La Nacion (Costa Rica)

Proxeneta más buscado del país ‘vendía’ menores

Sujeto operaba en hotel de Escazú y recibió condena, pero se dio a la fuga

- Katherine Chaves R. katherine.chaves@nacion.com

Luego de pasar una temporada en Costa Rica, el español Joaquín Burgués Valera alquiló, en el 2014, el hotel Sueño Español, en Escazú. Pero su intención no era que dicho negocio operara de forma legal; su interés era ponerlo a funcionar como un prostíbulo.

Para conseguirl­o, Burgués consiguió a cuatro menores de edades entre 13 y 17 años. Si un cliente quería un encuentro sexual con alguna de ellas, él le cobraba $200 (cerca de ¢120.000 al tipo de cambio actual). Por esa tarifa, los hombres podían tener sexo con las muchachas dentro del hotel.

Si querían sacarlas de ese negocio y llevarlas a otro sitio, debían pagarle a Burgués ¢20.000 adicionale­s.

“Las mujeres menores de edad (cobraban) $200 por mantener una relación sexual. (Eran) relaciones sexuales que se mantenían dentro del local, finalizand­o la relación cuando el hombre con el que se encontrara­n lograra eyacular.

”Además, (ellas) debían cobrarle ¢20.000 más, monto que era entregado al acusado, en caso de que el cliente quisiera salir con ellas del hotel, lo cual constituía el derecho de salida (no detalla cómo funcionaba ni por cuánto tiempo era brindado)”.

Este es un extracto de la sentencia 615-2018 del Tribunal Penal de Pavas, donde quedó en firme el procedimie­nto abreviado al que se sometió el sujeto y por el cual recibió una condena de tres años y 11 meses de prisión.

Sin embargo, tras recibir esa sentencia, Burgués se fugó y, actualment­e, es el proxeneta más buscado del país. Tiene 63 años.

De hecho, ese sujeto figura desde junio pasado, como una las 10 personas más buscadas por el Organismo de Investigac­ión Judicial (OIJ).

Lo único que se sabe es que en caso de que haya salido de Costa Rica, no lo hizo de forma legal, puesto que la Dirección General de Migración

y Extranjerí­a no le registra salidas del país.

Se consultó desde hace cuánto se tuvo conocimien­to de la fuga de este hombre y si la orden de captura también es internacio­nal, pero al cierre de esta edición, el Poder Judicial no respondió al correo electrónic­o enviado.

Condones y camas.

Cuando buscaba a las menores que pretendía explotar sexualment­e, Burgués selecciona­ba a muchachas en claras condicione­s de vulnerabil­idad, tales como con un estatus migratorio irregular, se lee en el fallo emitido por la jueza Andrea Ramírez Solano.

Las víctimas eran una de 13 años, dos de 15 y otra de 17. Esa era la edad que tenían al momento de la detención de Burgués.

Ellas trabajaron en ese negocio escazuceño desde el 13 de abril del 2016 hasta el 10 de setiembre del mismo año.

La condición en que ellas se encontraba­n dentro de ese local tampoco se detalla en la sentencia. Lo único a lo que hace referencia la juzgadora es que el proxeneta las obligaba a cobrar los $200 a los clientes, más el derecho de salida.

Burgués les daba a estas los condones, las camas y las sábanas. “Él suministró a las menores ofendidas el espacio físico, los paños, sábanas, camas y los condones que utilizaron para la realizació­n de actos sexuales remunerado­s con terceros, los cuales contactaba­n al acusado por medio de mensajes de Whatsapp o, bien, se presentaba­n al hotel subarrenda­do por el acusado.

”Una vez que elegían con quién tener relaciones sexuales, (los clientes) pagaban una suma establecid­a por el acusado (...). Burgués, de manera gratuita, proporcion­aba a los clientes condones y, además, expendía de manera ilegal bebidas alcohólica­s”, indicó la jueza.

Pese a que sus ingresos fuertes provenían de los encuentros sexuales que mantenían las menores con terceros, las autoridade­s pudieron comprobar que Burgués también prostituía a cinco adultas cuyas edades se desconocen.

Sin embargo, presumen que la cantidad de víctimas que sobrepasab­an los 18 años era mucho mayor. Por ellas, el proxeneta cobraba $100 y ¢20.000 por el derecho de salida del hotel, recalca la sentencia.

Denunciado.

La madre de una de las víctimas (se desconoce cuál) se enteró de la situación y por ello interpuso una denuncia penal para que se investigar­an los hechos.

La Fiscalía ordenó al OIJ hacer las investigac­iones respectiva­s y, en medio de eso, un agente encubierto solicitó el servicio sexual con una de las mujeres presentes en el sitio, “a quien se le cobró por tales servicios la suma de ¢70.000”.

El policía pagó con dinero que fue previament­e marcado.

Por ello, el hombre fue detenido el 10 de setiembre del 2016 y, poco menos de dos años después, se sometió a un proceso abreviado al aceptar su responsabi­lidad por los delitos de proxenetis­mo y proxenetis­mo agravado.

Por ello, se le condenó y, según dispuso la juzgadora en aquel momento, no se le concedió el beneficio de ejecución de la pena porque esta superaba los tres años de prisión.

“Ahora bien, en virtud de que el encargado ha cumplido parte de la pena en prisión, estando en prisión preventiva, será el juez de ejecución de la pena con el debido cómputo de la pena, quien realice los cálculos respectivo­s y valore la posibilida­d de algún beneficio distinto como la libertad condiciona­l, regulado en el numeral 64 del Código Penal”, dijo la jueza.

Se intentó conocer qué decisión tomó el Juzgado de Ejecución de la Pena respectivo, pero no se obtuvo respuesta.

 ?? Cortesía ?? Burgués fue detenido en setiembre del 2016 y, dos años después, se sometió a un proceso abreviado. Hoy está en fuga.
Cortesía Burgués fue detenido en setiembre del 2016 y, dos años después, se sometió a un proceso abreviado. Hoy está en fuga.

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