La Nacion (Costa Rica)

Quien vendía empanadas es la goleadora del fútbol femenino

››Joven también labora como servidora doméstica y quiere ser policía

- Juan diego Villarreal jvillarrea­l@nacion.com

Fernanda Figueroa colecciona­ba los recortes de los periódicos donde se enumeraban los éxitos de la goleadora Karla Villalobos y se los enseñaba a su madre, con la promesa de que algún día sería como ella.

Entre la venta de empanadas en el barrio La Esperanza, en Río Claro de Golfito y, las mejengas en el planché de cemento, Fernanda soñaba con jugar al fútbol y no solo ser la chiquilla que sus compañeros escogían de primera, porque de acuerdo con sus palabras, no “era tan mala”.

Figueroa, del equipo Dimas Escazú, actualment­e es la líder de goleo del campeonato de la Primera División del fútbol femenino, con 19 tantos, uno más que la goleadora histórica del balompié femenino Karla Villalobos, quien pertenece al equipo de Sporting FC.

Desde su llegada a Escazú, Fernanda ha tenido que superar una serie de dificultad­es, incluso una lesión crónica que le causa dolor cada vez que entra a la cancha, pero la cual no le impide dar lo mejor y contribuir con anotacione­s para su equipo, que aunque no logró clasificar­se a las semifinale­s, es uno de los animadores del campeonato.

“Siempre admiré a Karla, yo quería ser como ella. En casa ayudaba a mi mamá vendiendo empanadas y por las tardes me reunía a jugar en el planché con los chiquillos del barrio, porque siempre quise jugar fútbol. Recuerdo que entre todos juntábamos plata para comprar una bola de plástico que calentamos, para que nos durara más”, indicó Figueroa, quien confesó que su mayor virtud es la velocidad al medirse con sus adversaria­s.

En aquel planché, la ‘selecciona­ron’ para jugar en el equipo de canchas sintéticas de la localidad llamado Las Panteras y de allí fue a probar a los Juegos Nacionales de Corredores. Más tarde fue refuerzo del equipo de Pérez Zeledón, también de Juegos Nacionales, siempre como delantera.

A la capital. Sus buenas actuacione­s, sus goles y sus deseos de superación la llevaron a aceptar una propuesta de Geovanni Vargas, entrenador del equipo de Dimas Escazú, para venirse a vivir a San José, con solo 16 años y nueve meses.

“Vine a San José a cumplir mi sueño de ser futbolista. Era una bonita oportunida­d y, aunque mi madre no estaba muy convencida, yo sabía que podía surgir. Además podía estudiar, terminar mi secundaria y más adelante seguir una carrera como policía. Siempre quise ser oficial para ayudar a las personas. Desde niña era uno de mis anhelos, al igual que ser futbolista”, enfatizó Figueroa.

Fernanda no oculta que al principio le costó adaptarse, pero al ser una joven que disfruta ayudar a los demás, se fue ganando la confianza de sus compañeras que pasaron a ser sus amigas.

Dolor. La pasión por el fútbol llevó a Fernanda a no dejarse vencer por nada, incluso por el dolor, pues una vez que llegó a Dimas Escazú se dio cuenta que padece de periostiti­s, la cual es una inflamació­n de la membrana más externa del hueso de la tibia en este caso, uno de los dos huesos que forman la pantorrill­a (junto al peroné).

“Cada vez que juego tengo dolor. Es una dolencia crónica que me empezó de niña y la verdad no tengo idea cómo inició, pero para poder jugar debo calentar antes y durante un tiempo mayor a mis compañeras, para que no me duela al jugar. Una vez que concluye el partido debo igual hacer un trabajo especial para poder llevar mi vida con normalidad. Es un poco sacrificad­o, pero vale la pena”, contó Figueroa.

Las terapias, las descargas físicas, los masajes y el hielo, son necesarios para para poner ver acción domingo a domingo, en la cancha, cada vez que la necesite el equipo.

“Pese a la lesión me exijo al máximo. El dolor puedo aguantarlo gracias a la terapia, al igual que los entrenamie­ntos. Es complicado, pero lo mejor que puedo hacer es jugar por mis compañeras y por el equipo de Dimas Escazú, al cual yo le debo mucho. El año pasado anoté 22 goles y este año ya tengo 19, por lo cual me gustaría alcanzar esa cifra, aunque solo falta un partido. La verdad es muy bonito pelear el goleo con Karla, a quien admiro mucho desde que era niña y la veía por televisión”, aseguró Figueroa.

El día de Fernanda empieza con los entrenamie­ntos desde buena mañana, posteriorm­ente debe dividir su tiempo colaborand­o con diferentes actividade­s en el programa académico Residencia donde vive junto con otras integrante­s del plantel.

“Además de estudiar para sacar el bachillera­to, también trabajo en servicios domésticos en una casa, tres días a la semana, para ayudarme económicam­ente y colaborar con mi familia. Es cansado, pero sé que es importante. Además como dije antes, quiero estudiar y convertirm­e en policía para ayudar a las personas y hacer el bien. Es otra de mis metas”, enfatizó Figueroa.

 ?? CORTESÍA DIMAS ESCAZÚ ?? Fernanda Figueroa, quien es oriunda de Río Claro de Golfito, desde niña quería ser jugadora de fútbol, ilusión que pudo cumplir gracias al equipo de Dimas Escazú.
CORTESÍA DIMAS ESCAZÚ Fernanda Figueroa, quien es oriunda de Río Claro de Golfito, desde niña quería ser jugadora de fútbol, ilusión que pudo cumplir gracias al equipo de Dimas Escazú.
 ?? CORTESÍA DIMAS ESCAZÚ ?? La velocidad y la potencia son las principale­s virtudes de Fernanda Figueroa como futbolista. Su espejo es la goleadora histórica Karla Villalobos, del Sporting.
CORTESÍA DIMAS ESCAZÚ La velocidad y la potencia son las principale­s virtudes de Fernanda Figueroa como futbolista. Su espejo es la goleadora histórica Karla Villalobos, del Sporting.

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