31 diputados apoyan diálogo y llaman a respetar orden
16 de N. República, PIN y otros evitan dar voto a propuesta para no legitimar grupos
Un grupo de 16 diputados votó en contra de una moción de la socialcristiana María Vita Monge y la independiente Zoila Volio, en respaldo al diálogo y la institucionalidad democrática en el país.
La propuesta de las dos legisladoras recibió el apoyo mayoritario del plenario, con 31 votos, pero votaron en contra el bloque independiente Nueva República y el Partido Integración Nacional (PIN), así como algunos congresistas de Liberación Nacional (PLN) y de la Unidad Social Cristiana (PUSC).
La moción aprobada propuso ratificar “sin condiciones y de manera categórica el respeto a la institucionalidad democrática”, así como el respaldo al diálogo “respetuoso por vías institucionales que el Estado de derecho otorga mediante el ordenamiento jurídico vigente”.
El documento hace un llamado a no legitimar “a grupos que han roto el orden constitucional y violentado las libertades básicas de la ciudadanía costarricense”.
El pronunciamiento nació por iniciativa de las dos diputadas luego de que, la semana pasada, la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep) y la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP) rechazaran participar en la mesa de diálogo multisectorial con el gobierno y pactaran con el grupo de Célimo Guido, que bloquea vías.
La moción fue aprobada por la mayoría de los diputados de Liberación Nacional, la totalidad de Acción Ciudadana (PAC), Restauración Nacional y parte del PUSC.
El texto pide a todos sectores tender puentes para el diálogo por la vía institucional.
“Este plenario le recuerda al pueblo de Costa Rica que, como sus representantes legítimos, alzaremos la voz en respaldo de la paz, la democracia, el diálogo y el trabajo conjunto por reunir las voluntades que saquen adelante a nuestra nación”, dice la moción.
Franggi Nicolás criticó que la moción aprobada intenta censurar “de forma solapada” la reunión entre el presidente de Uccaep, Álvaro Jenkins, y Célimo Guido.
Como argumento para no votar la moción, Jonathan Prendas dijo que no les parecía la redacción del texto y que él presentó una que sí votarían. “Esta no era la única moción, se presentó otra firmada por 15 diputados, pero la mayoría de jefaturas decidió que solo se viera la de las compañeras”, dijo.
Dijo que votaron en contra por “lo que no decía la propuesta”; básicamente, que le faltaba un pronunciamiento en apoyo al derecho de los costarricenses a reunirse. “No dice que la sociedad tiene el poder de reunión, asociación, deliberación y de libertad de expresión. La moción no reconoce el esfuerzo de la Asamblea de Trabajadoras y Trabajadores del Banco Popular, que reúne a 70 organizaciones de la sociedad civil”, afirmó el fabricista.
Shirley Díaz, subjefa de la Unidad, aseguró que la moción ignora a los sectores que están en manifestación en las calles. “Eso es un flaco favor a la democracia”, apuntó. “Aquí no se ha roto ningún orden constitucional”, opinó, en alusión a la redacción del texto.
El independiente Erick Rodríguez aseguró que los ciudadanos se reúnen “con quien les dé la gana” y, levantando la voz, dijo que no tiene por qué pedirle permiso a ninguna autoridad para reunirse con quien quiera”. “El presidente de la República tiene como seis causas penales abiertas; entonces, al primero que habría que excluir es al presidente que está llamando al diálogo”, dijo.