Restauración profunda da nueva imagen al mercado de Orotina
El mercado municipal de Orotina vivió durante años fallas en su estructura que lo ponían en peligro.
El edificio de madera, construido en 1915, no solo lidiaba con el paso de más de cien años, también con el comején y la humedad. Los daños se veían en casi toda la estructura de 1.450 metros cuadrados.
Hoy su cara es otra. Esta edificación ganó el certamen “Salvemos Nuestro Patrimonio”, promovido por el Centro de Patrimonio del Ministerio de Cultura y Juventud.
El premio, de ¢150 millones, sirvió para cambiar las piezas de madera dañadas en su estructura de techos e instalar un nuevo sistema eléctrico que cumple con la normativa actual.
Además, la Municipalidad de Orotina, propietaria del inmueble, se unió al rescate y aportó en la remodelación de las áreas externas del mercado (plazoleta y área de juegos infantiles con ¢190 millones), la pintura de la fachada (¢5,1 millones) y un nuevo y más seguro sistema de gas para los locales comerciales (¢15,5 millones).
“Este tipo de alianzas son vitales para potenciar el impacto de las intervenciones en edificios patrimoniales, pues de esa manera, los fondos invertidos benefician a la ciudadanía al ofrecerles nuevos y mejores espacios para disfrutar”, señaló Diego Meléndez, director del Centro de Patrimonio Cultural.
Para los clientes e inquilinos del lugar, este cambio no solo es importante, también era necesario.
“El mercado estaba muy comido de polilla. La estructura estaba muy dañada, de manera que la vida útil que le quedaba no iba a ser, calculo, que ni de cinco años. Ya se oían rumores de que el Ministerio de Salud estaba recomendando mejoras, porque si no colapsaba y de aquí dependemos, directamente, unas 32 familias más todos los colaboradores”, manifestó Mario González, inquilino de un local del mercado desde hace 30 años.
Principales retos.
Óscar Salas, arquitecto del Centro de Patrimonio Cultural a cargo de la supervisión de las obras, señaló que el Mercado Municipal se construyó en el año de 1915, y posee técnicas constructivas en desuso, como paredes de ladrillo de barro cocido y una estructura en madera sólida que conforma la cubierta o techo.
En esta restauración se buscó rescatar, principalmente, la estructura interna de madera, característica de la época de construcción.
Este proceso, según Salas, pretende conservar el particular sistema constructivo utilizado. Para poder sustituir piezas o reforzar, se debió hacer un análisis de la resistencia de la madera presente en la estructura.
También se cambió el piso de los pasillos (sin valor patrimonial) por pisos antideslizantes, esto da seguridad al tránsito de las personas dentro del mercado.
Además, se cambió todo el techo y se ampliaron los aleros a las zonas de las plazas contiguas.
“El reto más grande fue trabajar dentro de las instalaciones del mercado manteniéndolo abierto al público. Por esta razón, las obras se atrasaron en tiempo”, amplió Salas.