La Nacion (Costa Rica)

Tec rechaza a colegial de honor: ‘Me quitaron la oportunida­d’

Sistema de admisión descartó al mejor promedio de Colegio Científico de Cartago

- Daniela Cerdas E. daniela.cerdas@nacion.com

José Ortega Padilla es oriundo de San Cristóbal Norte de Desamparad­os, en el límite con la zona de Los Santos. Desde que iba a la escuela en aquel distrito montañoso, sabía que dejaría el pueblo para buscar mejor educación; estaba dispuesto a dar lo mejor de sí.

Desde el comienzo lo hizo y ese esfuerzo le permitió alcanzar metas, hasta que este noviembre se topó con un inesperado obstáculo. Él es uno de los alumnos que quedó fuera del Instituto Tecnológic­o de Costa Rica (Tec), luego de la implementa­ción de un nueva método de admisión.

Con esa frustració­n, relató paso a paso su historia.

Cuenta José que cuando llegó el momento de ir al colegio, no le importó viajar hora y media en bus, ida y vuelta, desde San Cristóbal hasta el Liceo Experiment­al Bilingüe José Figueres Ferrer, en Cartago, un liceo semiprivad­o al que entró tras aprobar un examen de admisión.

Para pagar la mensualida­d, ayudaba a sus papás a recoger café entre diciembre y febrero, mientras que, para costearse el almuerzo, le dieron beca.

Su siguiente meta fue entrar al Colegio Científico en aquella ciudad, también gracias al sistema de becas. Hizo el examen de admisión e ingresó a décimo año en el 2018.

Por sus altas calificaci­ones y el compromiso demostrado, se hizo merecedor de otra ayuda de ¢95.000 mensuales para pagar un apartament­o en Cartago, lo que representó un gran alivio pues las clases eran de 7 a. m a 5 p. m. y el próximo bus hasta su casa salía hasta las 8 p. m.

Para la comida y otros gastos personales en el 2018, se ayudó con la venta en el colegio de los aguacates que sembraba su papá.

En su deseo de aprender más, buscó oportunida­des para estudiar en una secundaria en Estados Unidos. Nuevamente, sus calificaci­ones le permitiero­n ir a ese país durante un año, en el 2019, con beca. Desde ese año se comenzó a preparar para el examen de admisión del Tec, decidido a estudiar Ingeniería en Biotecnolo­gía.

“En Estados Unidos busqué en Internet prácticas para el examen de admisión al Tec; les pedí a mis compañeros de la anterior generación –todos habían sido admitidos en el Tec– prácticas para estudiar. Todos los fines de semana allá, dedicaba un tiempo para resolver 30 preguntas”, relató el joven, de 18 años.

En el 2020 regresó a Costa Rica para terminar el undécimo en el Colegio Científico. La preparació­n para el examen de admisión se intensific­ó al comienzo de abril.

“Todas las noches, antes de acostarme, como a las 12 medianoche, respondía 20 o 30 preguntas de prácticas del examen de admisión. No lo podía hacer antes porque salía de clases virtuales a las 5 p. m., luego cenaba, me ponía a hacer los trabajos y a estudiar para las evaluacion­es y terminaba tarde; hasta las 12 medianoche podía practicar. Al otro día, las clases comenzaban a las 7 a. m.”, relató.

Sueño truncado. Para este joven fue una “total decepción” darse cuenta, en setiembre, de que el examen de admisión al Tec no iba a realizarse y que los cupos se iban a repartir por cuota, entre cuatro grupos de colegios y provincias, y tomando en cuenta solo las notas de décimo.

Según el Tec, el mecanismo se usó para asegurar el acceso de todos los jóvenes, sobre todo los más vulnerable­s, y garantizar una distribuci­ón “equitativa” del cupo. Esto permitió que alumnos con notas más bajas entraran y estudiante­s con altos promedios, no.

“Fue un shock, porque toda la preparació­n fue en vano, dos años preparándo­me para el examen de admisión. En ese momento, todos mis compañeros supimos que, con ese mecanismo, teníamos menos posibilida­d de ingresar, porque la carga académica del científico es más pesada, hay más materias, la evaluación es diferente, casi no hay puntos por trabajo cotidiano en las materias, solo se evalúa con exámenes.

”Además, solo se tomaron en cuenta las notas de décimo, un año de adaptación para todos los que ingresamos a los científico­s; en ese año el promedio es menor”, afirmó.

El promedio de notas del colegio de Ortega fue de 95,45 y la nota admisión que le otorgó el Tec, de acuerdo con sus calificaci­ones, fue de 728,14 (el máximo es 800). Este joven fue el alumno con el mejor promedio del Colegio Científico de Cartago.

Sin embargo, el lunes, el Tec le informó de que no fue admitido para ingresar en el 2021. Tampoco, ninguno de sus compañeros de generación.

“Me asusté. En cualquier otro año, hubiera sido suficiente para ingresar a Biotecnolo­gía, pero esto se salió de mis manos, no fue mi culpa. Con el examen de admisión siempre compensamo­s las notas del colegio. Es increíble que alumnos con menos calificaci­ones sí hayan ingresado, porque uno se esforzó por tener las mejores calificaci­ones. Salí de una zona rural por una mejor educación y me quitaron la oportunida­d”, lamentó. ▪

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CORTESÍA José Ortega soñaba con entrar al Tecnológic­o a estudiar Ingeniería en Biotecnolo­gía. Pero, al igual que decenas de alumnos de colegios científico­s con excelente nota, el sistema lo rechazó.
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Por sus altas notas, José Ortega estudió durante un año en una secundaria de Estados Unidos, donde recibió una beca. CORTESÍA

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