Otra propiedad genera nueva disputa
El conflicto por los terrenos de Kono Jú no es aislado, pues en el mismo territorio indígena de China Kichá paralelamente se desarrolla la disputa por otra propiedad.
Se trata de una finca llamada Yowi Senoglö, de 100 hectáreas, que se localiza un kilómetro al sur del salón comunal de China Kichá y colinda al sur y al este con Kono Jú.
El sitio fue invadido el pasado 28 de setiembre por 10 familias cabécar, como parte del proceso de recuperación de hecho, que ejecutan los indígenas.
“Apegados al derecho y ante el incumplimiento de las leyes de protección a los pueblos indígenas por parte del Estado, fundamentamos nuestra lucha por la recuperación del territorio indígena de China Kicha”, argumentó en un escrito la Asociación de Desarrollo Integral.
Por su parte, Miguel Vargas Mata, quien es el dueño de la finca, calificó de “barbaridad” todo lo que está ocurriendo en China Kichá, pues alega “esta bendita reserva indígena fue creada por decreto, violentando el principio de propiedad privada que establece la Constitución Política”.
Agregó que el sitio tiene 82 hectáreas y no 100 como dicen los indígenas, la adquirió su padre hace más de 50 años. Luego pasó a manos de una sociedad familiar y, por último, en el 2004, quedó a su cargo.
“Me mantengo aquí con la familia del peón haciéndole frente a la situación. Son muchas violaciones juntas que se vienen dando. Ellos me quitaron la luz y el agua. El ganado los indígenas los echaron afuera y uno tiene qué ver que hace. Esas son las barbaridades, destrozan los edificios”, añadió.
Vargas dijo que ya presentó una demanda para que los indígenas sean desalojados, la cual está en trámite en el Juzgado Agrario de Buenos Aires, Puntarenas.
Consultado si él estaría dispuesto a vender la finca, respondió: “No nos interesa quedarnos aquí. Si ellos tienen algún derecho que se los den, no importa, pero que respeten el derecho de nosotros”.