Crisis desnuda carencias en servicios públicos
Casi la totalidad de entidades responsables de brindar servicios públicos presentan debilidades para prevenir y responder a la población como es debido durante la pandemia, según un análisis de la Contraloría General de la República (CGR).
De 21 servicios públicos revisados, solo uno tuvo una gestión óptima y ese fue el denominado “financiamiento para la producción”.
En los otros 20 hay distintos niveles de lo que el órgano contralor llama “una brecha de mejora significativa”, al referirse a la ausencia de prácticas para una prestación continua y adecuada del servicio, e incluso luego de los esfuerzos de las administraciones por mejorar en un contexto de emergencia sanitaria.
Ajustes a realidad. Un primer aspecto por mejorar, precisa la CGR, es la falta de acciones para ajustar la prestación de los servicios a la nueva circunstancia que impuso la pandemia, como más digitalización, simplicidad de trámites y disponibilidad de medios para atención remota.
Además, si bien se han realizado ajustes en horarios y en la atención a usuarios, estos reclaman deficiencias en la comunicación de tales cambios, el manejo de sus gestiones, dificultades de acceso al servicio; así como en la rendición de cuentas sobre su prestación continua.
De acuerdo con los resultados por categoría, en los servicios de salud la atención de emergencias muestra niveles avanzados en su gestión al aplicar más prácticas en cuanto a la determinación de actividades clave y la definición de responsables de la operación.
En servicios de educación, se refleja “una importante brecha” en la estrategia de continuidad y necesidad de que las entidades responsables vigilen y aseguren la atención ininterrumpida en la emergencia.
En cuanto a los servicios básicos, la prestación de la energía eléctrica presenta el mayor porcentaje de aplicación de prácticas que le han permitido su funcionamiento en niveles avanzados.
Por su parte, servicios de suministro de agua, seguridad alimentaria y recolección de residuos requieren mejoras en aspectos de adaptabilidad de los procesos y gestión de riesgos, así como en implementación de planes y estrategias.