Préstamos sin límite, riesgosos y atrasados
Paul Stephen, presidente del Comité de Vigilancia de Coopeasamblea, dijo que una de las principales anomalías detectadas por la nueva administración de Coopeasamblea es la forma como se otorgaban los créditos a los asociados.
“Los créditos tienen que tener una garantía real y hay múltiples créditos, de ¢20 millones, de ¢30 millones y así, que la única garantía que ponen es un fiador, lo cual es contrario al reglamento de crédito que existía”, precisó.
El informe del Infocoop respalda esa aseveración. En el documento figuran como deudores varias personas que, a la vez, fungían como fiadores de otros préstamos.
Por citar un caso, hasta julio del 2019, a nombre de uno de los investigados de apellido Camacho aparecían dos préstamos con garantía fiduciaria, de ¢73 millones y ¢23 millones.
El fiador del mayor de esos dos créditos era un empleado legislativo de apellido Campos, quien entonces era secretario de Coopeasamblea y que, además, aparecía como fiador de otras cuatro personas con créditos por un total de ¢160 millones.
El fiador del otro préstamo de Camacho (el de ¢23 millones) era un asociado apellidado Sáenz, quien, a su vez, tenía abierto un préstamo de ¢53 millones en el que Camacho era el fiador.
En total, Camacho aparece como el cuarto mayor deudor de la cooperativa, según el informe de Infocoop, con ¢243,4 millones, al 31 de julio del 2019.
En ese mismo informe se alertó de que la costumbre de otorgar préstamos fiduciarios sin límite hacía que Coopeasamblea fuera “más vulnerable a la materialización del riesgo de crédito, no solo por la persona asociada que es deudora, sino también por la fiadora”.
Una advertencia similar se hizo también sobre la práctica del Consejo de Administración de aprobar créditos en contra de la recomendación de los analistas.
Por ejemplo, el Consejo autorizó un financiamiento de ¢316,8 millones a una funcionaria de apellido Ríos, pese a que el analista que revisó el caso advirtió de que a ella el salario le alcanzaba solo para pagar el 25% de la cuota mensual, por lo que la cancelación de la deuda dependía de que el emprendimiento turístico de la mujer tuviera éxito.
Ríos hizo el último pago del crédito en noviembre del 2016, después ofreció la propiedad en la que se ubicaba la empresa como dación de pago.
Según el Infocoop, al 31 de julio del 2019 un total de 20 personas concentraban el 28% de la cartera de créditos de Coopeasamblea. De esas, 11 presentaban problemas de pago. Uno de los deudores atrasados era el secretario de la cooperativa, de apellido Campos.
Además, la auditoría encontró que la cooperativa no mantenía en orden los expedientes de todos los préstamos abiertos, pues se halló el caso de una exasociada que renunció a la organización mientras tenía una deuda pendiente.
Tras dos años de atraso, el préstamo debía haber estado en cobro judicial, pero se mantenía simplemente como “moroso”.