La Nacion (Costa Rica)

Grave lesión retiró al ‘sustituto’ del Pato y Paté

››Exfutbolis­ta del Cartaginés dejó joven el fútbol; hoy ejerce de abogado

- esteban valverde esteban.valverde@nacion.com

Hugo Madrigal tiene hoy 46 años; no obstante, recuerda con nostalgia lo que sucedió hace 23 años, cuando sufrió fractura de tibia, desplazami­ento de peroné y rotura de ligamentos en el tobillo derecho, lo cual provocó el adiós tempranero de su prometedor­a carrera.

Madrigal todavía suspira con fuerza al recordar cómo, en un abrir y cerrar de ojos, su sueño se convirtió en pesadilla.

La vida le dio una cachetada a un joven que era la esperanza de una provincia y la ilusión de un país, porque en Cartago lo considerab­an su mejor futbolista en décadas y en la Selección Nacional era visto como un prometedor talento.

Madrigal vivía su mejor época, era pretendido por Saprissa, Alajuelens­e y Herediano, también generaba interés en el exterior y se visualizab­a en Corea y Japón 2002.

Los análisis deportivos de la época pedían su presencia junto a un novel Wálter Centeno y un Wílmer López brillante.

Un partido frente al Municipal Osa, en el que Madrigal presentía que no debía jugar, acabó con la principal esperanza de los brumosos en la década de 1990.

“En el momento que logré el sueño de ser jugador, no pensé en lo que podía pasar si me lesionaba. Yo llegué a Primera División y empecé a crecer rápido, a los 21 años llegué a la Selección Nacional, todo iba superbién hasta que pasó la desgracia”, recordó.

Hugo generó en aquellos años un efecto similar al que tuvo Rándall Chiqui Brenes en los 2000. Si los aficionado­s a Cartaginés se esperanzar­on en acabar su sequía, fue gracias a esos dos nombres.

“Fue algo sumamente rápido y como la espuma. En ese momento, tuve opción para irme a Saprissa, Alajuelens­e y Herediano, pero tenía contrato con Cartaginés, el amor por Cartaginés era inexplicab­le.

”La gente de la Selección me decía: ‘Si usted quiere salir, tiene que jugar en Saprissa, Alajuelens­e o Herediano’, pero pese a los acercamien­tos, yo siempre decliné y me mantuve en el equipo de mis amores hasta que pasó lo que pasó”, explicó.

“YO LLEGUÉ A PRIMERA DIVISIÓN Y EMPECÉ A CRECER RÁPIDO: A LOS 21 AÑOS LLEGUÉ A LA SELECCIÓN NACIONAL Y TODO IBA SUPERBIÉN HASTA QUE PASÓ LA DESGRACIA. A LOS 23 AÑOS, SENTÍ QUE SE ME ACABÓ LA CARRERA”. Hugo Madrigal Exfutbolis­ta

Fatídica. La lesión lo sacó 10 meses de los terrenos de juegos y se trajo abajo su venta al fútbol de Arabia Saudí, donde él bien pudo resolver su vida económicam­ente.

Los hechos fatídicos se desarrolla­ron a dos partidos de que terminara el torneo, cuando ya Cartaginés no se jugaba nada; pero Osa sí y, al mando de Juan Luis Hernández Fuertes, era un equipo sumamente defensivo y agresivo.

Como si la dolencia se hubiera dado ayer, el excreativo tiene claro lo suscitado.

“Fue un partido contra Osa, el cual dirigía Juan Luis y a él le gusta mucho el hombre a hombre y puso a Tony Marín atrás mío y majé el balón con el izquierdo y se barrió, él me arrastró y pasó todo. Nunca hablé más con él (con Tony Marín), él nunca me llamó y ni siquiera se disculpó.

”Lo más increíble fue cuando me tocó volver a jugar a los 10 meses, me tocó enfrentarm­e a ese pasado porque jugué contra el mismo equipo y me marcó el mismo jugador; el choque de emociones fue fortísimo, porque se me vino todo encima en el pensamient­o, yo reviví en segundos una infección de placas, el rechazo de tornillos, todo...”, añadió.

Madrigal es enfático en que, dos décadas después, todavía no entiende por qué sufrió esa lesión, de hecho, todavía lo cuestiona, pero ahora ya aprendió a digerir lo sucedido sin pedirle explicacio­nes a Dios.

Adiós al sueño. Con la fractura, se fue no solo su participac­ión en el torneo nacional, también su chance en el exterior y hasta el Mundial de Corea y Japón 2002, en el que se perfilaba como creativo peleándole el puesto a Wálter Centeno y Wílmer López.

“A los 23 años, yo sentí que se me acabó la carrera, hay cosas que suceden y le dicen a usted que dé un paso al lado, ya usted se da cuenta que no puede. Esas son cosas que yo decía: ¡Dios mío por qué yo! Sin embargo, ahora entiendo que pude terminar mi carrera profesiona­l y acercarme más a mi familia”, valoró.

El exjugador brumoso tenía una zurda mágica con la que marcaba muchísima diferencia.

Luego de tanto tiempo, Madrigal

concuerda en que el deporte fue algo ingrato con él, aunque intenta como persona comprender la razón de ese sufrimient­o.

“Si usted me pregunta personalme­nte, el fútbol fue ingrato, porque fue en el mejor momento de mi carrera, pero, también, como creyente en Dios, entiendo que las cosas pasan porque tienen que pasar.

”Pero, sí queda uno pensando que el fútbol le debe más a uno por todo lo que yo le di”, finalizó.

Hoy, Hugo Madrigal es abogado experto en Derecho Administra­tivo. Por otra parte, no se olvida del fútbol y es el presidente de la Cámara de Resolución de Disputas de la Federación Costarrice­nse de Fútbol.

También forma parte del equipo del Colegio de Abogados y patea de vez en cuando porque siempre debe tener cuidado de su lesión, debido a que 20 años después le sigue causando dolor.

 ?? CORTESÍA ?? Madrigal (segundo de izq. a der.) celebra el título en un torneo en el Colegio de Abogados. Sigue en el fútbol en comisión federativa.
CORTESÍA Madrigal (segundo de izq. a der.) celebra el título en un torneo en el Colegio de Abogados. Sigue en el fútbol en comisión federativa.

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