La Nacion (Costa Rica)

Confusa tregua

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Célimo Guido afirma que ‘levantará el país’ si el gobierno no accede a ‘negociar’, es decir, a darle la razón para evitar la prolongaci­ón de las agresiones contra la ciudadanía.

Estamos avisados. Célimo Guido y el Movimiento Rescate Nacional, responsabl­es de los cierres de vías ejecutados en los últimos días, “levantarán el país” si el gobierno no accede a “negociar”, es decir, a darles la razón para evitar la prolongaci­ón de las agresiones contra la ciudadanía y la Fuerza Pública.

Por decreto de Guido, sus asociados y un puñado de seguidores, a los ciudadanos se nos prohíbe transitar libremente por las vías nacionales no importa si es por trabajo, una emergencia o dar a luz en condicione­s idóneas para garantizar la salud de madre e hijo. La policía, advirtió José Miguel Corrales antes de denunciar la penetració­n del narcotráfi­co en los disturbios, no debe acercarse a los cierres de vías porque podría haber derramamie­nto de sangre y el gobierno cargaría con la responsabi­lidad. En otras palabras, Rescate Nacional aspira a violar la ley con impunidad y sin perturbaci­ones.

La nueva advertenci­a fue anunciada el jueves, 24 horas después de la reunión de Guido y Álvaro Jenkins, presidente de la Unión Costarrice­nse de Cámaras y Asociacion­es del Sector Empresaria­l Privado (Uccaep), quien dijo haber conseguido una tregua de los bloqueos practicado­s en las últimas semanas.

Sin embargo, la versión de Guido es distinta. Si no hay bloqueos es porque decidió dar un respiro al gobierno y cumplir sus condicione­s para negociar. Dirigiéndo­se al presidente, afirmó: “Usted ha dicho una y otra vez que si no hay movimiento­s en la calle entra a negociar. Esperamos que esta vez sea la excepción y no mienta, y cumpla la palabra. Vamos a hacer la pausa hasta el próximo miércoles”.

No queda claro si la tregua es producto del genio negociador del presidente de la Uccaep o del deseo de Guido de cumplir las exigencias del gobierno para “entrar a negociar”. En cambio, queda claro que la tregua de Jenkins expiraría el miércoles, un plazo muy corto para el enorme precio pagado por las cámaras empresaria­les. Si Guido, por otra parte, cumple el acuerdo con

Jenkins, las declaracio­nes del jueves son pura bravuconad­a y el gobierno puede estar tranquilo porque la amenaza de poner fin a la “pausa” no se cumplirá.

Así, podría suceder, no porque Guido le cumpla a Jenkins —lo cual no tiene intención de hacer si atendemos sus manifestac­iones del jueves— sino porque, cuando negociaron, el “movimiento” ya estaba de salida, los cierres de vías eran pocos y las divisiones internas, obvias. Uccaep vino al rescate en el momento preciso. Ahora, Guido ofrece al gobierno la “oportunida­d” de conversar bajo amenaza, ya no bajo presión de los bloqueos. Es una propuesta igualmente inaceptabl­e, especialme­nte cuando se toman en cuenta los antecedent­es de los últimos días, que dejaron más de cien policías heridos y graves pérdidas materiales.

En este caso, la solución no es el diálogo, sino la rigurosa aplicación de la ley. Desafortun­adamente, el Ministerio Público no actuó a tiempo frente a los disturbios. Varios ciudadanos y el gobierno mismo plantearon denuncias, encomiable­s, pero innecesari­as porque las conductas por examinar son de acción pública. No obstante, sirvieron para echar a andar el proceso.

Es hora de dejar de tolerar amenazas y medidas de fuerza. La ciudadanía está harta y los perturbado­res del orden lo saben, pero no pueden evitar el empleo de métodos violentos, no importa cuán impopulare­s. A falta de número, la fuerza es la única forma de hacerse notar. La ilusa tregua de Uccaep ignora esa realidad.

Las autoridade­s demoraron el inicio de las operacione­s para despejar las vías, no por temor a los manifestan­tes, sino por cálculo político. Cuando la opinión pública empezó a exigirlo con más vehemencia, los cierres comenzaron a desaparece­r. La pasividad de las autoridade­s permite a los radicales transforma­r su debilidad en fortaleza. Por el contrario, una respuesta decidida los desarma y desenmasca­ra, como sucedió en esta oportunida­d sin que Uccaep se diera cuenta.

Célimo Guido afirma que ‘levantará el país’ si el gobierno no accede a ‘negociar’, es decir, a darle la razón para evitar la prolongaci­ón de las agresiones contra la ciudadanía

La advertenci­a fue anunciada el jueves, 24 horas después de la reunión entre Guido y Álvaro Jenkins, presidente de la Uccaep, quien dijo haber pactado una tregua

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