Finca de Upala adapta al país variedad de limones ‘verdaderos’
››lo que los ticos llamamos limón mesina es, en realidad, una lima
Una finca ubicada en Upala adaptó la variedad de limones “verdaderos” a Costa Rica, con ensayos mediante los cuales logró arbustos de porte pequeño y de muy alta productividad.
Se trata de la finca Ganadera Río Oro, propiedad de Manrique Alonso, en la cual ya se está cosechando comercialmente la fruta, luego de los ensayos.
El limón se comercializa inicialmente en los formatos de la cadena Automercado, pues Alonso es de la familia propietaria de ese grupo comercial. Allí se vende como limón premiun, y ha tenido excelente aceptación, según la empresa.
Los empresarios atribuyen ese éxito en la demanda a su sabor y a que son más jugosos que las limas.
Además, se han hecho pruebas de tipo industrial en empresas como Caminos Del Sol, donde se han obtenido buenos resultados por su mayor rendimiento de jugo y sus características en diferentes procesos. Al preparar ceviche, por ejemplo, el producto tiene más durabilidad y mantiene su sabor.
¿Por qué el nombre? Gustavo Yglesias, asesor en agronomía del proyecto, explicó que los limones “verdaderos” se diferencian de las variedades que se cultivan en Costa Rica.
La que se siembra en el resto del país, a lo que los ticos llamamos limón mesina, en realidad es una lima y el nombre con que se conoce en el resto del mundo es lima persa o lima Tahití, explicó el ingeniero agrónomo.
Esta otra variedad tiene un mayor tamaño que las limas, es mucho más jugosa y, en condiciones propias de subtrópico, adquiere un color amarillo al madurar. En Costa Rica, por las condiciones de clima, no llega a ese color.
“Para obtener el color amarillo original que se ve en estos limones en lugares como el Mediterráneo, California o Argentina, en Costa Rica habría que someter a la fruta a tratamiento térmico a temperaturas bajas, prueba que ya se realizó en la Universidad Escuela de Agricultura de la Región Tropical Húmeda (Earth), obteniendo excelente resultado”, resaltó Yglesias.
Además de los mejores resultados en producividad, tamaño y cantidad de jugo en comparación con las limas, este limón es de alto consumo en el mundo. En orden de consumo mundial, de acuerdo con varios estudios, el banano ocupa el primer lugar; los limones, el sétimo y las limas, el decimoquinto.
Adaptación. Ganadera Río Oro tiene actualmente siete hectáreas sembradas de limón, de las cuales, inicialmente, las primeras dos hectáreas se cultivaron sobre un patrón que es un portainjerto enanizante.
La intención es tener árboles de un porte más pequeño (árboles enanos) y de alta productividad. Esto permite sembrar más unidades por hectárea, lo cual lleva, también, a obtener mayor volumen de fruta por área.
El patrón se llama Flying Dragon y se ha generalizado mucho en la citricultura costarricense, informó Yglesias. Actualmente, en la zona norte se cuenta con más de 2.000 hectáreas de naranja sembradas con este portainjerto.
Durante los primeros dos años de cosecha, la producción fue muy buena comparada con la producción de limas, agregó Yglesias, pero empezó a haber problemas de incompatibilidad entre el injerto de Flying Dragon y el limón.
La empresa, en el ensayo, buscó una alternativa, ya que se quería conservar el patrón enanizante por ser más precoz, más del doble de árboles por hectárea, mayor productividad por hectárea y por su facilidad para cosechar.
De ahí, recordó Yglesias, surgió la decisión de realizar la práctica de injerto “en sándwich”, injertando naranja Valencia en el portainjerto de Flying Dragon.
Posteriormente, sobre la naranja Valencia, se injertan las yemas de limón “verdadero”. Esta nueva practica se inició hace poco más de dos años y ya los árboles son productivos; conservan la característica enanizante del portainjerto, su precocidad en producir y su excelente productividad.
Casi la totalidad de los limones que se cosechan en Costa Rica se dedican al mercado interno. Empero, se han hecho algunas exportaciones a Nicaragua y a algunos mercados del Caribe, como Puerto Rico y la isla de San Andrés.