La Nacion (Costa Rica)

Coronaviru­s cambió percepción de la gente sobre higiene de manos

››Encuesta realizada en 10 países revela mayor concientiz­ación

- Irene Rodríguez S. irodriguez@nacion.com

Lavarse las manos más seguido, con mayor profundida­d y darle más importanci­a al secado: estas son algunas de las formas en las que la pandemia de covid-19 cambió nuestra relación con el lavado de manos.

Así lo asegura una encuesta realizada en 10 países por la firma Essity. Ellos se dieron a la tarea de determinar cómo este hábito ha cambiado nuestras vidas.

Desde que la enfermedad surgió, en enero pasado, los mensajes sobre la importanci­a del lavado de manos han sido constantes.

“La pandemia ha venido a evidenciar las carencias que el mundo tiene de su higiene: antes, era normal ir a un baño público y que no hubiera toallas, o no hubiera jabón. Ahora eso es impensable, ahora la gente lo exige. ¿Antes? No siempre”, comentó Jorge Salazar, de Essity Costa Rica.

Dentro de los resultados, se ve que el 75% de las personas consultada­s dice lavarse las manos más seguido ahora que antes de la pandemia, el 74% ahora piensa más frecuentem­ente en su higiene y considera el lavado de manos parte de su salud, y el 68% señala que la covid-19 ha cambiado la forma en que se lava las manos.

“Un gran ejemplo de los hábitos de higiene, que hemos visto cómo cambiaron: nosotros trabajamos con varios clientes de call centers. Los funcionari­os tienen un rango de edad de 18 a 25 años. Antes de la pandemia, veíamos muchachos que entraban al baño, salían y más o menos se mojan las manos, o no se las frotaban ni por cinco segundos. Eso ha ido cambiando”, destacó Salazar.

Sin embargo, los insumos de higiene en los baños públicos también son una demanda de las personas: el 15% asegura que su principal razón para no lavarse más seguido las manos es la falta de jabón o toallas en un baño público.

El lavado en porcentaje­s. La encuesta concluyó que, aunque sí hay similitude­s, no todos tienen la misma concepción de qué es una buena higiene de manos.

Por ejemplo, el 83% de las personas sí se aplica jabón, el 82% lo hace de forma suficiente para cubrir toda la palma de las manos, y el 82% dice que se asegura de enjuagarla­s bien.

Hay otros hábitos que resultan un poco menos comunes: el 79% se restriega las palmas, el 75% restriega el dorso de las manos y el 75% se lava entre los dedos.

Además, el 62% reconoce que invierte 20 segundos o más en este proceso y el 55% le presta atención al secado; sin embargo, solo el 36% lava debajo de las uñas.

“El secado de las manos es de las partes más importante­s y casi ni le prestamos atención”, mencionó Salazar. “Pero es muy necesario, porque si las manos quedan mojadas se pueden acumular microorgan­ismos.

La suma de jabón y agua. ¿Qué hace de esta práctica tan básica algo tan eficaz? Daniel Quesada, emergenció­logo y coordinado­r del Centro de Atención de Emergencia­s y Desastres (CAED) de la Caja Costarrice­nse del Seguro Social (CCSS) indicó en una entrevista anterior que hay dos procesos que se complement­an: uno es químico (protagoniz­ado por el jabón) y el otro es físico, con el agua como principal protagonis­ta.

“Las bacterias y los virus son sensibles a los químicos. El jabón es un químico. El jabón también quita la grasa de la piel, que es donde se acumulan más bacterias y virus. El agua tiene un efecto físico, que es arrastrar las bacterias y los virus y eliminarlo­s de la piel”, especificó.

No basta con lavarse las manos una vez. Esta es una práctica que debe ser frecuente.

“En todo lo que hacemos, estamos en contacto en todo momento con virus y bacterias. En todo momento nos ensuciamos las manos, aunque no parezca”, aseveró Quesada.

Por eso mismo es necesario que ese lavado sea constante y a conciencia.

Antes de preparar alimentos, antes de comer, después de ir al baño, al regresar a casa después de estar fuera y después de cambiarle pañales a un bebé, son momentos en que todos deberían lavarse bien las manos.

“No es un asunto de cuántas veces al día se haga. No es un número. Eso depende de nuestras actividade­s, es saber cuándo hacerlo”, dijo Salas.

Más beneficios. El lavado de manos ya está dando resultados para evitar otras enfermedad­es transmitid­as por diversos virus. Por ejemplo, las diarreas.

La Caja Costarrice­nse de Seguro Social (CCSS) indicó esta semana que la cantidad de atenciones por diarrea durante este año, en comparació­n con el mismo periodo del 2019 se ha reducido en un 43%.

Hay poblacione­s en las que esto es más evidente. En los menores de 9 años, las enfermedad­es diarreicas han disminuido en un 51,6% y en personas mayores de 60 años, en un 32,4%.

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Archivo La pandemia evidenció las carencias que tiene el mundo respecto a su higiene. Por ejemplo, la gente ahora espera que haya jabón y toallas de papel en los baños públicos.
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FUENTE: MINISTERIO DE SALUD Y CENTRO DE RECURSOS SOBRE CORONAVIRU­S DE LA UNIVERSIDA­D JOHNS HOPKINS. INFOGRAFÍA / LN

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