Duelo nacional por víctimas de la covid-19
Quienes perdimos a nuestros seres queridos esperamos que se les rinda homenaje
Falta un mes para que acabe el año y los familiares de los 1.731 muertos por covid-19 (cantidad registrada hasta este martes 1.° de diciembre) seguimos a la espera de que se declare un día de luto nacional.
El gobierno suele decir que estamos en guerra contra el coronavirus y que debemos aunar esfuerzos para derrotarlo. Si esto es así, habría que recordar que el luto por los caídos en una batalla se lleva a cabo en la comunidad; en una guerra, los caídos son los padres y los hijos de todos, y los muertos no se lloran en soledad porque todos, de una forma u otra, perdimos algo.
Declarar un día de luto nacional sería una manera de compensar moralmente a quienes no tuvimos la oportunidad de despedirnos de nuestros seres queridos, quienes, en esta guerra contra la covid-19, murieron en soledad.
Asimismo, sería una ocasión más que propicia para rendir homenaje al personal sanitario que desde el minuto cero ha estado al pie del cañón, luchando contra la pandemia, atendiendo a nuestros seres queridos, poniendo en riesgo su vida; algunos de ellos la perdieron.
Propongo una jornada de reflexión nacional, una llamada de atención colectiva sobre lo que significaron estos meses para todos y una invitación a seguir cuidándonos en los días venideros, que esperamos sean los últimos de la pandemia.