Hisopos hechos en Costa Rica para pruebas diagnósticas llegan a CCSS
La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) utiliza hisopos 100% costarricenses para el diagnóstico del virus SARS-COV-2, causante de la covid-19.
Los primeros en utilizarse fueron desarrollados por el Laboratorio Clínico del Hospital Nacional de Niños (HNN), que utilizó un modelo libre de uso para instituciones médicas. Este modelo ya contaba con permisos de uso de emergencia por parte de la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés). Su utilización comenzó en junio pasado.
Estos son de los principales insumos que tiene la CCSS como arma para la detección para la covid-19. Hasta el momento se han producido 25.000, y se trabaja en su producción las 24 horas.
Además, el emprendimiento costarricense Nasovida comenzó a hacer estos hisopos desde cero, y ya entregó las primeras 300 unidades. Ahora está preparando más.
Esta iniciativa, impulsada por la Universidad de Costa Rica (UCR), nació con la crisis de la pandemia para buscar soluciones y proveer estos implementos, que por razones de la alta demanda a nivel mundial, resultan escasos.
El costo de cada hisopo es de $0,98 (IVA incluido, unos ¢588), cifra que tiene un margen de ganancia muy bajo, pues el propósito es paliar la escasez de este dispositivo que hay en la CCSS.
“Queremos que, con la ayuda de la población, podamos llegar a donar un paquete de 10.000 hisopos”, aseveró José Pablo Carballo Gómez, egresado de la carrera de Ingeniería Eléctrica de la UCR y uno de los fundadores de Nasovida.
proceso. Nasovida fue formada por Carballo en conjunto con Juliana Castro Lapeira, dentista con especialidad en Prostodoncia, y Juan Francisco Quesada Brizuela, ingeniero en Computación y máster en Ciencias de la Computación. En la UCR se brindó apoyo durante el proceso de diseño, y allí se realizaron las pruebas mecánicas y microbiológicas de conteo celular de los hisopos, dentro de la investigación que se desarrolló en conjunto entre las facultades de Ingeniería y Microbiología.
El estudio se centró en conocer si alguno de los diseños de hisopos ya conocidos funcionaban para ser producidos y distribuidos localmente, para ser donados a la CCSS.