Regreso a clases
La Organización Mundial de la Salud (OMS), a raíz del confinamiento, ha sido enfática en la importancia del regreso a clases, claro está, acatando las medidas para proteger a los niños, docentes y personal administrativo, a lo que yo agregaría que debe hacerse de manera inteligente.
Es paradójico que un país que abrió sus fronteras, hoteles, restaurantes y hasta bares, aún se plantee dudas en cuanto a la reapertura de los centros educativos, así como de los espacios para la práctica del ejercicio y el esparcimiento, como parques y áreas de recreación.
Todos somos conscientes de la necesidad de proteger algo tan preciado, nuestros tesoros de vida, como son los niños y jóvenes, por lo cual es momento de analizar la otra cara de la moneda, lo que ha significado para su salud física y mental el distanciamiento social y la escolaridad en casa, porque no estábamos preparados para ello.
El regreso con los protocolos de protección, además del progreso en los estudios de los niños y jóvenes ayuda a frenar la amplia brecha de desigualdad que se hizo evidente en el 2020: tan solo un 50 % cuenta con equipo adecuado para la educación virtual, el 18 % no tiene Internet y el 32 % carece de ambas cosas. Los docentes tampoco estaban capacitados para esta nueva realidad.
Por otra parte, y nos lo recuerda la misma OMS, debemos recordar el papel tan relevante que el sistema educativo desempeña en la nutrición (en Costa Rica, los comedores escolares son insustituibles por los paquetes de ayuda), el bienestar del niño (ejemplo: controles de peso y talla y programas de vacunación), así como un escudo de alerta y protección en caso de violencia intrafamiliar.
Los seres humanos somos sociales y, como tales, nos es necesaria la interacción con otras personas. Para los niños, además de departir con sus compañeritos y queridos docentes, abona a su sentido de seguridad y bienestar.
El gobierno ya ha avanzado con 14 protocolos, lo que me parece excelente, sumo a estos un llamado a estructurar los horarios y el transporte de manera inteligente, pensando en facilitar la reinserción laboral de los progenitores, clave para la reactivación económica del país.