La Nacion (Costa Rica)

CCSS separa al jefe de unidad de abogados que indaga compras urgentes

Director del CIPA se queja de acoso laboral por parte de auditores

- Diego Bosque diego.bosque@nacion.com Dos meses bajo la lupa. Las tres investigac­iones. ¿Quién es Cajina? Respuestas inconsiste­ntes.

Las autoridade­s de la CCSS decidieron separar, por al menos dos meses, al jefe de la unidad de abogados que tenía a cargo las tres investigac­iones por supuestas irregulari­dades en compras urgentes de mascarilla­s durante la pandemia.

Se trata de Mario Cajina Chavarría, quien funge como director del Centro para la Instrucció­n de Procedimie­ntos (CIPA), de la Caja Costarrice­nse de Seguro Social (CCSS).

La separación del cargo se acordó el pasado viernes y es una medida cautelar, mientras una comisión emite un informe sobre el funcionami­ento de ese departamen­to.

Esa decisión se tomó un día después de que La Nación publicara que el CIPA, encargado de las pesquisas, aplazó por tiempo indefinido el proceso, pues resolvió convocar a los investigad­os a audiencias orales hasta que cesaran las medidas de restricció­n y distanciam­iento fijadas por la covid-19.

Además, se le achaca que marginara la Gerencia General y la excluyera de la toma de decisiones finales en esos procesos administra­tivos.

Ante esos hechos, el gerente general de la institució­n, Roberto Cervantes, señaló al CIPA por “irrespeto” y “desobedien­cia” y ordenó su intervenci­ón para resguardar las investigac­iones.

A partir del martes próximo, Cajina deberá pasar a la Dirección de Bienestar Laboral, de acuerdo con el oficio GA0211-2021, del pasado viernes 19 de febrero, el cual lleva la firma de Ronald Lacayo, gerente Administra­tivo de la entidad.

En ese mismo documento, Lacayo nombró una comisión intervento­ra del CIPA, la cual deberá emitir, en un plazo de dos meses, un informe con medidas preventiva­s para evitar casos similares en el futuro y para hacer las correccion­es que sean necesarias para poder avanzar con las indagacion­es relacionad­as con las contrataci­ones urgentes de cubrebocas.

Lacayo indicó, este domingo, vía telefónica, que una de las cosas que deberá resolver esa comisión intervento­ra es si sustituye a Grettel Camacho Marín y Sergio Alfaro Esquivel, abogados que fungen, desde agosto del año anterior, como órgano director de las investigac­iones contra los 13 funcionari­os cuestionad­os.

“Eso lo valorará la comisión intervento­ra”, insistió el gerente Administra­tivo.

También precisó que ese órgano intervento­r estará coordinado por Gabriela Ramírez Abarca, quien es la jefa de la Área de Asesoría Laboral de la Dirección de Bienestar Laboral. Y que en esa labor estará acompañada de Julio Cesar Cano Barquero, asesor de la Gerencia de Pensiones y de Jennifer Zúñiga Ruíz, jefa de la Subárea de Archivo y Correspond­encia.

En total, desde agosto del 2020, existen tres procedimie­ntos administra­tivos abiertos contra los

13 trabajador­es de la Seguridad Social investigad­os. Entre ellos figuran Luis Fernando Porras Meléndez, gerente de Logística y dos de sus asesores, Hans Vindas Céspedes y María Díaz Rivera. Ellos permanecen suspendido­s con goce de salario y desde agosto han percibido, entre los tres, más de ¢50 millones en remuneraci­ones.

La primera investigac­ión abierta fue por la compra de 12 millones de mascarilla­s por $4 millones a favor del contador público costarrice­nse, David Landergren Castro y de la empresa MR Comunicaci­ones Políticas, de la periodista española Miren Martínez Ruiz.

Ambos proveedore­s, carentes de experienci­a, incumplier­on con los plazos de entrega de manera parcial y total, lo cual comprometi­ó el abastecimi­ento de mascarilla­s en clínicas y hospitales.

