostar por la estabilida­d.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica