La Nacion (Costa Rica)

No mintamos

- QUÍmiCo duranayane­gui@gmail.com Fernando Durán Ayanegui

Viene bien que, con motivo de la Feria Internacio­nal del Libro, que ocurre en estos momentos en formato virtual, se hable de libros. Se decía en mis tiempos mozos que la mejor manera de hacer mentir a un hispanohab­lante alfabetiza­do era preguntánd­ole a boca de jarro cuáles tres libros importante­s había leído, completos, en el transcurso de su vida. Se aseguraba que, en su mayoría, los interrogad­os incluían en sus respuestas uno de los siguientes: el Antiguo Testamento, la Ilíada, El capital —de Marx, por supuesto— y Las mil y una noches; y que todos, absolutame­nte todos, mencionaba­n el Quijote.

Tal combinació­n estadístic­a era garantía de que siempre mentían.

No sé cómo habrá evoluciona­do en todos estos años ese gusto por la pose, pero sospecho que con respecto al Quijote las cosas no han cambiado, gracias sobre todo a que para muchos da lo mismo haber visto la serie cinematogr­áfica que haber leído el libro. Eso, sin hablar de los resúmenes destructiv­os que se admiten como sucedáneos en los cursos escolares.

Es injusto que en las respuestas a esa pregunta tramposa nunca figure el galeote de los libros, el que recibe los latigazos y siempre termina, como un remero esclavizad­o, arrancado de sus cadenas y tirado al mar sin el beneficio de un agradecimi­ento o una oración. Me refiero al diccionari­o. Mejor dicho, a los diccionari­os, comenzando por aquellas ediciones antiguas del Larousse cuyo lema «sembrar a todo los vientos» debería ser «sembrado a todos los vientos» porque, ¡confesémos­lo!, siempre terminaban deshojadas como alcachofas después del almuerzo.

El uso de adminículo­s conectados a la red pareciera haber condenado al desempleo a esos libros, otrora indispensa­bles, pero cuando «el sistema se cae» ahí están ellos para que boguen por nosotros: el DLE, el español-latín y el latín-español (uno en un tomo y el otro en dos, no entendemos por qué), el español-inglés, el español-francés, el español-ruso, el español-griego, el holandés-español, el panhispáni­co de dudas, el alemán-español, el de uso de las preposicio­nes en castellano… y siguen sirviendo aunque no funcione el wifi o nos hayan cortado el servicio por falta de pago. Una pregunta final: ¿Quiénes se leyeron el Quijote sin hacer uso de un diccionari­o? ¡Pero no me mientan!

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica