Andrey tuvo un buen año en una ‘temporada rara’
››amador pronostica que en el próximo año le irá muy bien en ciclismo mundial
Fue un año raro que comenzó en medio de la incertidumbre, pero que al final, sembró optimismo, esperanza e ilusión en el ciclista costarricense Andrey Amador.
Mientras que los demás integrantes del pelotón profesional sumaban algunos kilómetros de preparación en enero, el tico estaba varado.
La situación obedecía a que en ese entonces su futuro no estaba claro. Es más, ni siquiera su presente.
Él no sabía si debía continuar con Movistar Team o si podía marcharse a las filas del Ineos. Todo se iba a resolver mediante un arbitraje con la Unión Ciclista Internacional, pero hubo un acuerdo.
El tico se marchó a la escuadra británica y casi de inmediato apareció en competencia. Su estreno con el Ineos fue en el Tour de Emiratos Árabes Unidos, a finales de febrero.
Sin embargo, el nuevo coronavirus apareció en la caravana y la competencia se canceló, a falta de dos etapas. La organización ordenó un confinamiento total y los ciclistas pudieron emprender su retorno a casa hasta que se obtuvieran los resultados de los exámenes de rigor.
Los integrantes de la caravana que contrajeron la covid-19 permanecieron ahí en cuarentena.
Así fue el estreno de Amador con el Ineos, sin sospechar que sería lo único que correría en el primer semestre del año. La pandemia desbarató el calendario, con un receso de meses. De vuelta. Cuando se reanudaron las competencias, se corrió mucho en poco tiempo, sin existir ese fondo que los ciclistas siempre le meten al cuerpo antes de que comiencen las grandes vueltas.
Así, con apenas siete días de competencia, Amador acudió al Tour de Francia, que se disputó del 29 de agosto al 20 de setiembre y donde finalizó en el puesto 77 de la clasificación general.
“Ha sido un año muy extraño, venía de tres meses con lo del cambio de equipo, luego fue el tema de pandemia. Volví a correr en Occitania y L’Ain. Fui al Tour de Francia, con falta de ritmo. Creo que conforme pasan los años cada vez se necesita competir más; más kilómetros, más fogueo, un poco a diferencia de la Vuelta a España, que tenía más ritmo, me sentía mejor y al final de cuentas quedo contento”, apuntó Amador a La Nación.
Después del Tour, su próximo y último evento de esta temporada fue la Vuelta a España.
Ahí se vio mucho mejor, siempre como el gregario más fuerte del ecuatoriano Richard Carapaz que terminó subcampeón, a 24 segundos del esloveno Primoz Roglic (Jumbo).
“Quedamos contentos con la Vuelta. Terminar segundos con Richard, de la manera que fue, tan cerca de ganarla, es para estar contentos”, expresó.
Mientras que juega con su hija Gretta, hoy quiere pensar que el 2021 será mejor.
“El próximo año lo afrontaré con muchísimas ganas, obviamente después de descansar (ríe...), porque quedé demasiado cansado con la Vuelta. Ha sido un año raro, porque a pesar de que casi no he corrido nada, casi termino con 50 días de competición en dos meses y medio y se hace duro”, mencionó.