Golfito tiene en su ADN la filosofía del Paté Centeno
››Técnico imprime juego de toque con el cual derrotó 2-0 a Cariari Pococí
Puerto Golfito, el equipo nómada que en toda la temporada ha tenido que jugar a 314 kilómetros de casa, dio un paso enorme en sus aspiraciones de avanzar a la final del Torneo de Apertura de la Liga de Ascenso, al derrotar en semifinales 2-0 a su similar de Cariari Pococí.
El conjunto amarillo, que debido a las protocolos del Ministerio de Salud por la pandemia de la covid-19 tuvo que disputar sus compromisos en el estadio Colleya Fonseca, en Guadalupe, vio premiado su sacrificio y esfuerzo. De momento está arriba en la serie frente a los caribeños, la cual deberá cerrar el próximo sábado a las 7 p. m. en el Ebal Rodríguez de Guápiles.
Pero quizás ese mismo predicamento que han vivido en el certamen les ayudó a conformar un plantel más competitivo, de la mano del técnico Roberto Castro, quien fue asistente de Wálter Paté Centeno en el Municipal Grecia, cuadro que también dirigió. Además, tuvo un breve paso por las ligas menores de Liga Deportiva Alajuelense.
Ese deseo de que su equipo salga jugando, ponga la pelota al piso y le imprima velocidad a las bandas es un estilo muy cercano al que predica Paté Centeno en el Saprissa, quien por cierto estaba en la gradería del Colleya Fonseca, observando el compromiso.
“Esa es la manera en que yo veo el fútbol. Es la forma en que me toca enseñar, cómo deseo que se planten los jugadores. Siento que es muy cercano al estilo de Wálter, el cual intentamos en Grecia. Como dije, es la forma en que vemos el fútbol, tratando de dar espectáculo”, manifestó Castro a radio Monumental, sin dar pistas de semejanzas entre ambos estilos de juego.
Lo que sí es claro es que Puerto Golfito, la campaña anterior cuando era dirigido por el uruguayo Alejandro Larrea, era un equipo que jugaba muy diferente, basado en la fortaleza de sus zagueros y en el juego aéreo de sus delanteros.
Esa serie de cambios que ha vivido el plantel, desde la llegada de otro entrenador hasta salir de su sede, es por la cual sus hombres se han impregnado de orgullo y coraje para ir superando barreras, a pesar que calificaron como el octavo equipo a las llaves de eliminación directa del campeonato y dejaron fuera a Barrio México, en los cuartos de final.
“Si yo les contara las vicisitudes que hemos vivido. Lo que hemos pasado fuera de la cancha nadie cuenta. Nadie sabe si hemos tenido qué comer o bien dónde dormir en algunos casos. Ese tipo de cosas hace que el grupo sea muy maduro y honesto y precisamente nos hemos sobrepuesto a todos esas contrariedades”, señaló Castro a Monumental, luego del encuentro.
Para nadie es un secreto que las complicaciones de estar en el Valle Central influyó en el rendimiento del plantel, pero aún así el grupo ha salido adelante y tienen como meta llegar hasta la final.
“Somos el equipo que ha tenido menos localía. En su momento Guanacasteca, Liberia e incluso Cariari jugará en Guápiles. Nosotros no hemos podido. Sé que nuestra afición está ansiosa por vernos en casa, que viven estos partidos a lo lejos y queremos llevarle esa alegría porque son una zona muy futbolera y desean un equipo en la Primera División”, afirmó Castro.
El primer duelo de las semifinales entre limonenses y puntarenenses fue muy disputado, con llegadas en ambos marcos y opciones de anotar, pero donde al final la mejor contundencia de los golfiteños les valió los tres puntos.
‘Los locales’ sorprendieron rápidamente a los visitantes, cuando Stiven Pretel sacó un remate desde los linderos del área, que dejó sin oportunidad al arquero Johnny Aguilar, para marcar en 1-0 en el compromiso al minuto 4.
La reacción de los guapileños no se hizo esperar, adelantaron sus líneas y fueron al frente; sin embargo, en una acción donde se combinó la viveza y definición de los porteños Felipe Chávez envió un largo servicio a Deibys Jiménez, quien con pierna izquierda tocó el balón a la salida del meta Aguilar para marcar el 2-0 al 28’.