Contraloría expone 4 preocupaciones en torno a crédito con Banco Mundial y BCIE
La Contraloría General de la República (CGR) expuso cuatro preocupaciones sobre el crédito de $600 millones (¢364.000 millones) que el Gobierno firmó con el Banco Mundial y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y que ahora pide aprobar a la Asamblea Legislativa.
La primera inquietud apunta al plazo de ejecución, pues el contrato establece que es para apoyar el financiamiento de gastos ya autorizados en el presupuesto del 2020, año al que solo le resta un mes y medio.
“Dado lo cercano del cierre del año, esta delimitación expresamente referida al ejercicio económico 2020 podría generar inseguridad en cuanto a la posibilidad de revalidación de estos recursos en caso de que no se logre ejecutar la totalidad de la fuente”, sostiene el documento.
El Gobierno también plantea usar ¢36.000 millones de los recursos para ayudar a crear un fondo de avales de ¢180.000 millones destinado a que las empresas golpeadas por la crisis puedan acceder a créditos bancarios, con el fin de reactivar la actividad económica.
En ese punto, está la segunda inquietud. Para la entidad, existe “poca congruencia” entre la forma en que el Estado plantea ejecutar el préstamo y el contrato para el crédito.
Según el criterio enviado por la CGR al Congreso, el plan de ley del crédito no menciona la posibilidad de usar dinero para la constitución del Fondo de Avales y Garantías, tal como lo establece el contrato.
La Contraloría pide a los diputados hacer los cambios pertinentes para dar congruencia al uso del empréstito.
El tercer señalamiento es que, de no rebajarse los gastos del Gobierno en la misma cantidad de dinero que se enviará a la Caja Costarricense de Seguro Social, el efecto será un aumento en el déficit fiscal equivalente a un 0,05% del producto interno bruto (PIB).
Por último, la cuarta acotación es que “la denominación en moneda (del crédito) extranjera introduce adicionales riesgos que deben ser tomados en cuenta, a efecto de que, en la medida de lo posible, no se incremente la exposición del erario a fluctuaciones cambiarias”, en momentos en que el dólar está subiendo.