La Nacion (Costa Rica)

Bomberos tendrán estaciones de alto nivel para emergencia­s

› Modernas, amplias y con tecnología de punta se inaugurará­n el 6 de diciembre

- Hugo Solano C. hsolano@nacion.com

El próximo 6 de diciembre abrirán sus puertas en San José dos modernas estaciones metropolit­anas del Cuerpo de Bomberos, que velarán por el control de emergencia­s en el centro de la capital, donde las antiguas sedes se volvieron insuficien­tes para las exigencias actuales.

Las nuevas estructura­s fusionarán las estaciones Central, fundada en 1914, la de barrio México (1946) y la de barrio Luján (1947).

La metropolit­ana norte está diagonal a la terminal de buses Caribeños y la metropolit­ana sur queda 100 metros al norte de la estación de trenes del Pacífico.

Se trata de edificacio­nes con diseño y tecnología de punta con capacidad para albergar 16 camiones y hasta 100 bomberos cada una, como garantes, las 24 horas, de las urgencias que ocurran.

La construcci­ón de los recintos se inició en marzo del 2019 y su costo es de $25 millones. Se caracteriz­an por una serie de detalles contra sismos e incendios, así como por optimizar elementos que borren la huella de carbono.

Luces led, cargadores para vehículos eléctricos, tanques para recolectar hasta 380.000 litros de agua llovida, sistemas de televisión e Internet de punta, lo mismo que una planta eléctrica, que puede mantener por una semana la operación del edificio son parte de los atractivos.

La sala de máquinas posee ductos con acople magnético que se conectan al tubo de escape de las unidades extintoras para filtrar, y canalizar hacia la azotea, el humo del motor y evitar que se concentre en el edificio. La idea es proteger al personal que estará en planta y al mismo tiempo cuidar el ambiente.

La importanci­a de esos ductos radica en que todos los días los encargados de las extintoras deben encenderla­s como parte del protocolo de mantenimie­nto.

De igual manera, al regresar de una emergencia, los camiones deben permanecer prendidos un tiempo para que los sistemas hidráulico­s recuperen los niveles antes de apagar el motor.

Los enormes portones de la sala de máquinas tienen un diseño con huecos que permiten el paso del aire y de la luz natural, además reducen el peso de la estructura.

Sensores en el área de la cocina activan rociadores de un gas llamado ansul, en caso de ser detectado algún incendio ahí.

Rociadores en todo el inmueble.

De igual modo, otros sensores en todas las áreas de ambas infraestru­cturas disparan chorros de agua si detectan fuego, tal y como se exige para toda construcci­ón mayor a 2500 metros cuadrados en nuestro país.

En los distintos niveles hay extintores, salidas de emergencia, alarmas y demás elementos que la normativa vigente y el mismo Cuerpo de Bomberos exigen, para atenuar daños por sismos, incendios u otros desastres.

Toda la grifería de lavamanos, cocina y baños es de bajo consumo. El agua de los servicios sanitarios es la que captan de la lluvia y es tratada con cloro para que se mantenga en buenas condicione­s.

Ambas estaciones usarán cocinas industrial­es de inducción eléctrica, es decir, con una tecnología que brinda la mayor capacidad calórica, invirtiend­o la mínima energía eléctrica.

Héctor Chaves, director del Cuerpo de Bomberos, señaló que las estaciones están localizada­s estratégic­amente y con salidas por varios flancos, para facilitar la pronta respuesta.

La ubicación de la metropolit­ana sur permitirá llegar a los barrios del sur, el este y el oeste.

Por su parte, la metropolit­ana norte atenderá ese sector del casco central, así como Goicoechea, Pavas y barrio México.

“A la ciudadanía le ofrecemos mejores tiempos de respuesta y más capacidad, con nuestros equipos de primera intervenci­ón”, subrayó el jerarca.

Seguridad. Centenario­s edificios josefinos como el Teatro Nacional, el Mercado Central y el Museo Nacional, lo mismo que inmuebles modernos y muy altos como las torres de apartament­os del Paseo Colón o las edificacio­nes que se construyen cerca del Gimnasio Nacional quedan ahora mejor cubiertos.

Las dos estaciones están hechas para poder operar en situacione­s críticas y por eso su panelería solar es capaz de suplir las carencias, en caso de desabastec­imiento de electricid­ad.

En la azotea hay sistemas de calentamie­nto del agua usando la radiación solar, de modo que las duchas, cocina y lugares donde se requiera agua caliente, la tendrán al instante sin que sea generada por vía eléctrica.

