Pesimismo de consumidores en el país se reduce un poco
››Flexibilización de medidas por crisis habría influido en análisis efectuado
Los consumidores costarricenses se mantienen en una zona de pesimismo respecto a su evaluación de la economía, aunque, en el trimestre que cerró en noviembre, su percepción es ligeramente mejor que en los tres meses previos.
Esa conclusión se obtiene de los resultados del Índice de Confianza del Consumidor (ICC), que realiza la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica (UCR), y que fueron presentados ayer, en su última medición del año.
De acuerdo con el análisis, el ICC se colocó en 34,8 puntos (escala cero a 100) entre setiembre, octubre y noviembre, mientras que hace tres meses (junio, julio, agosto) estaba en 28,3 puntos.
Empero, este ligero avance de 6,5 puntos en el ICC no permite salir de la zona de pesimismo, advirtió el investigador Johnny Madrigal, encargado de elaborar el indicador. Un resultado de 35 puntos, subrayó, es estar en esa zona.
Madrigal dijo que la ligera mejoría en la percepción acerca de la economía posiblemente tenga sustento en la flexibilización de las medidas para el control de la pandemia de la covid-19.
Estimó que una apertura al comercio, la reapertura a los vuelos internacionales, el estímulo al turismo interno y otras decisiones influyeron en el resultado del ICC, aunque el consumidor, insistió, se mantiene en una área de pesimismo.
Alonso Elizondo, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Costa Rica (CCCR) coincidió que eso es producto del cambio de medidas del Gobierno ante las restricciones por la crisis sanitaria. Por eso, expresó, ve la situación igual que el coordinador del estudio: el consumidor se mantiene pesimista.
Pudo incidir también que algunos trabajadores, ante la apertura a las actividades económicas, volvieran a jornadas completas, apuntó Elizondo.
El especialista de dicho centro de estudios consideró que las medidas de ajuste fiscal, para disminuir la brecha ente ingresos y gastos del Gobierno, las cuales no se tienen claras todavía, posiblemente incidirán mucho en los resultados futuros del rubro citado.
Al respecto, el experto detalla que las medidas no pueden venir por la vía de impuestos, porque tocar la capacidad de compra de las personas “sería un gran error, cuando los ingresos ya están disminuidos”. Añadió que los ajustes deben ir por el lado de los gastos.
Aunque siempre dentro de esa misma zona pesimista, se perciben mejoras en el ingreso familiar: el grupo de quienes esperan ingresos menores que los del año pasado se redujo de 35,4% a 27,8%. Igual recuperación ocurre en la percepción de capacidad de compra: disminuyó de 45,4% a 37,0% quienes esperan una pérdida en esa capacidad.
Además, permanecieron sin cambio las expectativas de aumentos en los precios de los combustibles y de tipo de cambio, explicó Madrigal, al presentar los resultados en una conferencia virtual.
Mala perspectiva. Al contrario, la calificación a la política económica de la actual administración no solo es negativa, sino que se deterioró significativamente en los últimos meses, advirtió el informe mencionado.
Así, quienes califican ese desempeño como un “trabajo bueno” bajó de 15,9% a 5,1% y los que lo consideran un “trabajo pobre” se incrementó de 50,4% a 69,9%.
Igualmente se presentó un aumento en quienes prevén un alza en las tasas de interés para el futuro. La cifra pasó, en este caso, de 54,4% a 58,1%, en los tres meses a noviembre.
Empero, el porcentaje de quienes esperan aumentos en el desempleo disminuyó de 68,0% a 57,9%, en tres meses, y en el caso de la pobreza las magnitudes lo hicieron de 76,4% a 66,9%. Esto indica que hay una mejor percepción acerca de la situación personal, probablemente también influida por las medidas de reactivación económica.
El estudio para el ICC se efectuó entre el 2 y el 14 de noviembre pasados. La muestra es de 708 personas, de 18 o más años, y se concretó mediante la telefonía móvil o celulares.
Se trata de la encuesta número 68, el periodo es cada tres meses. Sus últimos resultados se presentaron mientras el actual director de la Escuela de Estadística, Fernando Ramírez, advirtió de que por temas presupuestarios esta medición está en peligro de suspenderse.