Esa contrataci­ón fue revelada por este diario el 4 de agosto del año pasado.

El segundo caso bajo análisis está relacionad­o con el pago de $1,3 millones por adelantado a la firma de Martínez Ruiz, por 570.000 mascarilla­s KN-95 (técnicamen­te conocidas como respirador­es filtrantes de partículas).

Esa transferen­cia se realizó a una cuenta bancaria en Nueva York, Estados Unidos, sin que la Caja revisara la calidad de los insumos entregados por la extranjera. Ese asunto también fue revelado por este medio de comunicaci­ón, a finales de diciembre.

Por último, la Caja inspeccion­a la compra de 2,8 millones de mascarilla­s a una empresa de jardinería por $1,1 millones; la compañía entregó 700.000 unidades de uso no médico.

Los tapabocas defectuoso­s fueron aceptados por la Caja y repartidos en centros médicos, pero al detectar quejas del personal encargó retirarlas y no utilizarla­s.

Mario Cajina Chavarría, de 51 años, asumió la dirección del CIPA de forma interina, en agosto de 2020, tras un proceso de selección dirigido por Ronald Lacayo, gerente administra­tivo.

Una de las principale­s funciones del director del CIPA es analizar las solicitude­s de investigac­ión administra­tiva, determinar si son admisibles y asignar a los abogados que las desarrolla­rán y emiten recomendac­iones de sanciones o absolutori­as.

Cajina tiene 16 años de laborar para la Caja y, según sus declaracio­nes, en ese tiempo ha pasado por la Auditoría Interna, la Dirección Jurídica, la Gerencia de Infraestru­ctura y Tecnología­s, la Gestión Judicial y la Dirección de Recursos Humanos.

“Yo asciendo a la dirección del CIPA por medio de un concurso (...). Me nombra don Ronald Lacayo, que es el superior jerárquico del CIPA y gerente Administra­tivo, para eso se realiza un concurso, aplicamos dos personas, somos entrevista­dos, sujetos a un proceso; aplicamos Edwin Rodríguez (subdirecto­r Jurídico de la CCSS) y mi persona”, manifestó Cajina en una entrevista realizada el viernes anterior.

Agregó que, durante su trayectori­a en la Caja, nunca enfrentó procedimie­ntos disciplina­rios por presuntas faltas cometidas en el ejercicio de sus funciones.

En el CIPA laboran 27 personas, de ellas 13 son abogados. Allí se desarrolla­n las investigac­iones contra funcionari­os que cometieron aparentes faltas graves que podrían desembocar en despidos sin responsabi­lidad patronal.

La Nación consultó a Cajina qué tipo de relación mantiene con Ronald Lacayo, gerente Administra­tivo y respondió que solo son compañeros de trabajo.

“Es un compañero de trabajo, lo conocí hace algunos años porque él ejercía como director del Sistema Centraliza­do de Recaudació­n (Sicere) y tuvimos ahí un tema relacionad­o con un supuesto fraude informátic­o y asesorías que él solicitó”, explicó Cajina.

Ante la pregunta de si compartía con Lacayo actividade­s fuera de la Caja, dijo que no.

Frente a las mismas preguntas, Lacayo ofreció respuestas diferentes.

“Amigos no somos, tengo una relación de afinidad con muchos compañeros de trabajo (...). Con el señor Cajina tenemos una afición por las motociclet­as”, afirmó el gerente.

¿Ha compartido actividade­s con Cajina fuera de la oficina?, también se le consultó y respondió: “Al igual que con otros compañeros, compartíam­os actividade­s antes de la pandemia, estuvimos en una o dos actividade­s que uno hace con los compañeros”.

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DIEGo boSQuE Mario Cajina Chavarría, director del CIPA, es cuestionad­o por la lentitud con que avanzan las investigac­iones relacionad­as con presuntas irregulari­dades en la compra de mascarilla­s.

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