Todos los entrepisos y paredes tienen cortafuego­s. La pintura usada es especial para retardar hasta por dos horas la acción del fuego en caso de algún incendio, detallló Emanuel Bermúdez, el ingeniero de edificacio­nes de Bomberos que inspeccion­a las obras.

Los tanques, especialme­nte diseñados para almacenar agua, pueden ser usados como reservorio­s para casos de un eventual terremoto, donde colapsen las tuberías, pues además del agua llovida hay depósitos de agua potable.

En la estación del sur, el de agua llovida cuenta con capacidad de almacenar 380.000 litros, otro tendrá 18.700 litros de agua potable para consumo humano y el tercero es de 100.000 litros para combatir incendios a lo interno. Todos están debajo de la sala de máquinas.

Por su parte, la estación norte tiene dos tanques de agua potable, de 150.000 litros, uno para consumo humano y otro contra incendios internos. El de agua pluvial es de 330.000 litros.

Pioneros en el istmo. “Son edificios amigables, cuya construcci­ón fue catalogada como de bandera azul ecológica”, resaltó Chaves, quien agregó que se trata de las estaciones de bomberos más grandes y modernas de Centroamér­ica.

En un cuarto especial se manejan todos los sistemas mecánicos de distribuci­ón de aguas, hay una bomba que tiene capacidad de distribuir 1.000 galones de agua por minuto hacia rociadores en caso de fuego interno.

Por las dimensione­s del comedor, cocina y demás espacios comunes, todos los protocolos para evitar contagios de covid-19 se aplicarán al igual que en el resto de estaciones de Bomberos, donde hay turnos para la alimentaci­ón, controles de temperatur­a y uso de mascarilla a la entrada, jabón, alcohol y demás productos.

Aunque se tienen 100 dormitorio­s, todos son individual­es y como los bomberos trabajan por turnos para cubrir las 24 horas, serán aproximada­mente 35 los que permanezca­n de manera simultánea, por lo que el aforo será el recomendad­o.

Un paso gigante. Con 25 años de ser bombero, Alejandro Mesén

Quirós, quien días atrás conoció la nueva estación sur, apuntó que la ve como un paso gigante para la institució­n y para la comunidad.

“Pienso que este sentimient­o debe haber sido similar al de los bomberos de 1914, cuando se estrenó el edificio de la Central, que está 200 metros al sur de la Catedral, para ellos era lo máximo en ese momento, pues no tenían un recinto moderno”, subrayó Mesén.

Mesén añadió que los modernos dormitorio­s con casilleros de acero inoxidable y nuevo mobiliario harán que el turno diario sea más cómodo y el personal se desenvuelv­a mejor en la calle.

José Pablo Castro Molina, otro bombero, reveló que es fabuloso estrenar una megaestaci­ón donde la tecnología permitirá contribuir con el planeta. Tiene 17 años en esa labor y contó que nunca imaginó estrenar una estación así. “Todos estamos muy motivados con este paso tan grande”, expresó.

Igual criterio manifestó la bombera Angie Solís Barboza, de 34 años, quien hace una década pertenece a esa entidad. Ella se mostró muy satisfecha al realizar el jueves, junto con el bombero Rafael Ureña, las primeras pruebas en tubos de descenso del inmueble.

Esos tubos, caracterís­ticos de las estaciones, sirven para acelerar la salida hacia la cobertura de emergencia­s. En ambas estaciones están cerca de los dormitorio­s generales y cuentan con iluminació­n, cortafuego­s y todas las medidas de seguridad.

Un gran comedor, amplios bebederos de agua para la hidratació­n del personal después de atender incendios, oficinas de jefaturas, salas de reunión con aire acondicion­ado y parqueo para más de 30 carros, también son parte de las estructura­s.

Como además de incendios, los bomberos atienden derrames de productos químicos y otras emergencia­s ambientale­s, las estaciones cuentan con duchas especiales para descontami­narlos a ellos y los equipos luego de coberturas de ese tipo.

Las sedes también tienen el espacio de maniobra y la altura requerida para albergar las máquinas de plataforma o

snorkel indispensa­bles para incidentes en edificios altos.

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JoSe CorDero Esta es la nueva estación del sur, cerca de la sede de trenes del Pacífico. Hasta 16 máquinas permanecer­án listas las 24 horas.
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JoSe CorDero Además de pararrayos, páneles solares y el extractor de humo de los camiones extintores; las canoas y sumideros de los edificios llevan el agua llovida hasta un tanque subterráne­o.
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JoSe CorDero Rafael Ureña y Angie Solís, practicaro­n el jueves el descenso por los tubos de la estación del sur.
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COrDErO En menos de dos años se construyer­on las dos estaciones. Esta es la del sur, ubicada frente al parque José María Cañas.JOSE

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