Jefe de La Reforma investigado por nexo con reo que estafaba desde esa cárcel
Sujeto tenía comodidades que le permitieron hacer fraudes telefónicos por ¢500 millones
El director de la cárcel La Reforma, en Alajuela, deberá tomar vacaciones forzadas por el supuesto nexo que existe entre él y un reo que lideraba una banda ligada a una estafa por ¢500 millones.
La información fue confirmada por el Ministerio de Justicia y Paz, un día después de que el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) realizara una serie de allanamientos para desarticular esta agrupación, operativos que permitieron la detención de otras 15 personas.
Se trata de un funcionario de apellido Pérez, quien ayer solo fue identificado por las autoridades; es decir, no fue capturado.
Además de él, la directora del módulo D de ese centro penal, apellidada Bocam, también deberá tomar vacaciones.
En ese sitio era desde donde, al parecer, el preso realizaba las estafas telefónicas con ayuda de sus cómplices, y, según la investigación, ambos directivos les daban las comodidades para cometer los delitos.
Bocam tampoco fue detenida durante las acciones del miércoles.
La decisión de separarlos momentáneamente de sus puestos fue de la ministra de Justicia, Fiorella Salazar, quien ordenó a la Dirección General de Adaptación Social y a la Dirección General de la Policía Penitenciaria “que se proceda a iniciar investigaciones preliminares en razón de los eventos informados por la prensa y los allanamientos”, reza el comunicado de prensa enviado por el Ministerio.
Aparte de esos dos altos funcionarios, la Policía también ligó a un policía penitenciario de apellidos Irigoyen Cruz, por supuestamente ayudar a la banda en cuestión. Él sí fue detenido anteayer y, a las 5 p. m. de este jueves, ya había sido indagado y estaba a la espera de la audiencia de solicitud de medidas cautelares en su contra, confirmó la Fiscalía.
Sobre este caso, Justicia indicó: “Nos mantenemos atentos a cualquier medida cautelar que nos sea notificada por el Poder Judicial”.
Así timaban. Ni la fuerte condena contra Tencio Rodríguez fue obstáculo para que este montara su propia banda dedicada a hacer estafas telefónicas.
Pese a que no trascendió desde hace cuánto operaba este grupo, las autoridades estimaron el perjuicio económico en ¢500 millones.
Según indicó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), los miembros de esta banda, quienes en su mayoría son familiares del líder, estudiaban todo sobre sus víctimas para, cuando se hiciera el contacto, poder generar empatía con ellas y así hacerlas caer en el engaño.
Una vez que conseguían el dinero, lo trasladaban a una cuenta destino, las cuales pertenencían a terceras personas que, según la investigación, conocían de la ilicitud del movimiento.
Luego, una parte de ese efectivo lo intentaban legitimar comprando bienes muebles e inmuebles, los cuales ponían a nombre de sociedades anónimas o bien de otros familiares del cabecilla. Para ello, contaban con la supuesta ayuda de un notario, cuya oficina está en Grecia, Alajuela.
Entre lo adquirido por la organización criminal destacan joyas, 180 cabezas de ganado (valoradas en ¢50 millones) y dos vehículos de lujo.
También compraron una gran finca en Katira de Guatuso, en la cual supuestamente iba a vivir el líder una vez que saliera de prisión, dijo el OIJ. La otra parte del dinero la mantenían oculta en varias propiedades. ▪