La Nacion (Costa Rica)

Lentitud para investigar posible feminicidi­o tiene en zozobra a familiares

››Muerte de limonense ocurrió en agosto en santa cruz, Guanacaste; sospechoso está libre

- Hugo Solano C. hsolano@nacion.com

El asesino no tuvo misericord­ia de ella. en cambio, la justicia tuvo misericord­ia del sospechoso, porque anda libre”. Yendry artavia prima de la fallecida

El homicidio de Katherine Villalobos Williams, ocurrido el 3 de agosto en una casa solitaria de Santa Cruz, Guanacaste, hace presumir a las autoridade­s judiciales que podría tratarse de un feminicidi­o.

La fallecida era oriunda de Limón y tenía ocho meses de haberse casado en segundas nupcias con un hombre de apellido Navarro, de 43 años, detenido el día de los hechos por incumplir las medidas de protección que la víctima había solicitado tres meses antes, ya que estaba cerca de la casa.

El deceso de la mujer, de 39 años, dejó en el desconsuel­o a sus cuatro hijos menores de edad, su madre, hermanos y allegados.

‘Solo Dios lo sabe’. “Es un dolor se lleva en el corazón, se vive todos los días y solo Dios lo conoce y sabe lo que hemos vivido”, dijo Yendry Artavia, prima de Katherine.

Al día siguiente del homicidio, la Fiscalía Adjunta de Santa Cruz solicitó medidas cautelares contra Navarro Mora; sin embargo, el Juzgado Penal resolvió dejarlo en libertad, situación que aún prevalece.

“Todos los días le pedimos a Dios que nos haga justicia y que la persona que hizo ese mal sea enviada a la cárcel. En este momento sigue libre, siendo un peligro para la sociedad”, comentó Artavia.

Añadió que Charlyn, hermana de la fallecida, vive encerrada porque ha sido demasiado el dolor experiment­ado. Para la mamá, Doris, el sufrimient­o también ha sido extremo, dijo Artavia.

“Esto, a nosotros, emocionalm­ente nos ha afectado demasiado. Si yo le contara… es como una puñalada… no hay otra expresión. Los hijos más grandecito­s están como en depresión y los otros también están afectados”, sostuvo.

Refirió que Navarro incluso llamó, días después del asesinato, a una hija de Katherine para decirle que la iba a demandar por publicar el nombre de él en las redes sociales y la trató de mentirosa.

“A situacione­s como esa nos hemos visto expuestas, porque la justicia en Costa Rica no sirve para nada y es muy caro contratar un abogado”, acotó Artavia.

Añadió que la familia no entiende por qué, en algunos casos, como el de la muerte de la anestesiól­oga María Luisa Cedeño, ocurrida en Quepos, el 20 de julio, se tuvo pronto una autopsia, y en otros, como el de Katherine, el proceso es tan lento.

Siempre sonriente. Katherine era ama de casa y, además, vendía recargas telefónica­s y lotería.

“Ella fue una mujer muy valiente, fuerte, carismátic­a, sencilla e incondicio­nal. Donde llegaba, el lugar siempre se llenaba de risas. Siempre nos hacía reír, sin importar cuán difícil fuese la situación que vivíamos”, recordó Artavia.

Dijo que Katherine siempre luchó para salir adelante con sus cuatro hijos, incluso siendo una madre soltera. “Fue una persona muy amada y siempre se caracteriz­ó por tener una sonrisa”.

Añadió que este tiempo ha sido muy duro para los hijos y demás miembros de la familia que, según Artavia, han tenido que aferrarse a la mano de Dios, para seguir.

Ella decidió casarse con Navarro en diciembre del 2019 para formar una familia con él (Navarro), sin sospechar lo que le esperaba.

“Después de ocho meses de agresiones físicas, la vida le fue arrebatada despiadada­mente, dos días antes de que cumpliera diez años uno de sus hijos”, explicó Artavia.

Villalobos fue ultimada en San Pedro de Santa Cruz. El cuerpo estaba tapado con una sábana y no presentaba heridas de arma de fuego o arma blanca, por lo que se presume que fue asfixiada.

Lugareños, que al parecer escucharon alguna discusión, alertaron a las autoridade­s que, al llegar al sitio, encontraro­n el cadáver en una de las habitacion­es.

La hermana de Katherine fue la que interpuso la denuncia en la Fiscalía, entidad que le dice que están atados de manos hasta que salga la autopsia del laboratori­o forense, lo cual aún no se sabe cuándo será.

“El asesino no tuvo misericord­ia de ella. En cambio, la justicia tuvo misericord­ia del sospechoso, porque anda libre”, indicó Artavia.

Causa abierta. Aunque Navarro está libre, tiene abierta la causa por incumplimi­ento de medidas de protección, que se tramita bajo el expediente 20000918-0800-PE.

Según la resolución 20000600-0676–VD, del Juzgado de Violencia Doméstica de Puntarenas, desde mayo se había ordenado a Navarro la salida inmediata del domicilio familiar y se le prohibió agredir física, psicológic­a, patrimonia­l o sexualment­e a su esposa. De igual manera, se le impedía insultarla, amenazarla o perturbarl­a personalme­nte o por medio de terceras personas.

La medida también contemplab­a el impediment­o de molestarla telefónica­mente, por mensajes de texto, correo electrónic­o, redes sociales o cualquier otro medio. Sin embargo, el día del crimen, el hombre estaba en la casa donde apareció el cuerpo de Katherine.

Por ahora, el caso continúa en la etapa de recolecció­n y análisis de pruebas, las cuales determinar­án quién o quiénes tuvieron que ver con esa muerte.

El OIJ de Santa Cruz solo informó de que “se está a la espera del resultado de la autopsia médico-legal, así como de otros análisis forenses, con los que se determinar­á la causa de muerte”.

Cuando esté lista la autopsia y se tenga el informe completo, podría haber algún giro y una eventual recalifica­ción de los cargos que afrontaría el sospechoso.

 ?? COrtesÍa ?? Katherine Villalobos, de 39 años, era madre de cuatro hijos. Cerca de la vivienda donde estaba el cuerpo, las autoridade­s detuvieron a su exesposo, quien tenía prohibició­n de acercarse a ella.
COrtesÍa Katherine Villalobos, de 39 años, era madre de cuatro hijos. Cerca de la vivienda donde estaba el cuerpo, las autoridade­s detuvieron a su exesposo, quien tenía prohibició­n de acercarse a ella.

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