Pérdida irreparable
DESRAMADO EN UCR DESTRUYÓ ESPECIES
El 14 de noviembre funcionarios administrativos de la Universidad de Costa Rica cortaron muchas ramas de los árboles en la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio y, sin ningún tipo de consideración ni respeto por la naturaleza, tiraron al suelo una enorme cantidad de epífitas que tenían derecho a seguir su existencia donde estaban.
Bellas y maduras orquídeas, bromelias, musgos, líquenes y helechos fueron eliminados de su hábitat con maquinaria pesada sin que el encargado de la destrucción apareciera por ningún lado. Vanos fueron mis intentos de salvar las epífitas, pues ni siquiera el rector me devolvió dos llamadas y un mensaje, tampoco personal de seguridad y tránsito.
Un ejemplo más del manejo de la biodiversidad en la institución, basado en criterios administrativos y no de biología de la conservación.
Está ausente la arquitectura paisajista en la Oficina de Servicios Generales, sin mencionar la contaminación sónica constante y estresante (y sin medir) en la Ciudad de la Investigación, el irrespeto a las áreas de protección cerca de la quebrada y la contaminación lumínica por las nuevas construcciones.
Una institución líder en investigación y generación del conocimiento avanza paralela a una monstruosa burocracia que parece no tener freno. El campus podría ser un ejemplo verde, mas parece un desierto de especies exóticas y un gran generador de gases de efecto invernadero, debido a la innecesaria y dañina tala constante de las herbáceas con equipo que utiliza combustibles fósiles.
Carmen Rojas González
San Pedro de montes de oca